Nacionales
Gobierno invierte en zonas liberadas de pandilleros

La recuperación de las calles de acceso con recarpeteo de asfalto en la comunidad Tutunichapa en la capital, la instalación de lámparas con luces led y el acercamiento de las diferentes instituciones del Estado a los habitantes de La Campanera, en Soyapango, son parte de las inversiones que el gobierno del presidente Nayib Bukele ejecuta en diversas comunidades que por décadas estuvieron tomadas por estructuras terroristas a escala nacional.
Para beneficio de los habitantes esa situación cambió drásticamente con el combate frontal a las pandillas y ahora que el Estado controla los territorios, esas localidades tomaron autonomía y sus habitantes viven en un ambiente diferente, de tranquilidad.
A parte de las mejoras en las calles e iluminación, el ministerio de Obras Públicas eliminó túmulos que los mismos pandilleros habían construido para vigilar el paso de los vehículos que transitaban la Tutunichapa.
«Traer seguridad a las comunidades que estuvieron asediadas durante décadas, trae como consecuencia la posibilidad de invertir en ellas, que el Estado regrese a hacer su papel y que estas recuperen las dinámicas necesarias para florecer. Esta es la Tutunichapa, floreciendo», destacó recientemente el jefe de Estado salvadoreño en su cuenta de Twitter.
Los habitantes de las comunidades en donde el gobierno implementó cercos de seguridad para extraer a los pandilleros, algunos dedicados al narcomenudeo, han comenzado una nueva vida lejos de la zozobra, la muerte y las amenazas que durante varias décadas mantuvieron los grupos terroristas.
Otra de las comunidades donde la administración Bukele tiene el control total es el reparto La Campanera en Soyapango, una comunidad que por muchos años estuvo bajo el acecho de la pandilla 18, grupo terrorista que desterró a miles de sus habitantes. Sin embargo, esa problemática se solucionó, muchas familias volvieron a sus hogares y ahora el gobierno ha llevado desarrollo a los lugareños.
De esa situación está bien consciente, Guadalupe Martínez, quien tiene 14 años de vivir en la populosa colonia. Aseguró que en los tiempos que los terroristas controlaban el lugar no podían salir a las calles con calma o sin temores a una agresión de la mara contraria o de la del propio sector.
Con respecto a las mejoras en la calle y la iluminación, Guadalupe afirmó que «antes ni se podía salir en la noche porque todo el tiempo estaba oscuro, las lámparas han ayudado bastante porque iluminan la colonia, uno ya tiene seguridad, aunque se venga en Uber después del último bus, uno se viene a pie y se siente más seguro. Ha beneficiado mucho a todos los habitantes de La Campanera».
Guadalupe manifestó que por muchos años se mantuvo en la zozobra debido a que su hijo adolescente debía salir de la colonia a estudiar a Soyapango. «Por la ida a la escuela si me sentía insegura porque mi hijo estudia en el Instituto Nacional de Soyapango y por ser varón lo veían mal los muchachos (mareros). En la calle, en los buses como ya ve que los desaparecían y todo eso, y pues, ahora es seguro. Se ha visto el cambio en todos los aspectos», destacó.
La señora agradeció que las autoridades hayan tomado en cuenta para invertir en su comunidad que por muchos años estuvo abandonada. La lugareña dijo que se siente feliz por toda la seguridad que se percibe en el lugar, lo cual permitirá que las nuevas generaciones se desarrollen en un ambiente sin el temor a ser agredidos o reclutados por los terroristas.
«Yo los felicito y les deseo que Dios les bendiga y los guarde siempre, talvez nosotros nos sentimos protegidos, pero ellos andan corriendo peligro donde quiera que anden. Lo único que se les puede decir es gracias porque andan haciendo una labor grande», afirmó Guadalupe a los funcionarios.
El desarrollo y las mejoras en seguridad en La Campanera provocaron que María del Carmen Ortiz y su familia trasladaran su negocio de abarrotes del centro de Soyapango a la referida localidad, la familia también compró una casa y la amplió para habitar en ella.
«De hecho, el negocio estaba en Soyapango, pero por las cuestiones de pago muy alto se optó por adquirir esta casa, que está más cerca, más accesible y ahora que esto está seguro con más ganas nos decidimos a hacer esta inversión», detalló la comerciante.
María contó que tras un par de meses de implementado el combate frontal a las maras decidieron comprar la vivienda, al percatarse que las pandillas ya no eran un problema en la zona y los proveedores ingresaban hasta el lugar. «Aquí en la colonia se ha mejorado en todas las áreas, está seguro, tenemos un ahorro, todo ha cambiado. Está bonito, están trabajando muy bien y eso ayuda a la familia y a todos los salvadoreños. Nuestros hijos van a crecer en un ambiente seguro y eso le damos gracias a Dios», afirmó la señora.

