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Cámara aprueba ‘impeachment’ contra Donald Trump por “incitación a la insurrección”

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El presidente Donald Trump logró un nuevo récord de infamia. Con 232 votos a favor y 197 en contra, la Cámara de Representantes aprobó el segundo juicio político o proceso de ‘impeachment’ en su contra por “incitación a la insurrección”.

En el debate varios republicanos consideraron que la propuesta de los demócratas tras la toma violenta del Capitolio no ayuda a sanar al país, pero los primeros fueron cuestionados por permitir avanzar el discurso divisorio y teorías de conspiración de Trump. Al final 10 republicanos votaron a favor de la Resolución 24. 

“Sabemos que el presidente de Estados Unidos incitó esta insurrección, esta rebelión armada contra nuestro país. Debe irse, es un peligro claro y presente para la nación que todos amamos”, dijo la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi  (California).

Agregó que el presidente Trump ha difundido teorías de conspiración sobre el proceso electoral, lo cual afecta el proceso democrático. El momento climático de sus acusaciones fue el miércoles 6 de enero, el día de la invasión al Capitolio, cuando se certificó el voto del Colegio Electoral a favor del presidente electo Joe Biden.  

“Llegó ese día incendiario que todos experimentamos. El presidente debe ser acusado”, dijo.

Los republicanos enfrentaron una división, ya que el representante Jim Jordan  (Ohio), uno de los fieles seguidores del presidente, pidió la destitución de Liz Cheney (Wyoming) como presidenta de la Conferencia Republicana de la Cámara, debido a su apoyo al proceso contra el mandatario.

En el debate, Jordan acusó a los demócratas de perseguir al presidente Trump, una y otra vez, “de cancelarlo”.

“Siempre se ha tratado de conseguir al presidente pase lo que pase. Es una obsesión, una obsesión que ahora se amplía… Deténganse y piensen en ello. ¿Tiene una Primera Enmienda una función cuando la cultura de la cancelación sólo permite que un lado hable? ¿Cuándo ni siquiera puedes tener un debate en este país?… La cultura de la cancelación vendrá para todos nosotros”.

Aunque respaldo que el presidente Trump debió condenar la violencia en el Capitolio y tiene responsabilidad sobre la actuación de sus simpatizantes, el líder de la minoría en la Cámara, Kevin McCarthy (California), dijo que sería contraproducente aprobar un nuevo juicio en contra del mandatario.

“El presidente es responsable del ataque al Congreso el miércoles por parte de los alborotadores. Debería haber condenado inmediatamente a la turba cuando vio lo que se estaba desarrollando”, expresó. “(Pero) creo que acusar al presidente en tan poco tiempo sería un error. No se han completado investigaciones. No se han realizado audiencias”.

Los republicanos que se sumaron a favor son Dan Newhouse (Washington), John Katko (Nueva York), Jaime Herrera Beutler (Washington), Adam Kinzinger (Illinois), Fred Upton (Michigan), Liz Cheney (Wyoming), Peter Meijer (Michigan), Anthony Gonzalez (Ohio), Tom Rice (Carolina del Sur) y David Valadao (California).

“Creo que este es uno de esos votos que trasciende cualquier tipo de implicación política del momento… Es uno de los que vas a recordar cuando tengas 80 años y será del que hablarás”, dijo Kinzinger a CNN. Agregó que desconoce su futuro político, pero defendió su postura.

El representante Jordan se sorprendió por la cantidad de votos republicanos, ya que hasta casi el final del debate había solamente seis contabilizados.

El oxígeno a teorías de conspiración

Previa al debate sobre el artículo de acusación, los representantes establecieron un debate sobre el procedimiento.

“Nuestros amigos republicanos… apelan a la unidad, pero no reconoce que durante cuatro años varios de ellos oxigenaron las teorías de conspiración de Donald Trump”, lanzó Jim McGovern (Massachusetts).

