Internacionales
Gustavo Petro será el primer presidente de izquierda de Colombia
El candidato de izquierda Gustavo Petro se impuso este domingo sobre el independiente Rodolfo Hernández en la segunda vuelta de las elecciones de Colombia y con 11,2 millones de votos, la mayor cantidad de la historia, será el primer presidente de izquierda del país.
Con el 100% de las mesas informadas, Petro tiene un 50,44% de los votos por los 47,31% de Hernández, que reconoció su derrota y aceptó el resultado.
Este era el tercer intento de llegar a la presidencia de Petro, un economista de 62 años especializado en medio ambiente, que fue guerrillero en los años 80 y que hasta ahora ejerce como senador y fue alcalde de Bogotá de 2012 a 2015.
Su triunfo confirma la transformación de un país que, tras la firma de los acuerdos de paz en 2016, empezó a expresar otras demandas sociales no atendidas y que explotaron con los estallidos de 2019 y 2021; un país que, tras 50 años de conflicto, ya es capaz de elegir a un exguerrillero como Jefe de Estado.
Además, es un presidente que no pertenece a los círculos tradicionales de la política colombiana, de los que siempre había salido el ocupante de la Casa de Nariño.
Petro supo ganarse, entre otros, al electorado joven y a las mujeres con una agenda basada en la promoción de la igualdad y de reformas económicas y poniendo las políticas de medio ambiente en el centro de su programa.
“Aquí lo que viene es un cambio de verdad, un cambio real. En ello comprometemos la existencia, la vida misma, no vamos a traicionar ese electorado que lo que le ha gritado al país, lo que le ha gritado precisamente a la historia es que a partir de hoy Colombia cambia, Colombia es otra”, dijo Petro en el discurso de celebración en un enfervorizado estadio en Bogotá y rodeado de su esposa e hijas.
“Llamé a @PetroGustavo para felicitarlo como presidente electo de los colombianos. Acordamos reunirnos en los próximos días para iniciar una transición armónica, institucional y transparente”, dijo Duque.
También otros presidentes de la región lo llamaron para felicitarle.
En la primera vuelta, Petro había sido el más votado con 8,5 millones de apoyos, una cifra ya histórica para un candidato de izquierda, y este domingo logró otro hito: sumó más de 11,2 millones de apoyos, la mayor votación de un presidente, favorecida por una participación de casi el 58%, la mayor desde las elecciones de 1998.
En 2018 había perdido ante Duque con 8 millones por los más de 10 de su rival.
El mandatario electo ha sabido leer el descontento social de una ciudadanía que estalló en protestas y que salió de la pandemia más consciente de la tremenda desigualdad del país, una de las mayores del mundo, y con deseos de cambio tras décadas gobernada por lo que Petro llamó “los mismos de siempre”.
Petro no sólo es el primer presidente de izquierda del país. También es el primero fuera del llamado establecimiento o clase política tradicional; y el primero que proviene de la costa (nació en Ciénaga de Oro el 19 de abril de 1960), y de la mano de la primera vicepresidenta afro, Francia Márquez, quiere reflejar el país multicultural que es Colombia.
Este será “el gobierno de la gente, de las manos callosas, el gobierno de la gente de a pie, el gobierno de los nadies y las nadies de Colombia”, festejó Márquez antes de dar paso al discurso de Petro.
Su rival fue Rodolfo Hernández, de 77 años, un político independiente y sin partido que renegó de los políticos, un empresario que quería llevar al Estado las lógicas empresariales, un adalid contra la corrupción que el 21 de julio encara un juicio, precisamente, por corrupción.
“Acepto el resultado, como debe ser si queremos que nuestras instituciones sean firmes”, dijo Hernández en un video divulgado en sus redes sociales, desde donde hizo una novedosa campaña que estuvo a punto de dar la sorpresa tras ser un desconocido de la política nacional hace tan sólo seis meses.
“Le deseo al doctor Gustavo Petro que sepa dirigir el país, que sea fiel a su discurso contra la corrupción y que no defraude a quienes confiaron en él”, agregó.
Gustavo Petro rompe la historia de Colombia al convertirse en el primer presidente de izquierda pura y dura.
El proyecto de paz y reconciliación le ganó, esta vez, al del pragmatismo y el crecimiento económico. Le tomó 40 años de carrera política.
