Internacionales
Un jubilado mata a tiros a un presunto asaltante y reabre el debate en Argentina sobre la ‘legítima defensa’
«Me siento mal, hermano, yo no nací para matar a nadie», dijo Jorge Adolfo Ríos, un jubilado argentino de 71 años, a radio La Red. Fue luego de haber asesinado de dos disparos a un hombre que, rengo y desarmado, intentaba huir por la calle después de haberlo asaltado en su domicilio, en la populosa localidad de Quilmes, provincia de Buenos Aires.
Mientras los hechos de inseguridad se incrementan en el país suramericano, después de haber aminorado durante los primeros meses de la pandemia, el caso del herrero Ríos reabrió un debate que sensibiliza y divide a la sociedad en Argentina: los alcances —y los límites— de la ‘legítima defensa’, el artículo 34 del código penal que permite eximir o reducir la pena de quien comete un acto criminal para salvaguardarse.
¿Qué sucedió?
Cerca de las 5:00 de la madrugada del pasado 17 de julio, el jubilado Ríos dormía en su habitación cuando fue sorprendido por tres delincuentes que habían entrado a su casa, saltando la medianera de un vecino. Los intrusos lo golpearon causándole heridas en su cabeza y sus brazos, mientras le exigían dinero y lo amenazaban con un destornillador.
En ese escenario, el dueño de casa tomó una pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros y comenzó a disparar contra los ladrones, quienes iniciaron la huída trepando paredes hacia las viviendas aledañas.
Ya en la calle, Franco Martín Moreyra, de 26 años, huía con dificultad por una herida en la pierna. Intentó seguir su camino dando saltos en un solo pie, pero se quedó sin fuerzas y se recostó en el suelo. Las cámaras de seguridad de la zona muestran que en ese momento apareció Ríos, quien remató al joven mediante un tiro en el abdomen y otro en el tórax.
Lo que siguió fue la detención del jubilado, quien fue acusado en primera instancia por «homicidio con exceso en la legítima defensa», carátula que luego el fiscal Ariel Rivas, del Departamento judicial de Quilmes, modificaría por «homicidio agravado por el empleo de arma de fuego», que establece una pena de 10 a 25 años de cárcel.
Adolfo Ríos quedó por el momento bajo prisión domiciliaria, debido a su avanzada edad y algunos problemas de salud, que lo colocan como persona de riesgo frente al coronavirus. Los hijos del adulto mayor pidieron su inmediata liberación, mientras que los familiares del joven muerto denunciaron una ejecución y exigen justicia.
Ríos fue consultado este lunes sobre lo ocurrido esa noche. El hombre relató al canal A24 una situación de temor dentro de su casa, pero al hablar de la secuencia en la que salió a la calle, aseguró que se la hace una «nebulosa muy jodida en la cabeza» que le impide recordar la secuencia con nitidez. «La verdad no sé cuántos tiros tiré», sostuvo.
Internacionales
Un hombre apuñala a su expareja casi 30 veces en una pizzería
Un hombre de 41 años fue detenido por las autoridades tras haberle propinado cerca de 30 puñaladas a su expareja en una pizzería de la ciudad de Buenos Aires y haber intentado suicidarse.
El violento incidente, que quedó registrado en las cámaras de seguridad del establecimiento –donde trabaja la víctima–, ocurrió aproximadamente a las 08:45 hora local del 18 de noviembre.
Inicialmente, el agresor inició una discusión desde la calle, pero casi de inmediato ingresó al lugar, saltó el mostrador, interceptó a la mujer mientras ella intentaba huir y procedió a atacarla con un arma blanca hasta que consiguió lanzarla contra el piso.
Sus compañeros de trabajo intentaron auxiliarla lanzándole objetos a su perpetrador, pero esto no hizo que se detuviera. El ataque se frenó cuando uno de ellos lo amenazó con golpearlo con una barra de hierro y esa acción fue clave para que ella pudiera escapar.