El republicano Jordan criticó a los demócratas por oponerse al triunfo de Trump en 2016, aunque la demócrata Hillary Clinton ese año aceptó su derrota y llamó a su contendiente para conceder la elección.

Jordan acusó a McGovern y a Jamie Raskin (Maryland) de objetar el triunfo del presidente Trump, por lo que consideró que se manejan don “doble estándar”.

“¿Adivinen quién fue el primero en objetar el 6 de enero de 2017?… El presidente demócrata del Comité de Reglas”, dijo Jordan. “¿Nos dicen que estamos tratando de revertir las elecciones? ¿Adivina quién fue el segundo en presentar objeción en 2017? El individuo que maneja el juicio político para los demócratas”

Raskin es uno de los que redactaron el artículo para el juicio político al mandatario republicano, junto con David Cicilline (Rhode Island); Ted Lieu (California) y Jerrold Nadler (Nueva York).

Esta decisión de la Cámara es la segunda en contra el presidente Trump, quien en 2019 enfrentó junicio político por la colusión de su campaña electoral con el Gobierno ruso, investigación que fue realizada por el fiscal especial Robert Mueller. El mandatario no fue condenado. Ningún otro líder estadounidense ha logrado tan infame récord.

Qué sigue

La presidenta de la Cámara deberá enviar la acusación al Senado, pero el líder de la mayoría Mitch McConnell (Kentucky) confirmó que no habrá tiempo de llevar a cabo el juicio, aunque el líder de la minoría, Charles Schumer (Nueva York), pidió la convocatoria “lo antes posible”.

“Considerando las reglas, procedimiento y los precedentes del Senando sobre los juicios políticos presidenciales, simplemente no hay posibilidad de que un juicio justo y serio pueda concluir antes de que el presidente electo Biden sea jurado la siguiente semana”, dijo en un comunicado. “El Senado ha sostenido tres juicios políticos. Éstos tardaron 87 días, 37 días y 21 días, respectivamente”.

Ahora McConnell indica que ni aunque el proceso avanzara rápido podría llegarse a una decisión pronto, antes del 19 de enero, además de parafrasear al presidente electo Biden sobre una transición segura.

“Incluso si el proceso en el Senado comenzara esta semana y avanzara rápido, no podría lograrse un veredicto final, sino hasta que el presidente Trump deje la oficina. Esta no es una decisión mía; es un hecho”, justificó. “El presidente electo ha dicho que su inauguración en enero 20 es el camino ‘más rápido’ para cualquier cambio en la presidencia”.

Dijo que lo el Congreso y la Presidencia deberán enfocarse a la seguridad del cambio de gobierno.

“A la luz de esta realidad, creo que será mejor servir a nuestra nación si el Congreso y la rama ejecutiva se enfocan completamente los próximos siete días en facilitar una inauguración segura y una ordenada transferencia del poder para la entrante Administración Biden”, asestó.

Schumer consideró que el proceso puede iniciar si hubiera disposición de McConnell, además de adelantar que habrá consecuencias para el presidente Trump.

“Un juicio en el Senado puede comenzar de inmediato con el acuerdo del actual líder de la mayoría… para volver a convocar al Senado para una sesión de emergencia”, dijo. “Habrá una votación para condenar al presidente por delitos graves y faltas; y si el presidente es condenado, se votará para prohibirle que compita nuevamente”.

Cabe aclarar que el Senado no puede condenar al presidente Trump una vez quede deje el cargo  según varios expertos constitucionalistas.

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Ráfagas de viento y tormentas de polvo provocan múltiples accidentes en Texas

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Una serie de accidentes vehiculares tuvieron lugar en la carretera 285 en el Condado de Reeves en Texas, Estados Unidos, luego de que las ráfagas de viento alcanzaran los 121 km/h donde también ocurrió un choque masivo.

Además, las fuertes condiciones climáticas desataron fuertes tormentas de polvo, obstaculizando la visibilidad y cegando por completo a algunos conductores y desatando los accidentes viales.

