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«La oración, caridad y ayuno pueden cambiar la historia»: Papa Francisco

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Este 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, el Santo Padre señaló en su homilía leída por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado Vaticano, en la Basílica de Santa Sabina de Roma que, “la oración, la caridad y el ayuno son las armas del espíritu, y es con ellas que, en esta jornada de oración y ayuno por Ucrania, imploramos a Dios esa paz que los hombres solos no pueden construir”.

Renato Martinez – Ciudad del Vaticano

“Oh Señor, tú que ves en lo secreto y nos recompensas más allá de todas nuestras expectativas, escucha las oraciones de todos los que confían en ti, especialmente de los más humildes, de los más probados, de los que sufren y huyen bajo el estruendo de las armas. Devuelve la paz a nuestros corazones, da de nuevo tu paz a nuestros días. Amén”. Es la oración que elevó el Papa Francisco en su homilía – leída por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado Vaticano, en la Basílica de Santa Sabina de Roma – durante la Santa Misa con el rito de bendición e imposición de las Cenizas, con el cual se da inicio al Tiempo de Cuaresma y Jornada de oración y ayuno por la paz en Ucrania.

La sed de alcanzar una recompensa

Como cada año, la celebración del Miércoles de Ceniza en la Basílica de Santa Sabina de Roma estuvo precedida por una procesión penitencial, con el canto de las letanías de los Santos desde la cercana iglesia de San Anselmo.

El Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin presidió la celebración en lugar del Santo Padre, quien a causa de una gonalgia aguda, es decir, un dolor agudo en la rodilla, no pudo presidir la Eucaristía y continúa con el periodo de reposo prescrito por el médico. En su homilía, el Pontífice recordó que, “normalmente, en el Miércoles de Ceniza nuestra atención se centra en el compromiso que requiere el camino de fe, más que en la recompensa a la que conduce. Sin embargo, hoy el discurso de Jesús vuelve siempre a este término, la recompensa, que parece ser el resorte principal de nuestra acción”.

“Hay en nosotros, en nuestro corazón, una sed, un deseo de alcanzar una recompensa, que nos atrae e impulsa todo lo que hacemos”

La recompensa del Padre y la de los hombres

En este sentido, el Papa Francisco señaló que se pueden distinguir dos tipos de recompensa a la que puede aspirar la vida de una persona; por un lado, está la recompensa del Padre y, por otro, la recompensa de los hombres. La primera es eterna, es la verdadera y definitiva recompensa, el propósito de la vida. La segunda, en cambio, es transitoria, es un disparate al que tendemos cuando la admiración de los hombres y el éxito mundano son lo más importante para nosotros, la mayor gratificación. Pero es una ilusión, es como un espejismo que, una vez alcanzado, nos deja con las manos vacías. Los que buscan la recompensa del mundo nunca encuentran la paz, ni saben tampoco cómo promoverla.

“Tienen la posibilidad de disfrutar de una recompensa infinita, una recompensa sin parangón: tengan cuidado, pues, de no dejarse deslumbrar por las apariencias, persiguiendo recompensas baratas, que se desvanecen en vuestras manos”

Una medicina para curar la enfermedad de la apariencia

Es por ello que, el rito de la ceniza, que recibimos sobre la cabeza, afirmó el Santo Padre, tiene por objeto salvarnos del error de anteponer la recompensa de los hombres a la recompensa del Padre.

Este signo austero, que nos lleva a reflexionar sobre la caducidad de nuestra condición humana, es como una medicina amarga pero eficaz para curar la enfermedad de la apariencia. Es una enfermedad espiritual, que esclaviza a la persona, llevándola a depender de la admiración de los demás. Es una verdadera “esclavitud de los ojos y de la mente”, que lleva a vivir bajo el signo de la vanagloria, de modo que lo que cuenta no es la limpieza del corazón, sino la admiración de la gente; no la mirada de Dios sobre nosotros, sino cómo nos miran los demás. Y no se puede vivir bien contentándose con esta recompensa.

“El problema es que esta enfermedad de la apariencia socava incluso los ámbitos más sagrados. Y es sobre esto en lo que Jesús insiste hoy”

Atención a la carcoma de la autosatisfacción

Incluso la oración, la caridad y el ayuno, subrayó el Papa Francisco, pueden volverse autorreferenciales. En cada gesto, inclusive en el más bello, puede esconderse la carcoma de la autosatisfacción.

