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Los narcos que desafían al presidente brasileño Jair Bolsonaro
Tres líderes de la facción criminal paulista Primer Comando de la Capital (PCC) fueron degollados entre junio y julio de 2015 dentro una cárcel de Manaos. Era sólo el comienzo del conocido en la capital amazónica como «el fin de semana sangriento».
Entre la tarde del viernes 17 de julio y la mañana del lunes 20, se registraron otros 38 asesinatos de sicarios del PCC en las calles de la capital amazónica.
La orden de la matanza partió de la cárcel y se cree que varios Policías Militares fueron los ejecutores. Los mensajes de celular interceptados dejan claro el objetivo de la acción: «Mano, esses cara que vestiram a camisa do PCC aqui [no Amazonas] são uma vergonha para o crime (…) são todos safados. Esses nós vamos matar é tudo» (Hermano, esos muchachos que visten la camisa del PCC aquí [en Amazonas] son una vergüenza para el crimen (…) son todos unos h…de p…. Los vamos a matar, es todo). El ataque contra el PCC se habría producido por la decisión del grupo narco paulista de continuar ‘bautizando» (reclutando nuevos integrantes) a pesar de la desaprobación de la Familia del Norte, el cartel local y aliado del carioca Comando Vermelho (CV), el archienemigo del Primer Comando. Todos estos cárteles fueron creados en los últimos treinta años en la cárceles de todo el país y desde allí siguen operando los grandes capos.
El mensaje que desencadenó el baño de sangre partió del teléfono del traficante José Roberto Fernandes Barbosa, más conocido por los apodos de Z, Doido, Pertubado, Pertuba y Messi, uno de los fundadores de la facción criminal Familia del Norte.
Su grupo aliado a nivel nacional del poderoso CV tiene prácticamente el monopolio del narcotráfico y el dominio sobre el sistema carcelario de Amazonas y varios otros estados del nordeste de Brasil. Su principal negocio es la exportación a Europa de cocaína colombiana y peruana. Las investigaciones sobre el comportamiento de los cárteles brasileños indican que en la masacre de Manaos está el origen del rompimiento de la alianza de casi 20 años entre el PCC y el CV, que se formalizó en junio de 2015.
Desde entonces, distintas facciones se enfrentan por el control de las zonas de narcotráfico y particularmente las fronteras con Paraguay, Venezuela y Colombia. La guerra se trasladó ahora al estado de Ceará, en el nordeste, y los ataques amenazan con propagarse por el resto del país. Y no es sólo una lucha entre los cárteles.
Es, por sobre todo, un enfrentamiento con el Estado y un desafío directo al nuevo presidente, Jair Bolsonaro, que fue elegido con la promesa de terminar con la impunidad de los carteles del narcotráfico y pacificar al país. Los sicarios que Bolsonaro había asegurado que destruiría, le provocaban su primera crisis de gobierno.
Este escenario de caos surgió en Ceará el mismo día de la asunción de Bolsonaro en Brasilia. El 1° de enero de 2019 comenzaron los ataques a autobuses, comercios y las principales carreteras de entrada a Fortaleza, la capital del estado. Desde entonces, no cesan los atentados; ya son más de 200. Los sicarios volaron dos puentes, incendiaron autobuses de transporte y de escolares, destrozaron bancos, obligaron el cierre de las principales tiendas de decenas de ciudades, espantaron a los turistas y lanzaron videos en los que prometen una guerra total. Todo esto se produjo como reacción al anuncio del nuevo secretario de la Administración Penitenciaria de Ceará, Luis Mauro Albuquerque, de adoptar más rigor contra la entrada de celulares en las cárceles y acabar con la separación de detenidos en diferentes prisiones de acuerdo a las facciones a las que pertenecen.
Para controlar la situación, el gobierno envió a 300 agentes de la Fuerza Nacional y otros 200 están en camino. Pero veinte días más tarde, la situación no parece haber mejorado demasiado. «Hay un clima de pánico y la gente está aterrorizada de salir. Es como si estuvieras prisionero en tu casa y aun así no estás seguro», dijo un comerciante de Fortaleza a un diario local.

«Esta crisis fue completamente predecible. Este es el cuarto año que hemos tenido estos ataques. Estamos sentados en un barril de pólvora y solo necesitaba que alguien encendiera la mecha. La pobreza, las prisiones medievales, la guerra contra las drogas sin ninguna planificación y la inexistencia de políticas para los jóvenes marginados hacen que Ceará sea un campo de reclutamiento fértil para las pandillas criminales», explica Renato Roseno, diputado del izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL).
«No se reforma el sistema carcelario desde hace 30 años. Las estadísticas nos dicen que apenas un 5% de los reclusos estudia y la reincidencia, una vez que salen, es de más del 90%».
