Internacionales
Asesina de joven mexicana embarazada llegó al hospital cubierta en sangre con un bebé que no era suyo
El 23 de abril, Clarisa Figueroa, llegó cubierta de sangre al hospital Advocate Christ Medical Center, en Chicago, con un bebé neonato en estado crítico. Según su versión, el niño era su hijo, y había nacido sin respirar.
Tras examinar a la mujer de 46 años, los médicos y enfermeros del hospital, localizado en el suburbio de Oak Lawn, no hallaron evidencias físicas de parto. Según los resultados de la exploración y los análisis, Clarisa Figueroa no había dado a luz horas antes, tal y como ella defendía, por lo que el bebé no podía ser su hijo.
A pesar de esto, el personal sanitario no alertó a las autoridades de lo que había sucedido hasta semanas más tarde.
«No sabíamos lo que estaba ocurriendo en el hospital», dijo este sábado el portavoz del Departamento para Niños y Familias de Illinois, Jassen Strokosch.
Una mujer salpicada en sangre, un bebé sin identificar, y una desaparición

Un día después de que Clarisa Figueroa llamara a emergencias porque su supuesto bebé no respiraba, una familia desconsolada denunció la desaparición de una joven. Su nombre era Marlen Ochoa López, de 19 años, y estaba embarazada. Según confirmaron sus seres queridos, daría a luz a principios de mayo.
La angustiada familia apareció en conferencias de prensa y pidió la colaboración ciudadana para encontrar a Ochoa López. Las autoridades iniciaron una investigación, pero no vincularon entonces la desaparición al extraño caso de Clarisa Figueroa, porque el hospital no había reportado la sospechosa historia de esta mujer a las autoridades.
De hecho, no informaron a los oficiales hasta el 9 de mayo, dos semanas después de que el bebé internara en cuidados intensivos.
Según explicó Jassen Strokosch, los médicos contactaron a las autoridades para saber qué debían hacer con la custodia de un recién nacido que había llegado en estad crítico al hospital.
Contaron que una mujer con sangre en la cara y en la parte superior del cuerpo llamada Clarisa Figueroa había llevado al niño, y les había asegurado que era su hijo, una afirmación que desmintieron los análisis y las pruebas realizadas.

Jassen Strokosch confesó en su conferencia de este sábado, que no entendía cómo la llamada había llegado tan tarde. No comprendía cómo el hospital no denunció en su momento la llegada de una mujer salpicada en sangre que llevaba un bebé que no era suyo, pero no quiso hacer ninguna «especulación».
Los responsables de Advocate Christ Medical Center no han dado declaraciones a los medios, y tampoco respondieron a solicitudes de información de prensa.
El portavoz del Departamentos para Niños y Familias de Illinois explicó que cuando el hospital les llamó, la policía ya había escuchado el nombre de Clarisa Figueroa. Una amiga de la desaparecida les había contado que López Ochoa y la mujer de 46 años se habían conocido a través de un grupo de Facebook y habían hablado de hacer planes juntas, como ir a comprar la ropa del bebé.
Los oficiales se dirigieron a casa de Clarisa Figueroa para interrogarla. Allí se encontrarona su hija, Desiree, de 24 años, quien les dijo que su madre estaba en el hospital porque había dado a luz hacía poco.
«Hasta ese momento, no había nada que nos hiciera sospechar de Clarisa Figueroa» defendió el portavoz.
«Un asesinato brutal y atroz»