Entonces el corazón no es completamente libre porque no busca el amor al Padre y a los hermanos, sino la aprobación humana, el aplauso de la gente, la propia gloria. Y todo puede convertirse en una especie de fingimiento ante Dios, ante uno mismo y ante los demás. Por eso la Palabra de Dios nos invita a mirar dentro de nosotros mismos, para ver nuestras hipocresías.

“Hagamos un diagnóstico de las apariencias que buscamos; tratemos de desenmascararlas. Nos hará bien”

La mundanidad es como el polvo

La ceniza, indicó el Pontífice, saca a la luz la nada que se esconde detrás de la búsqueda frenética de recompensas mundanas. Nos recuerdan que la mundanidad es como el polvo, que un poco de viento es suficiente para llevársela. Hermanas, hermanos, no estamos en este mundo para perseguir el viento; nuestros corazones tienen sed de eternidad. La Cuaresma es un tiempo que el Señor nos da para volver a la vida, para curarnos interiormente y caminar hacia la Pascua, hacia lo que permanece, hacia la recompensa del Padre. Es un camino de curación. No para cambiar todo de la noche a la mañana, sino para vivir cada día con un espíritu nuevo, con un estilo diferente. Este es el propósito de la oración, la caridad y el ayuno.

“Purificados por la ceniza cuaresmal, purificados de la hipocresía de las apariencias, recobran toda su fuerza y regeneran una relación viva con Dios, con los hermanos y consigo mismos”

Redescubramos el diálogo íntimo con el Señor

Es por ello, señaló el Papa Francisco, la oración humilde, hecha “en lo secreto”, en el recogimiento de la propia habitación, se convierte en el secreto para hacer que la vida florezca hacia afuera. Es un cálido diálogo de afecto y confianza, que reconforta y abre el corazón. Especialmente en este período de Cuaresma, oremos mirando el Crucifijo: dejémonos invadir por la conmovedora ternura de Dios y pongamos en sus llagas nuestras heridas y las del mundo. No nos dejemos llevar por la prisa, estemos en silencio ante Él. Redescubramos la fecunda esencialidad del diálogo íntimo con el Señor. Porque a Dios no le gustan las cosas ostentosas, sino que le gusta dejarse encontrar en lo secreto. Es “el secreto del amor”, lejos de toda ostentación y de tonos llamativos.

“La caridad cuaresmal, purificada por la ceniza, nos devuelve a lo esencial, a la íntima alegría de dar. La limosna, hecha sin llamar la atención de los demás, da paz y esperanza al corazón”

El ayuno no es una dieta

Por último, el Santo Padre dijo que, el ayuno no es una dieta, sino que más bien nos libera de la autorreferencialidad de la búsqueda obsesiva de bienestar físico, para ayudarnos a mantener en forma no el cuerpo sino el espíritu. El ayuno nos reconduce a darle a las cosas su valor correcto. En concreto, nos recuerda que la vida no debe estar sujeta a la escena pasajera de este mundo.

El ayuno no debe limitarse sólo a la comida; en Cuaresma debemos ayunar, sobre todo, de lo que nos hace dependientes; que cada uno reflexione sobre esto, para hacer un ayuno que realmente tenga un impacto en la vida concreta de cada uno.

“La oración, la caridad y el ayuno no son medicamentos sólo para nosotros, sino para todos; de hecho, pueden cambiar la historia. En primer lugar, porque quien experimenta sus efectos, casi sin darse cuenta, los transmite a los demás; y, sobre todo, porque la oración, la caridad y el ayuno son las principales vías que permiten a Dios intervenir en nuestras vidas y en la vida del mundo. Son las armas del espíritu, y es con ellas que, en esta jornada de oración y ayuno por Ucrania, imploramos a Dios esa paz que los hombres solos no pueden construir”

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Taller de educación para la paz reúne a la comunidad y excombatientes en Colombia

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El 29 de septiembre de 2025, la ciudad de Samaniego fue escenario de un taller de educación para la paz, en el marco del proceso de paz en curso para la coconstrucción de la paz territorial en Nariño. La actividad reunió a representantes del gobierno, líderes de excombatientes, jóvenes y miembros del Consejo de Paz, con el objetivo de fortalecer el diálogo y la confianza comunitaria.