Judicial
Tribunal inicia proceso penal contra 48 alumnos señalados de pertenecer a la «La Raza”

El Tribunal Cuarto contra el Crimen Organizado de San Salvador abrió el proceso penal contra 48 estudiantes y exestudiantes de institutos nacionales, entre ellos 14 menores de edad, acusados de integrar “La Raza”, una nueva estructura delictiva surgida en centros educativos del país.
El caso, llevado con reserva total, incluye imputaciones por delitos relacionados con crimen organizado como agrupaciones ilícitas, lavado de dinero, proposición y conspiración para homicidio, falsificación de moneda, agresión sexual y amenazas.
La audiencia contó con la presencia exclusiva de fiscales, defensores y padres de los menores, quienes fueron trasladados a la sala sin ser expuestos ante los medios. Los adultos enfrentaron la audiencia de forma virtual para la imposición de medidas.
Las capturas se ejecutaron el 24 de junio de 2025, ordenadas por la Fiscalía General de la República, y tuvieron lugar en los institutos General Francisco Menéndez (INFRAMEN), Nacional Técnico Industrial (INTI), Albert Camus y Acción Cívica Militar, tras investigaciones que duraron varios meses.
Las autoridades recibieron información sobre actividades delictivas vinculadas a esta agrupación en los centros escolares y zonas aledañas. Según el gabinete de Seguridad, “La Raza” tenía como objetivos a profesores y agentes policiales, contra quienes dirigía sus acciones criminales.
Los abogados defensores señalaron que no existen pruebas contundentes que demuestren la vinculación de sus clientes con la estructura delictiva, y negaron que los acusados formen parte de “La Raza”. El proceso continúa en desarrollo.
Nacionales
Conductor sin licencia atropella a mujer de 81 años al no permitirle bajar del microbús en Mejicanos

Una mujer de 81 años resultó lesionada la mañana de este jueves tras ser atropellada por un microbús de la ruta 44 en la 29 Avenida Norte, frente al centro comercial Zacamil, en el distrito de Mejicanos, San Salvador Centro.
Según el informe de la Policía Nacional Civil (PNC), el motorista del microbús no esperó a que la víctima descendiera completamente de la unidad, lo que provocó que cayera y sufriera lesiones en las piernas. Fue trasladada a un centro asistencial para recibir atención médica.
El conductor fue identificado como Carlos Elías Baires Flores, de 40 años, quien, según las autoridades, no posee licencia de conducir ni carnet de motorista. Por este motivo, será remitido a las instancias correspondientes por el delito de lesiones.
Las autoridades reiteraron el llamado a los motoristas del transporte público a cumplir con los protocolos de seguridad y contar con los permisos requeridos para operar unidades.
Judicial
Prisión para pandilleros que asesinaron a una mujer tras saber que vivía en una zona controlada por otra estructura

La Fiscalía General de la República (FGR) logró que tres miembros de la pandilla 18 Sureños fueran condenados a 25 años de prisión por el homicidio de una mujer ocurrido en el departamento de La Libertad.
Los condenados fueron identificados como Giovanni Stanley Santamaría Flores, alias Skipi; Giovanni Stanley Castillo Monjes, alias Saiper; y Alex Edgardo Guillén Zacatares, conocido como Orejón. Las investigaciones determinaron que los tres pertenecen a estructuras terroristas activas en la zona.
Según la FGR, el crimen ocurrió luego de que los pandilleros se encontraran con la víctima en un bar, donde uno de ellos entabló conversación y le ofreció una bebida alcohólica. Posteriormente, le propuso llevarla a su casa, pero al enterarse de que vivía en una zona dominada por una pandilla rival, cambiaron el destino.
La mujer subió al vehículo en el que viajaban los tres agresores y, al llegar al sitio acordado, fue atacada a balazos. Los delincuentes la abandonaron creyendo que había muerto.
Minutos después, agentes policiales la encontraron con vida, la auxiliaron y la trasladaron a un centro asistencial, donde falleció a causa de las graves heridas.
La FGR confirmó que los tres implicados ya guardan prisión y enfrentan además otro proceso penal por el delito de agrupaciones ilícitas.