El atacante, identificado como Sergio Sarria, no fue tras su expareja sino que se quedó dentro del restaurante hasta que llegó la Policía con intención de detenerlo. Al verse rodeado, gritó: «Mi hija no me quiere, me voy a matar» y se clavó un cuchillo en el cuello en dos oportunidades.
Tanto él como la mujer atacada fueron trasladados a un hospital.
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Jovencita muere atropellada tras caerse del vehículo en el que iba mientras grababa
La salida con amigas la noche del domingo terminó en una fatídica tragedia para Amanda dos Santos Barbosa, que decidió aprovechar el viaje en vehículo de una discoteca hacia otra para postear en sus ‘stories’ una impactante narración gráfica del trayecto por las calles de la ciudad brasileña de João Pessoa, en el estado de Paraíba.
La joven, de 24 años, sentada en el asiento trasero, se entusiasmó tanto con las selfis y la grabación de los videos que se asomó por la ventanilla para captar las mejores vistas y perdió el equilibrio mientras el auto estaba en marcha. Al caerse del carro en la carretera, ya en la madrugada del lunes, fue casi enseguida atropellada por otro auto, que acababa de girar desde la calle aledaña, y murió.
Advertencia: las siguientes imágenes pueden herir su sensibilidad
Amanda dos Santos Barbosa, de 24 anos, morreu após cair de um carro em movimento e ser atropelada na madrugada de segunda-feira (18) no bairro dos Bancários, em João Pessoa.
➡️https://t.co/l5MRR8pCLW pic.twitter.com/IQO8cZPsiB
— Jornal O Sul (@OSul_noticias) November 20, 2024
Internacionales
Detenido en Estados Unidos un líder del cártel mexicano CJNG que fingió su muerte
El yerno del líder del cártel mexicano Jalisco Nueva Generación (CJNG) fue detenido en Estados Unidos, tras fingir su propia muerte, informó este jueves el Departamento de Justicia.
Según documentos judiciales estadounidenses, «Cristian Fernando Gutiérrez-Ochoa, de 37 años, comenzó a trabajar para el CJNG, uno de los cárteles de drogas más violentos de México, en torno a 2014».
Coordinó personalmente en México el transporte y la distribución de unos 40.000 kilos de metanfetamina y aproximadamente 2.000 kilos de cocaína, destinados a Estados Unidos, donde vivía en la opulencia.
Gutiérrez-Ochoa supuestamente promovió las actividades de tráfico de drogas y lavado de dinero del CJNG, señaló el comunicado.
En 2021 secuestró presuntamente a dos miembros de la Armada de México en un intento por obtener la liberación de la esposa de su suegro, Nemesio Oseguera Cervantes alias ‘El Mencho’, que había sido arrestada por las autoridades de ese país.
Tras ser procurado en México, Gutierrez-Ochoa huyó a Estados Unidos, asumió una identidad ficticia y pasó a residir en una lujosa residencia en Riverside (California, oeste) comprada con fondos del lavado de dinero del CJNG».
Según la justicia estadounidense, «El Mencho» pudo haberle ayudado en su plan para fingir su propia muerte diciendo a sus socios que él lo asesinó por mentiroso.
Esto le ayudó a infiltrarse en Estados Unidos para estar con la hija de «El Mencho».
El Cártel de Jalisco «está más débil debido al arresto de un líder que supuestamente simuló su propia muerte y asumió una identidad falsa para evadir la justicia y vivir una vida de lujo en California», dijo la fiscal general adjunta Lisa Monaco, citada en un comunicado.
Este cártel ha desatado una violencia sin precedentes en México y ayuda a alimentar la mortal crisis de drogas en Estados Unidos, según la agencia antidrogas estadounidense (DEA).
Gutiérrez-Ochoa se expone a una pena mínima obligatoria de 10 años de prisión y una máxima de cadena perpetua.