El taller se desarrolló tras la firma de un Memorando de Acuerdo entre la Alcaldía de Samaniego, la Secretaría de Educación de Nariño y la organización internacional Heavenly Culture, World Peace, Restoration of Light (HWPL). Este acuerdo busca promover la cooperación en iniciativas de educación para la paz y consolidar a Samaniego como una “Ciudad de Paz”. Durante la jornada, los participantes también firmaron una carta de apoyo a la Declaración de Paz y Cese de Guerras (DPCW).

La jornada incluyó cuatro módulos educativos facilitados por HWPL, con traducción simultánea para garantizar la participación de todos los grupos. Entre las actividades destacadas estuvo la “Paloma de la Paz y Mapa de Colombia”, en la que los asistentes plasmaron acciones concretas para promover la paz en sus comunidades. Asimismo, los jóvenes reflexionaron sobre su papel en el fortalecimiento de la paz territorial en Nariño.

El taller concluyó con la firma de una Proclamación de Paz y la declaración conjunta de los participantes: “Somos uno por la paz en Colombia”. Una fotografía conmemorativa capturó el espíritu de unidad del evento, junto a las banderas de HWPL y la proclamación firmada.

 

La iniciativa representa un avance en la construcción de paz en Nariño, al integrar las voces de jóvenes, líderes comunitarios y excombatientes, con el apoyo del gobierno y socios internacionales, demostrando que la paz puede construirse colectivamente desde la base.

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Lo asaltan y se venga atropellando a los ladrones, ambos murieron: imágenes impactantes

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Un hombre decidió cobrar venganza contra sus asaltantes segundos después de que había sucedido el delito, los atropelló con su automóvil y terminó con su vida, los sorprendentes hechos sucedieron en Guayaquil, Ecuador.

Todo quedo captado por cámaras de videovigilancia que se encontraba instalada en la avenida donde ocurrió el hecho violento, en el video se aprecia como dos motociclistas vienen circulando pegados a la banqueta y una camioneta blanca a toda velocidad aparece en la escena y los arrolla e incluso se estampa con un coche que estaba estacionado metros más adelante.

Los hechos habrían ocurrido el jueves 2 de octubre alrededor de las 16:00 horas, poco a poco se aprecia como las personas comienzan a acercarse al lugar del accidente y un cuerpo yace inmóvil, el otro habría salido volando metros adelante.

Incluso llegan otros motociclistas y ciclistas, se desconoce si entre ellos se encuentran más cómplices de los delincuentes. El conductor se habría dado a la fuga tras el asesinato. El cofre de su camioneta habría quedado destrozado tras el impacto.

Con el pasar de los minutos se observa como se aglomeran hasta 30 personas alrededor de la escena del crimen y dan su testimonio mientras esperan que lleguen las autoridades y los equipos forenses a levantar los cuerpos de los criminales.

«Un aplauso al conductor», «héroe», «así se hace», «qué maravilla», «dos plagas menos para el mundo», «hermoso y sublime»; son algunos de los comentarios que dejaron los internautas quienes condenaron el actuar de los delincuentes e incluso se manifestaron a favor del conductor.

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Detienen a seis personas involucradas en ataque terrorista en Manchester

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Las autoridades policiales informaron que con relación al ataque terrorista perpetrado frente a una sinagoga en Manchester, Reino Unido, seis personas fueron interrogadas por su presunta participación en la planeación de los hechos.

El perpretador del ataque fue identificado como Jihad Al-Shamie, un ciudadano británico de origen sirio de 35 años, que embistió con un auto y atacó con un cuchillo a fieles frente a la sinagoga de Heaton Park, en pleno Yom Kipur (Día de la Expiación).

El Yom Kipur, o Día de la Expiación, es el día más sagrado del año judío, mismo que se celebra con un ayuno solemne de 25 horas, donde los judíos buscan el perdón y un nuevo comienzo tanto con Dios como con sus semejantes.

Como resultado del ataque, Melvin Cravitz, de 66 años, y Adrian Daulby, de 53 años, fallecieron, mientras que otros tres hombres fueron heridos de gravedad. Una de las víctimas, Adrian Daulby, murió por un disparo accidental de la policía mientras se atrincheraba junto a otros fieles.

Al-Shamie estaba en libertad bajo fianza por presunta violación, sin cargos formales al momento del ataque, y según la policía, portaba lo que parecía un cinturón explosivo falso y pudo haber estado influenciado por “ideología islamista extrema”. Fue abatido por agentes tras intentar ingresar al templo.

Los capturados son tres hombres y tres mujeres de 18 a 60 años fueron detenidos en Manchester como sospechosos de “comisión, preparación e instigación de actos de terrorismo”.

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