Judicial
Laura Sánchez habría sido decapitada por un pandillero de la MS con quien tuvo una relación

La joven vivía en una zona donde acecha la pandilla 18 Revolucionarios y su cuerpo fue encontrado semienterrado en un lugar en el que predomina la MS.
La joven Laura Concepción Sánchez, de 19 años, quien desapareció el pasado 12 de julio en las cercanías del centro comercial Metrópolis, en la zona de la Zacamil, habría sido asesinada y decapitada por un pandillero de la Mara Salvatrucha (MS-13), con quien tuvo anteriormente una relación sentimental.
Una fuente cercana al caso reveló a El Salvador Times que la joven anteriormente tuvo un novio de la MS, quien estuvo guardando prisión en un centro penal por un delito que no fue detallado.
La fuente también establece que el sujeto tiene varios meses de haber salido del centro penitenciario y que este le habría estado controlando los pasos a Sánchez, así como a las personas con las que entablaba amistad.
Asimismo, dijo que el arma que utilizaron para decapitarla fue un corvo por los cortes que tenía en el cuello y se presume que antes de asesinarla la torturaron, ya que el cadáver -en estado de descomposición- presentaba heridas hechas con un objeto cortopunzante.
«El caso de su muerte se da porque ella tenía amistades con personas vinculadas a la pandilla 18 Revolucionarios, ya que su pareja anterior es de la MS», dijo la fuente, quien pidió anonimato.
La joven vivía en una zona donde acecha la pandilla 18 Revolucionarios y su cuerpo fue encontrado semienterrado en un lugar en el que predomina la MS, por lo que a las autoridades les pareció sospechoso este hallazgo.
El cadáver de la joven fue encontrado semienterrado el viernes 27 de julio en el patio de una casa de la Colonia Santa María, sobre la calle que conduce al cantón Mariona, en Cuscatancingo.
En esa zona es donde presuntamente se moviliza el sujeto y en la que suele delinquir en el territorio. Por eso, el sujeto conocía muy bien la casa abandonada donde la mataron, decapitaron y posteriormente la enterraron.
En el mismo lugar, las autoridades también encontraron el cadáver de otra mujer que no fue identificada y se cree que no está relacionado a este hecho. Ambas fosas estaban separadas con una distancia de tres metros una de la otra. A la zona, hicieron presentes elementos de la Policía Nacional Civil (PNC) y de la Fiscalía General de la República (FGR).
Otra persona cercana al caso dijo que al cadáver se le practicará la autopsia y un examen de ADN, pues la joven fue reconocida por la familia por la ropa que llevaba puesta al momento de desaparecer. De igual forma, con esos estudios se determinarán las causas exactas de la muerte y si los cortes en el cuello fueron hechos después de haberla asesinado.
Amistades afines a la pandilla 18
El día en que desapareció, Sánchez iba a realizar compras al centro comercial Metrópolis aproximadamente las 11:30 de la mañana, pero la joven ya no volvió a su casa y eso angustió a la madre. Aseguró que su hija casi nunca salía de su casa, a excepción de los días sábados que asistía a estudiar.
La joven de 19 años estudiaba segundo bachillerato a distancia en el Instituto Nacional Alberto Masferrer (INAM). Su sueño era continuar sus estudios universitarios y convertirse en enfermera.
La madre de Sánchez dijo a este medio que la Fiscalía había hackeado el Facebook de la joven para conocer si esta había sido amenazada en sus redes sociales y a la vez determinar los vínculos y amistades que esta tenía.
Este medio pudo corroborar en el Facebook de Sánchez que esta tenía amistades cercanas a la pandilla 18. De hecho, a una joven a quien Sánchez califica como su mejor amiga es compañera de vida de un pandillero, que en el lenguaje pandilleril se denomina «jaina».
Por el momento, las autoridades investigan el hecho y aún no se ha dado un reporte oficial de las circunstancias o el móvil de este crimen. La familia ha padecido todo un calvario desde la desaparición de la joven, por lo que tampoco han querido sentar postura sobre lo sucedido.
Judicial
Tribunal inicia proceso penal contra 48 alumnos señalados de pertenecer a la «La Raza”