Por este motivo, dicha carretera que moviliza millones de dólares en comercio y a miles de residentes a sus actividades diarias, permaneció cerrada para evitar un incremento en los accidentes, ya que la dificultad para ver, provocó que muchos automovilistas impactaran contra los vehículos ya accidentados.

Esto a su vez, dejó a muchas personas lesionadas, sin embargo, las autoridades locales no han revelado el balance de afectados ni las condiciones de salud de los mismos.

 

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Volcán de Fuego vuelve a lanzar rocas y ceniza

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Una vez más, el Volcán de Fuego volvió a alertar a los pobladores de la capital guatemalteca, ya que este sábado volvió a registrar el lanzamiento de columnas de gas, ceniza y rocas, según informó el instituto de vulcanología de Guatemala.

Estas expulsiones activaron las alertas, ya que su proximidad ronda las 15 por hora y tienen una intensidad moderada, alcanzando alturas de hasta 4,800 metros sobre el nivel del mar.

Además, los pobladores aseguran que unos fuertes retumbos se escuchan en las localidades aledañas, por lo que las autoridades elaboraron un reporte confirmando el suceso.

En las últimas semanas, este volcán ha mostrado un comportamiento diferente, ya que durante las madrugadas lanza material incandescente de gran tamaño en un radio de 200 metros, mientras que a 1 km de distancia caen rocas de un diámetro de 50 cm.

Las actividades turísticas en la zona se mantienen bajo vigilancia y advertencia, mientras que consideran restringir el tránsito aéreo para prevenir un accidente debido a la densidad de las columnas de gases y ceniza

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Qué se puede esperar del segundo mandato de Trump en Estados Unidos

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Donald Trump regresa este lunes a la Casa Blanca y se espera que lo haga con un aluvión de medidas ejecutivas que empiecen a dar forma a su gobierno y a transformar Estados Unidos, tal y como prometió en campaña.

En la campaña y en las semanas desde que ganó las elecciones ha ido presentando algunas de las líneas clave de lo que será su nuevo mandato, en el que va a poner el foco en controlar la frontera sur con México, deportar migrantes indocumentados e imponer aranceles a las importaciones para, dice, defender a los trabajadores estadounidenses.

En política exterior promete alinearse claramente con Israel en Medio Oriente, desafiar el ascenso de China y acabar con la guerra de Rusia en Ucrania gracias a su entendimiento con Vladimir Putin.

Antes de que empiece a tomar decisiones concretas, en BBC Mundo avanzamos qué se puede esperar del segundo mandato de Trump, que arranca este lunes.

Migración y frontera: «la mayor deportación de la historia»

La inmigración y la frontera fueron temas centrales de la agenda de Trump durante la campaña electoral. Y lo serán desde el lunes.

El republicano arreció su discurso antiinmigrantes afirmando que estos «envenenan la sangre del país» y haciéndoles responsables tanto de un supuesto aumento de la delincuencia -algo que no tiene base, según expertos y cifras oficiales- como del incremento en el precio de la vivienda.

Además, afirmó sin pruebas que hay países como Venezuela que supuestamente están vaciando sus cárceles e instituciones para enfermos mentales y enviando a estas personas a EE.UU.

Estos señalamientos recuerdan los que hizo en 2015, cuando lanzó su primera candidatura a la Casa Blanca y acusó a México de estar enviando hacia EE.UU. a «gente con un montón de problemas».

De cara a un nuevo mandato, Trump prometió expulsar del país a millones de extranjeros indocumentados en lo que asegura será la «mayor deportación» de la historia de Estados Unidos.

De acuerdo con estimaciones del centro de estudios Pew, para 2022 había en EE.UU. unos 11 millones de migrantes indocumentados, aunque Trump y su campaña aseguran que son muchos millones más.

Numerosos expertos han alertado de que una deportación masiva de migrantes sería costosa y difícil de acometer, además de que podría tener efectos negativos sobre ciertas áreas de la economía en las que la mano de obra indocumentada juega un papel clave.

