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Falta de agua potable y de medicamentos complica tareas de ayuda a sobrevivientes del tsunami en Indonesia
Los rescatistas trataban este martes de llevar su ayuda a las regiones devastadas por el tsunami que siguió a una erupción volcánica en Indonesia, pero la falta de agua potable y de medicamentos complicaba su tarea y afectaba a miles de personas refugiadas en centros de emergencia.
Los trabajadores humanitarios advertían contra los riesgos de crisis sanitaria mientras que el balance del desastre supera ya los 400 muertos.
En este país mayoritariamente musulmán, la minoría cristiana celebró Navidad orando por las víctimas del desastre.
En Carita, se celebró una corta misa en la iglesia pentecostal Rahmat, cerca de una de las zonas más afectadas por el desastre. «Esta Navidad es diferente porque la celebramos en pena catástrofe» dice Eliza, una fiel.
Una falsa alerta provocó el pánico entre los habitantes de la localidad, que temen un nuevo tsunami, mientras se reducen las reservas de agua y de medicamentos.
«Muchos niños están enfermos, tienen fiebre, dolor de cabeza y no tienen suficiente agua», explicó Rizal Alimin, un médico de la oenegé Aksi Cepat Tanggap, en una escuela transformada en refugio improvisado.
El tsunami golpeó el sábado el litoral del estrecho de la Sonda, que separa las islas de Sumatra y Java, y dejó al menos 429 muertos, más de 1.485 heridos y 154 desparecidos, según el último balance de la Agencia nacional de gestión de catástrofes.
Más de 5.000 personas fueron evacuadas.
Los expertos avisaron que existe un fuerte riesgo de nuevas olas mortales a causa de la actividad volcánica.
La ola provocada por el volcán conocido como el «hijo» del legendario Krakatoa, el Anak Krakatoa, arrasó cientos de edificios en las costas meridionales de Sumatra y en el extremo occidental de Java. Numerosos refugiados temen regresar a sus casas.
‘Miedo’
«Estoy aquí desde hace tres días», declaró Neng Sumarni, de 40 años. Duerme junto a sus tres hijos y su esposo en el suelo de la escuela, con otras treinta personas. «Tengo miedo, porque mi casa está muy cerca de la playa».
Abu Salim, voluntario de la asociación Tagana, explicó que los trabajadores humanitarios apenas consiguen estabilizar la situación.
«Hoy, incidimos en la ayuda a los refugiados que están en los centros, instalamos cocinas, distribuimos equipos logísticos y más tiendas en los lugares más adecuados», indicó a la AFP.
La gente «sigue sin tener acceso al agua potable. Muchos refugiados fueron a zonas altas y no hemos logrado llegar a ellos».
Los rescatistas hacen llegar las ayudas principalmente por carretera. Dos barcos del gobierno abastecen a varias islas cercanas a las costas de Sumatra, donde los habitantes están atrapados.
Socorristas con excavadoras y otros equipos tratan de retirar los escombros, y algunos rescatistas trabajan sin herramientas.
Según los expertos, la catástrofe del sábado se debió a una erupción moderada del Anak, que causó un hundimiento submarino de una parte del volcán y el desplazamiento de grandes masas de agua.
Antecedentes
A diferencia de los tsunamis causados por sismos, que activan los sistemas de alertas, las olas «volcánicas» dan muy poco tiempo a las autoridades para avisar a la gente.
Indonesia, una de las zonas más proclives a sufrir catástrofes de la Tierra, se encuentra en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, donde coinciden placas tectónicas y se producen una gran parte de las erupciones volcánicas y sismos del planeta.
Anak Krakatoa es una pequeña isla volcánica que surgió en el océano medio siglo después de la mortífera erupción del volcán Krakatoa de 1883. Es uno de los 127 volcanes activos de Indonesia.
En aquella ocasión, una columna de cenizas, piedras y humo salió expulsada a más de 20 km de altura, sumiendo a la región en la oscuridad y provocando un enorme tsunami que tuvo repercusiones en todo el mundo. La catástrofe dejó más de 36.000 muertos.
El 26 de diciembre de 2004, un tsunami desencadenado por un sismo submarino de magnitud 9,3 frente a las costas de Sumatra, en Indonesia, causó la muerte de 220.000 personas de varios países del océano Índico, 168.000 de ellas en Indonesia.
Nacionales
Dos mujeres lesionadas en accidente de tránsito en la colonia Escalón
Dos mujeres resultaron lesionadas la madrugada de este miércoles tras un accidente de tránsito registrado sobre la avenida Masferrer, en la colonia Escalón, San Salvador, en el sentido que conduce hacia el redondel Luceiro.
De acuerdo con el informe preliminar, la conductora perdió el control del vehículo, impactó contra un árbol y posteriormente volcó.
Equipos de socorro acudieron al lugar para brindar atención médica a las víctimas, quienes fueron trasladadas a un centro asistencial.
Agentes de la División de Tránsito Terrestre de la Policía Nacional Civil (PNC) acordonaron la zona mientras se realizaban las labores de rescate y el retiro del vehículo siniestrado.
Nacionales
Siguen las labores para localizar a personas desaparecidas tras choque de lanchas en lago de Ilopango
Nacionales
Ministra de Vivienda verifica avance final de 44 nuevas viviendas en San Miguel
La ministra de Vivienda, Michelle Sol, realizó una visita de supervisión a los trabajos de construcción de 44 viviendas en San Miguel, destinadas a familias que anteriormente habitaban en zonas de alto riesgo.
Según informó la funcionaria, el proyecto se encuentra en su etapa final, con cuadrillas que ejecutan labores de limpieza, retoques, pintura de áreas comunes y siembra de plantas ornamentales.
Sol destacó que el 86% de las beneficiarias son mujeres jefas de hogar, quienes además participaron activamente en la construcción mediante el modelo de ayuda mutua.
El proyecto forma parte del Programa de Reasentamientos impulsado por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele, con el objetivo de brindar soluciones habitacionales seguras y dignas a las familias salvadoreñas.