La población carcelaria de Brasil es en este momento de 700.489 personas, la tercera más grande del mundo. De éstos, más del 34 % están en prisión preventiva y Ceará tiene el récord de la mayoría de presos sin condena. Hasta allí emigraron en la última década células de los cárteles de Río de Janeiro y San Pablo desde donde operan los puertos que les permite una ruta fácil a Europa.
Desde entonces, Ceará se convirtió en uno de los estados más violentos de un país que en 2017 rompió su propio récord de homicidios, casi 64.000; una tasa de 30,8 por cada 100.000 habitantes (un 50% más alta que la de México).
De acuerdo a los testigos, en estos días los cárteles están pagando a las pandillas 1.000 reales (268 dólares) para quemar un autobús y 5.000 reales (1.338 dólares) por el ataque a un banco o una tienda con un incendio importante. Algunos grupos de las favelas incluso cambian los ataques por la deuda que tienen por el consumo de drogas.
Hay pintadas por todo Fortaleza que dicen «esta vez no vamos a parar» y «seguiremos quemando hasta que Albuquerque (el secretario a cargo de las penitenciarías) no se vaya». Todas las órdenes de los objetivos a atacar, así como la de los pagos, emanan desde las cárceles donde unos 29.000 reclusos sobreviven en celdas diseñadas para no más de 11.000.
El hacinamiento hace casi imposible el control de las prisiones. Ahora, las fuerzas federales enviadas por el gobierno de Bolsonaro están trasladando fuera de Ceará a los capos que lideran los disturbios. Se confiscaron más de 400 celulares que habían entrado a las cárceles en forma clandestina.
El Comando Vermelho (Comando Rojo), de Río de Janeiro, perdió terreno en los últimos tres años, pero aún sigue siendo la organización criminal brasileña más poderosa.
Fue fundada en 1969 por Rogério Lemgruber en la prisión de Ilha Grande, con convictos comunes y militantes políticos de la Falange Vermelha que luchaba contra la dictadura militar. Desde entonces, controla las principales favelas de Río donde tiene como rivales a dos escisiones del propio CV, el Terceiro Comando Puro (TCP) y Amigos dos Amigos (ADA).
Hoy tiene una fuerza activa de más de 50.000 sicarios repartidos por todo el país y Paraguay, así como alianzas muy fuertes con los cárteles colombianos y células en Europa.

El Primeiro Comando da Capital (PCC), surgió a principios de los noventa en la cárcel de Taubaté, para presos de alta peligrosidad, a 130 km de São Paulo, más conocida como «Piranhão». Está organizado en células como las guerrillas y está regido por un estatuto de 16 puntos al que todos los integrantes deben obedecer y pagar, al mismo tiempo, una cuota mensual de 50 reales (14 dólares) para los que están presos y de 500 reales (134 dólares) para el resto. Su líder máximo es «Marcola», Marcos Willians Herbas Camacho, que cumple una condena de 44 años. Tiene unos 20.000 sicarios en las calles y otros 6.000 en las cárceles.
Domina territorio en la frontera paraguayo-brasileña, así como en Bolivia, Colombia y Perú. El PCC se reivindica como una organización que no sólo comete delitos y crímenes sino que tiene una función social de proteger a los habitantes de las favelas que controla. Actúa con la lógica del «Hood Robin», roba a los ricos para darle a los pobres. Pero en la mayoría de los casos, lo único que lleva a los morros es violencia extrema y muerte.
Estos pequeños ejércitos que durante muchos años mantuvieron un pacto de no agresión y dividían sus territorios sin disputas ahora vuelven a encontrar una causa común: enfrentar con todas sus fuerzas a Bolsonaro y su compromiso de guerra contra el narcotráfico.
Prometen una lucha sin cuartel. Es el mayor desafío que tiene el presidente de extrema derecha que llegó al Planalto de Brasilia para imponer la «mano dura» contra los sicarios.
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Nasry Asfura, abanderado de Donald Trump, proclamado presidente electo de Honduras
El candidato conservador Nasry Asfura ha sido proclamado este miércoles presidente electo de Honduras tras un largo y torpe escrutinio electoral que sumió al país centroamericano en la incertidumbre y el caos político. La declaratoria no ha estado exenta de polémica por la división de los tres integrantes del Consejo Nacional Electoral (CNE), que no lograron un acuerdo unánime para nombrar a un triunfador de los comicios celebrados el 30 de noviembre. Con el 99,93% de las papeletas escrutadas, Asfura, del Partido Nacional y apoyado por el presidente estadounidense Donald Trump, se alza con el 40,2% de los votos. En segundo lugar queda el liberal Salvador Nasralla, con el 39,5% de los apoyos. Asfura ha reaccionado a la declaratoria con agradecimientos al CNE: “Reconozco la gran labor realizada por las consejeras y todo el equipo que llevó a cabo el desarrollo de las elecciones. Honduras: Estoy preparado para gobernar. No te voy a fallar”, escribió en su perfil de X, donde se hace llamar ‘Papi a la orden’. En un intento desesperado por alcanzar la victoria, Nasralla escribió el martes un mensaje a Trump acusando a su oponente de ser “cómplice de silenciar” votos que, afirmó, le favorecían.