Sin embargo, todo cambió tras la llamada del hospital. Los agentes regresaron a casa de Clarisa Figueroa y registraron el inmueble. Allí hallaron el cadáver de Marlen Ochoa,escondido en un bote de basura.
La autopsia del forense del Condado de Cook determinó que la joven latina murió de estrangulación por ligadura, que involucra el uso de un cordón o una cuerda. Después, le arrancaron al bebé del vientre.
«Clarisa tomó un cuchillo y cortó el vientre de la víctima de lado a lado para después remover el cordón umbilical, la placenta y el bebé del interior (…) después pusieron la placenta y al niño en una cubeta con el cordón umbilical colgando», detalló el fiscal.
Por el crimen, fueron detenidas y acusadas de asesinato tanto Clarisa, de 46 años, como su hija, Desiree Figueroa, de 24.
La jueza del condado de Cook, Susana Ortiz, negó la libertad bajo fianza a las dos mujeres aludiendo que era «grande la presunción» de que ambas habían cometido «un asesinato brutal y atroz», por lo que representan un peligro «real y presente» para la comunidad. Aplicó la misma decisión para el novio de Clarisa Figueroa, Piotr Bobak, de 40 años, quien fue acusado de ocultar el homicidio.
Internacionales
Más de 300 alumnos y docentes raptados en último secuestro en Nigeria
Nigeria registró este viernes un nuevo secuestro masivo en la escuela mixta St. Mary’s, en el estado de Níger, donde hombres armados se llevaron a 303 estudiantes y 12 profesores, según la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN). El hecho ocurre días después del secuestro de 25 alumnas en el estado vecino de Kebbi, convirtiéndose en el segundo ataque de este tipo en una semana.
La cifra representa casi la mitad de los 629 alumnos inscritos en el centro. El reverendo Bulus Dauwa Yohanna, obispo de la diócesis de Kontagora, revisó el dato tras visitar la escuela y confirmar que otros 88 estudiantes habían sido capturados cuando intentaban huir.
El gobierno nigeriano no confirmó oficialmente el número de secuestrados y señaló que el recuento continúa. Estos ataques, sumados a un atentado reciente contra una iglesia, llevaron a las autoridades de los estados de Níger, Katsina y Plateau a ordenar el cierre de todas las escuelas. El Ministerio de Educación dispuso también el cierre de 47 internados de secundaria.
El presidente Bola Tinubu canceló sus compromisos internacionales para atender la crisis. En Estados Unidos, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, instó al gobierno nigeriano a tomar medidas urgentes para frenar la violencia contra los cristianos.
Los secuestros se producen en un contexto de violencia ejercida por yihadistas y por bandas criminales conocidas como «bandidos», que desde hace años operan en regiones con débil presencia estatal, realizando ataques y secuestros para obtener rescates. La creciente cercanía entre estos grupos preocupa a las autoridades del país.
Internacionales
Al menos diez muertos por accidente de autobús en México
Al menos 10 personas murieron y otras 20 resultaron heridas este sábado por un accidente de autobús en el occidental estado mexicano de Michoacán, informaron autoridades locales.
El siniestro ocurrió en la carretera que une Morelia, capital de Michoacán, con el poblado de Pátzcuaro, informó la policía de Morelia en un comunicado.
«Se informa que hay alrededor de 10 personas sin vida y cerca de 20 personas lesionadas, por lo que se realizan labores de extracción atención médica en el lugar», dijo la corporación.
Añadió que la circulación en la vía permanece cerrada mientras trabajan cuerpos de rescate.
Hasta el momento, las autoridades no han especificado la causa del accidente.
En México se suelen registrar accidentes en las carreteras, ya sea por exces de velocidad o falta de mantenimiento en los vehículos, principalmente autobuses o camiones de carga.
En septiembre, un camión cargado con casi 50.000 litros de gas estalló en un cruce de Ciudad de México, lo que provocó 32 muertes.
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Al menos 7 muertos en Gaza en ataques israelíes
La Defensa Civil de Gaza anunció la muerte de al menos siete personas en ataques israelíes en el el territorio palestino, donde Israel y Hamás se acusan mutuamente de violar la frágil tregua.
El portavoz de esta organización de primeros auxilios que opera bajo la autoridad de Hamás, Mahmud Basal, informó de tres personas muertas en Ciudad de Gaza (norte), tres en Deir al Balah (centro) y un muerto en la región de Nuseirat (centro).
El ejército israelí publicó casi simultáneamente un comunicado en el que afirmaba haber matado el sábado a un «terrorista armado» en el sur del territorio palestino, que, según dijo, había disparado contra sus soldados y cruzado una línea que marcaba sus posiciones.
Por otra parte el ejército israelí dijo haber llevado a cabo el sábado nuevos ataques contra Hezbolá en el sur del Líbano, a pesar de un alto el fuego acordado con el movimiento proiraní, al que acusa de intentar rearmarse.
«Hace poco, el ejército israelí atacó varios lanzadores de Hezbolá que habían sido identificados recientemente y que estaban instalados en sitios militares en el sur de Líbano», indica el comunicado militar israelí, que precisa que otros ataques tuvieron lugar en el Valle de Becá.








