Internacionales
El capo que se operó el rostro para huir de la justicia y que hoy está irreconocible
Una de las escenas que sorprendió en el juicio en contra del capo mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera en Nueva York fue la aparición en la Corte del narcotraficante colombiano Juan Carlos Ramírez Abadía, «El Chupeta». Su rostro desfigurado a consecuencia de las cirugías plásticas impactó a quienes se encontraban en la sala donde se desarrolla el proceso en contra del fundador del Cártel de Sinaloa.
«Chupeta», quien fuera integrante del Cartel del Norte del Valle, uno de los más importantes en Colombia reconoció que se sometió a operaciones de cambio de mandíbula, ojos, orejas y nariz, entre otras partes de su cara, para evitar ser reconocido por la policía.
Entre las modificaciones que habría hecho en su rostro están un desvanecimiento de pómulos, adelgazamiento de mentón, así como una operación para afinarse la nariz. En total se habría sometido a seis cirugías que lograron cambiarle la cara, pero no cumplieron con el objetivo de hacerlo pasar desapercibido ante las autoridades.
A cambio ha tenido que vivir con un rostro desfigurado en el que las dimensiones de su cara no son proporcionales ni simétricas, sus ojos se ven rasgados y su frente destaca más de lo normal.
El fisicoculturismo y los caballos

Ramírez Abadía nació el 19 de febrero de 1963 en Palmira, departamento Valle del Cauca. Actualmente tiene 55 años. Se le recuerda como un joven de clase media aficionado al fisicoculturismo, experto en montar caballos finos y como un mal estudiante.
Su afición a los caballos lo llevo en 1985 hasta el capo Iván Urdinola Grajales, uno de los principales capos del Cartel del Norte del Valle del Cauca, quien lo reclutó para que se hiciera cargo de la cuadrilla de sus pura sangre.
Así empezó a escalar posiciones en el mundo de la mafia hasta convertirse en uno de los sucesores de los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez del Cártel de Cali. Sus operaciones eran exitosas gracias a que el anonimato le había permitido manejarse en las sombras hasta el año 1995 cuando junto con Juan Carlos Ortiz «Cuchilla» tomó el control de la mafia del Valle, lo que inmediatamente los puso en el ojo público.
Ante la persecución, como consignó el diario El Tiempo, él y «Cuchilla» se entregaron a la justicia en 1996 y lograron un acuerdo inusual que les permitió recuperar su libertad cuatro años después a pesar de haber sido acusados de traficar más de 30 toneladas de cocaína.
«Cuchilla» fue asesinado y seis meses después Estados Unidos emitió una orden de captura en contra de «Chupeta» ofreciendo una recompensa de USD 5 millones a quienes dieran información que ayudara a su detención.
Fue en este punto donde su cara sufrió cambios radicales. En caso de ser atrapado sería extraditado a Estados Unidos, uno de los temores más grandes de los capos colombianos.
En su intento por escapar se refugio en Argentina, Paraguay, Uruguay y México donde conoció a históricos capos de la droga como el mismo Chapo Guzmán y Rafael Aguilar Guajardo, quien fuera asesinado por Amado Carrillo «El Señor de los Cielos».
Su huida duró 7 años hasta que el 7 de agosto de 2007 fue capturado en Sao Paulo, