Internacionales
Perú, sumido en el peor brote de dengue de los últimos tiempos

Hace dos meses que la cancha rústica de fútbol de Catacaos se inundó y el agua verduzca sigue estancada. Alrededor, mujeres lidian con enfermos en sus casas y otras lloran a sus niños en cementerios. En el norte de Perú, nadie recuerda un brote de dengue tan letal.
Cerca de la frontera con Ecuador, la región desértica de Piura enfrenta una nueva crisis sanitaria en este país que ya registró la mayor mortalidad por covid del mundo.
Pero esta vez el causante es el mosquito transmisor del dengue, que se reprodujo como plaga atraído por lluvias e inundaciones atípicas asociadas al ciclón Yaku, que impactó en marzo.
La mitad de los 416 centros de salud pública de la región fueron golpeados por el ciclón y el dengue paralizó la economía de miles de familias que sobreviven en la informalidad.
Al 13 de junio «tenemos 82 muertos» y más de 44.000 infectados en Piura, señala César Orrego, defensor del Pueblo de la región. La cifra representa poco más de un tercio de todos los fallecidos (248) y contagiados (146.588) a nivel nacional.
A diario las cifras se actualizan al alza. Perú, después de Brasil, registra la segunda tasa de mortalidad más alta en América Latina y sus números globales son 365% superiores respecto al promedio de los últimos cinco años, según la Organización Panamericana de la Salud.
Entre los muertos de Piura hay 11 niños. Desde que el dengue reapareció, en 1990, este es el brote «más fuerte», sostiene la doctora Valerie Paz Soldán, de la Universidad Cayetano Heredia.
La epidemia «se ha salido de nuestras manos», añade la experta en enfermedades infecciosas, y augura todavía algo peor: con el cambio climático y el fenómeno de El Niño, que de aquí a unos meses deben aumentar las precipitaciones y el virus «podría estar presente todo el año».
Secuencia fatídica
En la costa de Piura vive la mayor parte de los 1,8 millones de habitantes de la región. En Catacaos, un distrito agrícola, el dengue vuela por entre las casas de caña y techos de zinc.
María Francisca Sosa, un artesana de 45 años, cuida a su padre de 93. Desfallecido en una cama, con un mosquitero sin desplegar al costado, José Luciano apenas musita cuando la hija palpa su frente.
Desde que lo tumbó el virus hay que levantarlo como a un «bebito para darle su alimento», señala la mujer a la AFP.
María Francisca vive con seis familiares. Uno tras otro han caído enfermos. Ante la falta de respuesta en las casas de salud públicas, se endeudaron para que los atendiera un médico particular y comprar medicinas.
«Los que estaban buenos (…) se iban a buscar algo de trabajo mientras los otros estábamos tirados en la cama», dice.
Los pobladores relatan la misma secuencia fatídica. Yaku causó precipitaciones más intensas y prolongadas que las habituales, hubo inundaciones que convirtieron las vías en arenales y destruyeron el sistema de agua potable y alcantarillado, así como cultivos de mango, uva y arroz.
El agua se empozó y la gente la almacenó en depósitos abiertos que multiplicaron los criaderos del mosquito Aedes aegypti. Las fumigaciones no lograron detener la epidemia.
Dos meses después de que dejara de llover, la cancha de fútbol de Catacaos sigue encharcada.
Cerca, Teolinda Silva, una vendedora de pescado de 45 años, cuida en cama a su hijo Gabriel (27), a quien cada tanto se le dispara la fiebre. «No hay trabajo, el negocio está bajo, a veces se vende, a veces no. Solo Dios sabe cómo uno vive por acá», lamenta.
Colapso sanitario
El fin de semanana un cortejo de pobladores de blanco acompañó los restos de FerMaría Ancajima hasta un cementerio de Catacos. Tenía diez años, su cuadro de dengue se complicó en una semana y falleció poco después de ser llevada a Lima. Su familia tuvo que realizar una colecta para traerla de vuelta.
«Se hizo todo lo que se pudo al alcance de nosotros» pero fue imposible salvarla, lamenta su tío Julio Morales, de 52 años.
El hospital de Sullana, en Piura, colapsó por pacientes que también se agravaron.
«Tenemos una brecha de recursos humanos inmensa, nuestro primer nivel de atención está colapsado y nos faltan insumos, medicamentos», reconoce Luis Alfredo Venegas, de 44 años y coordinador de vigilancia clínica del dengue en el mismo centro.
Estima que dos de cada diez enfermos se complican cuando la fiebre y el dolor desaparecen.
«Los vasos sanguíneos se comienzan a agujerear y líquidos a salir por todos lados de forma caótica (…), los órganos se llenan de agua y comienzan a colapsar, el paciente se deshidrata sin verlo y eso produce la muerte», explica el médico.
Cada paciente que ingresa arrastra a su familia. La mamá o el papá o ambos dejan de trabajar. Y es por eso que el dengue se «transforma en una enfermedad social», subraya Venegas.
Los médicos incluso temen que el número de casos sea mayor, ya que muchos enfermos nunca pudieron recibir atención médica y murieron sin diagnóstico.
Internacionales
Washington revoca visa a Petro por «acciones incendiarias»

Estados Unidos anunció este viernes que canceló la visa del presidente de Colombia, Gustavo Petro quien participó en una protesta en Nueva York.
Con un megáfono el mandatario sudamericano llamó públicamente a los soldados estadounidenses a desobedecer a Donald Trump, tensando aún más las relaciones entre Washington y Bogotá.
Petro, quien anteriormente se ha enfrentado con la administración Trump por cuestiones de migración y tráfico de drogas, repitió su llamado a una fuerza armada para “liberar a Palestina” mientras se dirigía a un grupo de manifestantes propalestinos afuera de la sede de las Naciones Unidas.
Esta (la fuerza global) tiene que ser mayor que la de Estados Unidos. Por eso, desde aquí, desde Nueva York, pido a todos los soldados del ejército estadounidense que no apunten sus fusiles contra la humanidad”, se escucha decir a Petro en un video publicado en redes sociales.
“Desobedezcan las órdenes de Trump. Obedezcan las órdenes de la humanidad”, añadió.
Posteriormente, el Departamento de Estado de EE.UU. comunicó en una publicación en X: “Hoy temprano, el presidente colombiano (Gustavo Petro) se paró en una calle de Nueva York e instó a los soldados estadounidenses a desobedecer las órdenes e incitar a la violencia”.
Internacionales
Acusan de abuso sexual a ministro de Comunicaciones de Costa Rica

El ministro de Comunicación de Costa Rica, Arnold Zamora Miranda, enfrenta una denuncia ante la Fiscalía General por un presunto delito de índole sexual. Según informó el periódico La Nación, los hechos habrían ocurrido el pasado fin de semana en un cantón al oeste de la capital, según lo relatado por el denunciante, un hombre de 25 años.
Este lunes, el denunciante acudió a la Fiscalía de Pavas, donde rindió declaración y se sometió a pruebas toxicológicas en la Medicatura Forense. Los análisis confirmaron intoxicación por alcohol, pero fueron negativos para 19 sustancias psicotrópicas. Tras la diligencia, el joven abordó un vehículo del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) sin ofrecer más declaraciones.
Por su parte, el ministro Zamora, quien asumió el cargo en julio de 2024, dijo a La Nación no tener conocimiento del asunto y que se referiría a la situación cuando tuviera claridad sobre los hechos.
El caso tiene particular relevancia legal, ya que según sentencias de la Sala III, los ministros sin cartera, como es el de Comunicación, no cuentan con inmunidad como los miembros de los Supremos Poderes. Esto significa que el proceso judicial podría avanzar sin restricciones.
Arte
El Salvador destaca en desfile internacional de trajes típicos en Viena

El Salvador se hizo presente en la 8.ª edición del Desfile de Trajes Típicos del Mundo, realizado en el marco de las “Largas Noches de Interculturalidad 2025”, organizadas por la International Cultural Diversity Organization’s en el histórico Rathaus de Viena.
Durante el espacio “Costumes of the World”, el país fue representado con el tradicional traje de la volcaneña, originario de las comunidades cercanas al volcán Ilamatepec. La presentación, al ritmo de la emblemática pieza folklórica El Carbonero, adaptada con elementos del barreño, estuvo a cargo de Ana Lucía Moreno Salaverría, consejera de la Misión Permanente de El Salvador, y Michael Maier.
Cerca de mil asistentes pudieron apreciar la riqueza cultural de más de 30 países, con exhibiciones de arte, gastronomía y presentaciones musicales, consolidando a Viena como un espacio de encuentro multicultural. En ediciones anteriores, El Salvador también ha mostrado trajes tradicionales como el de izalqueña y volcaneña, resaltando su herencia cultural ante el público europeo.
Las Embajadas y Consulados de El Salvador en Europa reafirmaron así su compromiso con la proyección internacional de la identidad cultural del país, fortaleciendo los lazos culturales y promoviendo la diversidad ante la comunidad internacional.