Cuatro razones por las que ganó: Primero, su carrera. La empezó como guerrillero, luego como congresista denunció lo peor de la corrupción y la violación de derechos humanos. Después usó la alcaldía de Bogotá como plataforma para la presidencia. Y en su tercera postulación, venció.
Segundo, la coyuntura. Un proceso de paz que abrió ventanas para un futuro distinto, dos estallidos sociales, una pandemia que profundizó la pobreza y un gobierno de Iván Duque impopular generaron el momento propicio para una presidencia de Petro.
Tercero, la crisis de la clase política. Como nunca, los colombianos se pusieron de acuerdo en que había que echar a “los mismos de siempre” del poder, ahora en manos del impopular Duque. Con Álvaro Uribe cuestionado legalmente, la centroderecha se dividió y desprestigió.
Y cuarto, el país de los 60 años de guerra eligió a un exguerrillero. Y eso se debe a un cambio generacional que dejó atrás la dicotomía de la Guerra Fría y se puso a hablar de desigualdad, medio ambiente y derechos sociales.
Petro supo representar a esa nueva Colombia.
“No es la guerra, es la educación; no es el petróleo y la cocaína, es el trabajo sobre el surco bajo el sol y la transformación de los productos en la industria; no es una oligarquía minoritaria gobernando a Colombia, es una democracia multicolor”, dijo en campaña Petro, el candidato del llamado Pacto Histórico, una alianza de izquierdas que él supo aglutinar durante años tras alejarse de sus propuestas más radicales del pasado.
Algunas de sus propuestas, sin embargo, pueden sacudir el orden neoliberal tradicional del país.
Plantea una reforma fiscal que muchos expertos consideran imprescindible de una forma u otra; la transición para acabar con el extractivismo del petróleo, la principal fuente de dinero para el Estado a través de las exportaciones; y una reforma agraria que es una asignatura pendiente en un país que ha tenido la propiedad de la tierra como fuente del histórico conflicto.
“Nosotros vamos a desarrollar el capitalismo en Colombia”, dijo este domingo Petro, que en los últimos meses se ha ido acercando al empresariado tratando de mitigar los temores de quienes lo ven como un radical de izquierdas que expropiará y convertirá Colombia en Venezuela.
El colapso económico y político de su vecino, bajo un gobierno socialista desde 1999, es un fantasma que asusta a muchos aún en Colombia.
Siempre crítico con las instituciones, ahora, ante Hernández, se presentó como su mayor valedor, como el representante de un cambio moderado ante un rival con pocas propuestas claras.
Un contrapeso serán precisamente esas instituciones. Para aprobar sus propuestas necesitará de consensos en un Congreso donde no tiene mayoría.
Sí la logró este domingo: consiguió 2,7 millones de votos más que en la primera vuelta.
Superó así lo que muchos habían calificado como “Petrofobia”, términos que resumía diversos miedo: a la izquierda en un país conservador, a sus propuestas más ambiciosas y a su pertenencia al grupo guerrillero M-19 hace décadas, por la que incluso estuvo en prisión por posesión de armas.
Que se haya impuesto a esos temores es reflejo de una Colombia más joven, más participativa, con nuevas demandas y con más determinación para exigirlas. Y un país que, pese a que aún sufre la violencia, da pasos renovados y decididos hacia la paz.
“La paz es que alguien como yo pueda ser presidente o que alguien como Francia pueda ser vicepresidenta”, resumió el presidente electo.
Internacionales
Narco, apagones, bajo crecimiento: Ecuador en problemas antes de nuevas presidenciales
La peor sequía en seis décadas tiene en jaque a las hidroeléctricas que cubren un 70 % de la demanda, el suministro de agua potable y la producción agrícola. La vida cotidiana es una pesadilla para muchos ecuatorianos.
«Lo que está viviendo el Ecuador es una crisis multidimensional que se expresa en términos económicos, eléctricos y políticos», dijo a la AFP Fernando Carrión, investigador político de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) en Quito.
La nación de 17 millones de habitantes dejó hace varios años de ser una isla de paz entre Colombia y Perú, los mayores productores mundiales de coca. Convertida en centro internacional de operaciones del narcotráfico y el crimen organizado, la tasa de homicidios escaló de seis por cada 100.000 habitantes en 2018 al récord de 47 en 2023.