Según estimaciones hechas por la organización FWD.US, en EE.UU. había durante la pandemia 5,2 millones de indocumentados en trabajos esenciales. Esto incluye en torno a 1,7 millones de personas que trabajaban en toda la cadena de producción y comercialización de alimentos.

Los sin papeles representan en torno a 17% de los trabajadores agrícolas y 13% del sector de la construcción, según un estudio del centro Pew de 2016.

Trump también prometió sellar la frontera con México y dijo que seguirá construyendo el muro entre ambos países, una de las promesas centrales de su primer mandato, durante el cual se erigieron unos 129 kilómetros (gran parte de ellos reemplazando verjas deterioradas) de los 727 kilómetros que tenía esa barrera cuando él abandonó la presidencia.

El republicano también plantea tomar otras medidas como restablecer la política que obligaba a los solicitantes de asilo a permanecer en México hasta que sus peticiones sean aprobadas y eliminar el derecho a la ciudadanía a los hijos de indocumentados nacidos en Estados Unidos.

Economía: menos impuestos, más aranceles

El buen desempeño de la economía estadounidense durante el gobierno de Trump -antes de la llegada de la pandemia de covid-19- es uno de los aspectos que más favorecieron su candidatura.

¿Qué puede esperarse para un segundo mandato?

Trump prometió nuevos recortes de impuestos para extender los que ya realizó durante su primer mandato, cuando redujo la tasa corporativa a 21% y recortó también los impuestos de las personas naturales, aunque estos solo de forma temporal, hasta 2025.

El republicano dijo en la campaña que quiere bajar aún más las tasas corporativas hasta 15% y que eliminará los impuestos sobre las propinas y sobre los pagos que reciben de la Seguridad Social los pensionados.

También propuso incrementar la producción de energía en EE.UU. -aumentando la explotación de combustibles fósiles- pues considera que su alto costo contribuyó a la inflación.

Afirmó además que logrará reducir el costo de la vivienda iniciando un programa de construcción de casas en tierras federales, así como reduciendo la demanda al deportar a los inmigrantes indocumentados, a quienes responsabiliza del aumento de los precios.

También dijo que impondrá un sistema de aranceles de 10% a 20% a la importación de la mayor parte de los productos extranjeros. Muchos economistas han advertido, no obstante, que este tipo de medidas terminarán siendo pagadas por los consumidores estadounidenses en forma de precios más altos.

En esta política de aumento de aranceles, China ocupará un lugar central, pues luego de haber iniciado una guerra comercial con Pekín durante su primer gobierno, Trump ahora contempla establecer aranceles de 60% a todos los bienes importados desde ese país.

El líder republicano también prometió adoptar un plan de cuatro años para eliminar la importación de bienes esenciales procedentes de China y establecer nuevas regulaciones para que las empresas estadounidenses inviertan en China “solamente cuando esas inversiones favorezcan a EE.UU.”.

En 2023, Estados Unidos importó de China bienes valorados por unos US$426.885 millones.

Es previsible que si Trump adopta estas medidas, la guerra comercial con Pekín se intensifique, lo que podría tener consecuencias no solamente para la relación bilateral, sino también para la economía global.

Las incógnitas sobre el aborto
La derogación del derecho al aborto en Estados Unidos es una de las mayores consecuencias políticas de la agenda republicana ejecutada por Trump durante su primer gobierno, pero durante la campaña de 2024 se convirtió para él en una suerte de campo minado electoral.

En su primer gobierno, Trump estableció una supermayoría conservadora en la Corte Suprema de Justicia con el nombramiento de tres nuevos magistrados.

Esa nueva mayoría derogó en 2022 el derecho al aborto a nivel federal (vigente desde 1973), que era justamente uno de los objetivos que el político republicano se había propuesto con estas designaciones.

Este cambio tuvo consecuencias. En la actualidad, hay 14 estados en los que existe una prohibición total o casi total del aborto y hay otros tres estados, en los que solamente se permite antes de la sexta semana de embarazo, momento para el cual es frecuente que las mujeres ni siquiera se hayan enterado de que están embarazadas.