El Tribunal Cuarto contra el Crimen Organizado de San Salvador abrió el proceso penal contra 48 estudiantes y exestudiantes de institutos nacionales, entre ellos 14 menores de edad, acusados de integrar “La Raza”, una nueva estructura delictiva surgida en centros educativos del país.
El caso, llevado con reserva total, incluye imputaciones por delitos relacionados con crimen organizado como agrupaciones ilícitas, lavado de dinero, proposición y conspiración para homicidio, falsificación de moneda, agresión sexual y amenazas.
La audiencia contó con la presencia exclusiva de fiscales, defensores y padres de los menores, quienes fueron trasladados a la sala sin ser expuestos ante los medios. Los adultos enfrentaron la audiencia de forma virtual para la imposición de medidas.
Las capturas se ejecutaron el 24 de junio de 2025, ordenadas por la Fiscalía General de la República, y tuvieron lugar en los institutos General Francisco Menéndez (INFRAMEN), Nacional Técnico Industrial (INTI), Albert Camus y Acción Cívica Militar, tras investigaciones que duraron varios meses.
Las autoridades recibieron información sobre actividades delictivas vinculadas a esta agrupación en los centros escolares y zonas aledañas. Según el gabinete de Seguridad, “La Raza” tenía como objetivos a profesores y agentes policiales, contra quienes dirigía sus acciones criminales.
Los abogados defensores señalaron que no existen pruebas contundentes que demuestren la vinculación de sus clientes con la estructura delictiva, y negaron que los acusados formen parte de “La Raza”. El proceso continúa en desarrollo.
Judicial
Prisión para pandilleros que asesinaron a una mujer tras saber que vivía en una zona controlada por otra estructura

La Fiscalía General de la República (FGR) logró que tres miembros de la pandilla 18 Sureños fueran condenados a 25 años de prisión por el homicidio de una mujer ocurrido en el departamento de La Libertad.
Los condenados fueron identificados como Giovanni Stanley Santamaría Flores, alias Skipi; Giovanni Stanley Castillo Monjes, alias Saiper; y Alex Edgardo Guillén Zacatares, conocido como Orejón. Las investigaciones determinaron que los tres pertenecen a estructuras terroristas activas en la zona.
Según la FGR, el crimen ocurrió luego de que los pandilleros se encontraran con la víctima en un bar, donde uno de ellos entabló conversación y le ofreció una bebida alcohólica. Posteriormente, le propuso llevarla a su casa, pero al enterarse de que vivía en una zona dominada por una pandilla rival, cambiaron el destino.
La mujer subió al vehículo en el que viajaban los tres agresores y, al llegar al sitio acordado, fue atacada a balazos. Los delincuentes la abandonaron creyendo que había muerto.
Minutos después, agentes policiales la encontraron con vida, la auxiliaron y la trasladaron a un centro asistencial, donde falleció a causa de las graves heridas.
La FGR confirmó que los tres implicados ya guardan prisión y enfrentan además otro proceso penal por el delito de agrupaciones ilícitas.
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Condenan a pandilleros de la MS por asesinato en torneo navideño en La Unión

Tres integrantes de la MS, vinculados a la clica Brentwood, fueron sentenciados a penas de 18 y 20 años de prisión por el asesinato de un hombre durante un torneo navideño en Concepción de Oriente, La Unión.
El Tribunal de Sentencia de La Unión confirmó la culpabilidad de los acusados tras validar las pruebas presentadas por la Fiscalía General de la República (FGR), que demostraron la participación directa de cada imputado en el crimen ocurrido el 20 de noviembre de 2019.
Según las investigaciones, la víctima fue atacada a tiros mientras se desarrollaba un torneo en la cancha de fútbol del caserío Ojo de Agua, cantón Gueripe, un hecho que causó conmoción entre los asistentes.
La Fiscalía determinó que Selvin Abundino Umanzor Euceda y Luis Adonay Velásquez se encargaron de localizar y seguir a la víctima, mientras que Walter Geovanny Alvarado García, junto a un menor de edad, ejecutaron el ataque.
El crimen fue ordenado por la estructura criminal debido a la presunta afiliación de la víctima a la pandilla Barrio 18.
Alvarado García y Umanzor Euceda fueron condenados a 18 años de prisión cada uno, mientras que Velásquez, prófugo de la justicia, fue sentenciado en ausencia a 20 años de cárcel.