Noboa aplicó una política de mano dura y logró bajarla a 33, pero la sensación de inseguridad persiste. Y el fantasma de las masacres carcelarias regresó, con 17 muertos en el último choque.
El mandatario gobierna desde hace un año sin mayoría en el Congreso y distanciado de su vicepresidenta Verónica Abad, que fungía como embajadora en Israel y a quien el ministerio de Trabajo suspendió por cinco meses por el «abandono injustificado» de sus funciones.
Esa decisión le impedirá reemplazar a Noboa en enero cuando inicie su campaña por la reelección. Abad, que acusa a Noboa de «persecución», regresó a Ecuador el miércoles en «un acto de rebeldía».
«Hay desafíos por todo lado», manifestó el analista político y económico Alberto Acosta Burneo, del consultor Grupo Spurrier.
«Época frustrante»
La economía ecuatoriana, dolarizada y dependiente de la estancada producción petrolera, es otro eslabón en vilo. Antes de los apagones que llevan dos meses continuos, el país ya registraba una «fase muy baja de crecimiento», anotó Acosta Burneo.
Los cortes de luz empezaron en abril y arreciaron en septiembre ante la escasez de lluvias, asociada al cambio climático de acuerdo con la ministra encargada de Energía, Inés Manzano.
El gobierno prevé extenderlos al menos hasta diciembre, a un «costo muy grande» para el país, explicó Acosta Burneo.
Ecuador calculó con anticipación un crecimiento de 0,9% en 2024, contra 2,4% de 2023. El FMI pronosticó apenas 0,3%.
Los apagones dejan pérdidas por 1.440 millones de dólares (1% del PIB), según gremios empresariales que calculan en 12 millones de dólares el costo por cada hora sin luz.
«Es una época muy frustrante», reconoció Noboa, un empresario que se autodefine de centro-izquierda.
La aprobación de Noboa cayó de 85% en enero a 42% en octubre de acuerdo con Perfiles de Opinión. Su mandato de 18 meses termina en mayo de 2025, como reemplazo del derechista Guillermo Lasso (2021-2023).
Sin completar sus cuatro años de mandato, Lasso disolvió el Congreso y llamó a elecciones anticipadas para evitar un juicio político que buscaba su destitución.
La más reciente encuesta de la empresa Comunicaliza señala que el mandatario ha caído al menos seis puntos en la intención de voto. Aunque sigue en el primer lugar con 27,5%, seguido de la izquierdista Luisa González (26,7%).
«Estas distintas crisis le están golpeando (a Noboa) y probablemente la que más le golpea (…) es la crisis de la energía», aseguró Carrión.
Popularidad golpeada
Tras una arremetida del narco en enero, el gobernante respondió con duras políticas contra una veintena de organizaciones vinculadas a cárteles internacionales.
Declaró al país en conflicto armado interno, desplegó militares en las calles y las cárceles, dio los estatus de «terroristas» y «beligerantes» a las bandas para enfrentarlas sin tregua.
Su estrategia disminuyó los homicidios y aumentó el decomiso de droga a 262 toneladas en lo que va del año, frente a las 219 toneladas de 2023.
Sin embargo, la población «tiene una percepción de inseguridad muy alta, lo cual hace que el presidente pierda apoyos», señaló Carrión.
Noboa admitió que la crisis eléctrica «sí ha afectado» su popularidad.
Los secuestros y extorsiones también desangran al país. «Todo eso hace mella en la legitimidad del presidente y sus aspiraciones» de reelección, consideró Carrión. Bajo el fantasma del magnicidio, algunos candidatos presidenciales denuncian amenazas.
Más de 30 políticos han sido asesinados desde el año pasado, entre ellos el candidato a la presidencia Fernando Villavicencio (centro), baleado al salir de un mitin en Quito en vísperas de la primera vuelta del 9 de agosto de 2023.
Internacionales
«Artefacto explosivo» estalla cerca de la sede de la autoridad carcelaria de Colombia
La Policía Metropolitana de Bogotá y el departamento local de bomberos «atienden la activación de un artefacto explosivo en inmediaciones del INPEC (Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario)», escribió el miércoles en la red social X el alcalde Carlos Fernando Galán, pasadas las 21H00 locales (02H00 GMT).