Por causa de estas prohibiciones ha habido casos de mujeres que han muerto debido a que los médicos no les prestaron la atención sanitaria requerida por temor a ser procesados penalmente.

Estas medidas derivaron en reveses políticos para los republicanos que desde 2022 perdieron varias elecciones, incluso en estados tradicionalmente conservadores, en los que una mayoría de los votantes consideran que las restricciones impuestas al aborto han ido demasiado lejos.

Esto obligó a Trump a hacer una suerte de juego de equilibrismo durante la campaña en la que al mismo tiempo que se adjudicó como un éxito propio la derogación de este derecho por parte de la Corte Suprema, evitó fijar una posición firme, diciendo que cada estado debe decidir sobre la regulación de este asunto.

¿Qué piensa hacer al respecto en un nuevo mandato?

Durante la campaña, Trump negó que en caso de llegar a la Casa Blanca vaya a firmar una prohibición nacional del aborto y criticó la legislación de Florida que prohíbe esta práctica después de la sexta semana de embarazo, pero también dijo que se opone a una iniciativa electoral para establecer el derecho al aborto en ese estado.

Una política exterior aislacionista

La propuesta aislacionista llamada «Estados Unidos primero» fue fuente de numerosas polémicas durante el primer gobierno de Trump y será nuevamente la guía de su política exterior en su regreso a la Casa Blanca.

La Agenda 47, el programa de gobierno de Trump, establece entre sus objetivos prevenir la Tercera Guerra Mundial y restablecer la paz en Europa y en Oriente Medio.

A los socios europeos de EE.UU. les preocupa el regreso de Trump a la presidencia.

“No puedo edulcorar estas advertencias. Donald Trump es la pesadilla de Europa, y su amenaza de retirarse de la OTAN resuena en los oídos de todo el mundo”, le dijo durante la campaña electoral a la BBC Rose Gottemoeller, ex vicesecretaria general de la OTAN.

Una de los mayores preocupaciones de los europeos se relacionan con la guerra en Ucrania.

El candidato republicano dijo que Kyiv debió haber hecho concesiones a Moscú antes de la guerra para así evitar el conflicto y criticó el apoyo económico y militar que su país le ha dado a Ucrania tras la invasión de Rusia por considerar que ha sido excesivo y que ha servido más para alargar el conflicto que para solucionarlo.

Trump dijo que si él hubiera estado en la Casa Blanca, esa guerra no habría ocurrido y sostiene que pondrá fin a esa guerra en 24 horas, a través de un acuerdo negociado con Rusia. Ahora ya está matizando ese lapso exprés que se impuso para solucionar un conflicto que va camino de cumplir su tercer año.

Sus críticos, no obstante, creen que de esta forma lo único que logrará es darle mayor fuerza a Vladimir Putin.

En relación con la guerra en Gaza, Trump se declaró como el «protector de Israel» aunque criticó la forma como ese país ha llevado el conflicto e hizo llamamientos para que el gobierno de Benjamín Netanyahu consiga la victoria pronto y regrese a la normalidad.

«Lograré la paz en Medio Oriente y pronto», dijo en una entrevista con la televisora saudita Al Arabiya.

Esta semana se atribuyó el mérito de un cese al fuego en Gaza entre Israel y Hamás que entra en vigor este domingo, víspera de su toma de posesión.

Trump también prometió expandir los llamados Acuerdos de Abraham que él ayudó a establecer en 2020 y a través de los cuales cuatro países árabes acordaron normalizar relaciones diplomáticas con Israel: Emiratos Árabes Unidos, Marruecos, Bahréin y Sudán.

Esos acuerdos han sido criticados por haber dejado de lado la causa palestina, que históricamente ha sido el principal obstáculo para el establecimiento de vínculos entre Israel y los países árabes.