La proclamación de vencedor ha estado marcada por las acusaciones y denostaciones de los consejeros del órgano electoral, que está constituido por representantes de los tres partidos políticos que participan en la contienda: el oficialista Libre, el Partido Nacional y el Partido Liberal, estos dos últimos son los clanes políticos que han gobernado Honduras en un largo bipartidismo, con la actual excepción de Libre y el Gobierno de la presidenta Xiomara Castro. Marlon Ochoa, consejero bajo el paraguas de Libre, repudió la decisión de sus otras colegas —la liberal Ana Paola Hall, presidenta del organismo, y la conservadora Cossette López— de poner fin a la incertidumbre sobre el triunfador de las elecciones.
“En estos momentos, me encuentro fuera de la sesión de Pleno [del CNE] y me dirijo al Ministerio Público a presentar denuncia contra el golpe de Estado Electoral que se encuentra en ejecución”, denunció Ochoa en sus redes sociales. López, por su parte, alertó de un “ataque” del oficialismo por decidir nombrar un ganador. “No existen condiciones actualmente para que ninguna otra entidad realice la declaratoria de elecciones más que el CNE, pero evidentemente, quieren forzar otros escenarios. Resguardemos el material, y estemos pendientes de nuestro propio proceso. Somos atacadas por cumplirle a Honduras. Seguiremos adelante”, dijo.
La tensión se ha mantenido hasta el último momento y bajo la presión de los observadores internacionales que han exigido el fin del llamado escrutinio especial, el recuento voto a voto de 2.972 actas electorales que según los partidos políticos presentan inconsistencias y cuyo resultado ha definido al triunfador. El proceso, que debió iniciar el 13 de diciembre, sufrió retrasos debido a obstáculos impuestos por los partidos políticos, incapaces de inscribir a sus representantes en el recuento y marcado por la lentitud, constantes interrupciones y “problemas técnicos”. Eso sumado a la protesta de centenares de partidarios de Libre, azuzados por los líderes del partido que denuncian un fraude masivo en la elección.
Estados Unidos subió el lunes el tono en sus exigencias y a través de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental advirtió de “consecuencias” si las autoridades electorales no finalizaban el proceso y nombraban un vencedor. “Es profundamente preocupante ver cómo ciertos partidos y candidatos continúan perturbando el proceso electoral hondureño. Es imperativo que quienes participan cumplan con sus obligaciones oportunamente para que el CNE pueda finalizar los resultados oficiales. Cualquiera que obstruya o intente retrasar el trabajo del CNE enfrentará consecuencias. El pueblo hondureño ha esperado demasiado. Merece un proceso oportuno, transparente y creíble”, alertó.
Un desesperado Nasralla presentó la mañana del miércoles, antes de que se conociera la proclamación oficial, imágenes de sus simpatizantes bailando y celebrando un supuesto triunfo. “El Partido Nacional está seguro que ganó las elecciones del 30 de noviembre, por eso la lucha continúa hoy 24 de diciembre, listos para revisar las casi 10,000 urnas en las que hay más de 2 millones de votos que las consejeras del CNE no quieren revisar, lo cual es una violación a la ley. Esto es una grave traición a la voluntad popular. Por eso no han emitido una declaratoria final consumando el asesinato a la democracia de Honduras”, denunció Nasralla.
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Capturan en Guatemala a salvadoreña que exigía la extorsión a comerciantes
La Policía Nacional Civil de Guatemala informa sobre la captura de una salvadoreña, acusada de exigir la extorsión a cambio de respetar la vida de un comerciante.
En las últimas horas, en la zona 3 de San José Pinula, la unidad de investigación policial dio con el paradero de Judith Cristina Cáceres de Rivera, de 37 años, originaria de Ahuachapán, El Salvador.Latinos y latinoamericanos
“Desde hace varios días, bajo amenazas de muerte, exigía Q.3 mil de inicio y Q.7 mil semanales de extorsión a un comerciante, quien denunció el hecho ante la PNC; y hoy la mujer pretendía recoger Q.2 mil, pero fue capturada en flagrancia”, detalla la PNC de Guatemala.
De acuerdo a las investigaciones, esta extorsionista pertenece a un grupo criminal de Imitadores de maras.
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Fiel hasta el último momento: perrito no abandona a su dueño fallecido en accidente
Una escena de fidelidad ha cautivado en las redes sociales, luego que un perrito permaneciera a lado de su dueño fallecido.
Según información que circula en redes sociales, el hecho se registró cuando el hombre, de quien se desconoce su identidad, perdió la vida al ser atropellado en una calle de Colombia.
Además, se informó que el hombre se dedicaba a vender toallas y siempre se hacía acompañar de su perrito.
La imagen ha causado diversas reacciones en redes, destacando el amor sincero que los perritos le tienen a sus amos.