«No hay personas heridas y los daños materiales son menores», agregó.
El general José Gualdrón, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, aseguró más tarde a medios que el estallido se debió al «lanzamiento de un artefacto explosivo improvisado en una bolsa».
Técnicos de la institución analizan el material explosivo para determinar su composición, agregó Gualdrón.
Medios locales transmitieron imágenes captadas por una cámara de seguridad en las que se observa a un hombre manipulando un paquete y posteriormente abandonándolo a metros de las instalaciones del INPEC, a las 20H21 locales (01H21 GMT).
En los últimos meses, los ataques armados contra funcionarios penitenciarios en Colombia se han recrudecido.
«Llevamos, desafortunadamente, 22 atentados y 11 funcionarios muertos en el año 2024 (…) Hoy en día los funcionarios penitenciarios del INPEC no están siendo ajenos a los ataques del crimen organizado», aseguró el coronel Daniel Gutiérrez, director del INPEC, en una rueda de prensa la tarde del miércoles convocada tras el asesinato a un vigilante de la cárcel bogotana de La Picota.
Según Gutiérrez, los ataques se deben a que la autoridad carcelaria lleva a cabo «un trabajo fundamental conteniendo el delito desde las cárceles».
Expertos aseguran que varias organizaciones criminales manejan negocios ilegales como la extorsión desde el interior de las cárceles colombianas.
«¿Alguna duda de que el INPEC y sus trabajadores estamos siendo víctimas del conflicto armado y objetivo militar de los grupos al margen de la ley?», reaccionó el miércoles desde su cuenta de X Óscar Robayo, presidente de la Unión de Trabajadores Penitenciarios.
En mayo, el coronel retirado Elmer Fernández, director de la prisión de La Modelo, una de las principales de Colombia, fue asesinado a tiros luego de recibir varias amenazas de muerte.
Colombia, principal productor de cocaína del mundo, está no obstante lejos de la violencia de su vecino Ecuador, donde las cárceles son epicentro de masacres y tiroteos.
En las prisiones ecuatorianas, destino de buena parte de la droga que se produce en el lado colombiano de la frontera, reos han retenido a guardias durante días.
Internacionales
La OMS aprueba una segunda vacuna contra la mpox
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó el martes una vacuna contra la mpox de la farmacéutica japonesa KM Bilogics, la segunda en obtener la luz verde de la agencia de la ONU.
La OMS explicó que permitirá el uso de emergencia del inmunizante LC16m8 para «facilitar un mayor y rápido acceso a las vacunas en las comunidades donde se expanden los brotes de mpox».
Esta licencia allana el camino para que las autoridades estatales aprueben e importen rápidamente el fármaco para su distribución.
Esto «marca un paso significativo en nuestra respuesta a la emergencia actual, aportando una nueva opción para proteger a todas las poblaciones, incluidos los niños», dijo Yukiko Nakatani, subdirectora general de la OMS de acceso a medicamentos y productos de salud.
La agencia de la ONU declaró en agosto una emergencia de salud pública de importancia internacional por la mpox tras el aumento de casos del Clado 1b en República Democrática del Congo (RDC), que se extendió a otros países.
Esta y otras cepas de este virus se han detectado en 80 países en lo que va de año, según la OMS.
República Democrática del Congo es de largo el más afectado y donde se han registrado la mayoría de 39.000 casos sospechosos y casi mil muertos.
La OMS subrayó que el anuncio del martes es particularmente importante porque el gobierno japonés se comprometió a donar 3,05 millones de dosis de esta vacuna a RDC.
«Es el mayor paquete de donación anunciado hasta la fecha para la actual emergencia de mpox», afirmó.
Sin embargo, la agencia advirtió que la vacuna no debe usarse durante el embarazo o en personas inmunocomprometidas.
El mpox, antes conocido como viruela del mono, fue detectado por primera vez en humanos en 1970 en la actual RDC (ex Zaire).
Es una enfermedad viral que se transmite del animal al humano, así como por por contacto físico estrecho con una persona infectada por el virus.
Provoca fiebre, dolores musculares y lesiones cutáneas y en algunos casos puede ser mortal.