El próximo país que iba a integrarse a los acuerdos era Arabia Saudita, pero tras la guerra en Gaza, la monarquía saudita ha dicho que no lo hará hasta que no esté sobre la mesa una ruta para la creación de un Estado palestino, una posibilidad a la que hasta ahora se resiste el gobierno del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu.

De esta forma, no queda claro cómo Trump lograría reimpulsar los Acuerdos de Abraham.

¿ Salvador o destructor de la democracia estadounidense?
La democracia en Estados Unidos es uno de los temas que estuvo en el centro de la campaña presidencial 2024. Pero se trata de un asunto sobre el cual había visiones divergentes.

Los republicanos afirman que un segundo gobierno de Trump serviría para “restaurar el gobierno de, para y por la gente”, así como para hacer respetar la Constitución y defender la integridad de las elecciones.

Los demócratas, en cambio, creen que la negativa de Trump a reconocer su derrota en las elecciones presidenciales de 2020, así como sus esfuerzos para revertir esos resultados y evitar la certificación de la victoria de Joe Biden (incluyendo el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021), son pruebas de que el exmandatario es una amenaza para la democracia.

Trump incluso ha prometido indultar a los condenados por el asalto al Capitolio, a los que considera como «rehenes» en la guerra que, dice, los demócratas libran contra él.

En todo caso, lo que sí parece claro es que los republicanos buscarán que un segundo mandato de Trump sea más eficaz y que la consecución de sus objetivos no se vea obstaculizada por los funcionarios de carrera que no concuerdan con las ideas del republicano.

Ciertamente durante el primer mandato de Trump hubo funcionarios de distintos rangos que moderaron o frenaron iniciativas del mandatario por distintas razones, incluyendo el considerarlas nocivas para el país o ilegales.

Por otra parte, los republicanos consideran que el gobierno de Trump se vio afectado negativamente por la falta de preparación de su propio equipo.

De hecho, el exmandatario dijo recientemente que su mayor error en el poder había sido escoger a “personas malas o desleales”.

Para sortear estos dos problemas, la Agenda 47 prevé que el primer día de gobierno Trump firme una orden ejecutiva que le permita colocar a personas de su confianza en posiciones clave del Ejecutivo que tradicionalmente han sido cubiertas por funcionarios de carrera.

Esto es algo que entusiasma a los trumpistas y, de hecho, es algo que él intentó al firmar en agosto de 2020 una orden ejecutiva similar cuyos frutos no cosechó pues poco después tuvo que abandonar la presidencia tras perder las elecciones.

“Esa norma, en efecto, permitiría a un presidente despedir a miles de empleados gubernamentales y reemplazarlos por sus partidarios”, explica Anthony Zurcher, corresponsal de la BBC en Estados Unidos.

“Para los partidarios del exmandatario contar con un equipo de funcionarios y asistentes más dispuestos significará una presidencia de Trump menos caótica y más eficaz a la hora de impulsar políticas”, agrega.

Sin embargo, es una posibilidad que genera preocupación entre los críticos de Trump.

Barbara Perry, profesora de estudios presidenciales en el Centro Miller de la Universidad de Virginia, advierte que reemplazar a los funcionarios privaría a la administración pública del conocimiento y experiencia que estas personas han acumulado trabajando durante décadas de una forma no partidista.

“En Estados Unidos se abordó la reforma de la función pública en el siglo XIX, precisamente para librarse de las personas que estaban en esos cargos por razones políticas”, indica.

“Si eso ocurre no habrá frenos ni ningún elemento de contención para limitar la agenda y el extremismo de Trump”, agrega.

Esa situación se vería agravada, según la experta, por el hecho de que ya Trump cuenta con una supermayoría conservadora en la Corte Suprema y los republicanos controlan ahora, aunque por estrecho margen, las dos cámaras del Congreso.

La agenda 47, no obstante, plantea que estas medidas para copar el Ejecutivo con funcionarios afines a Trump servirán para desmantelar el llamado “Deep State” (Estado profundo), una supuesta red secreta de funcionarios no electos que controlarían el Estado, y luchar contra la corrupción dentro del gobierno.

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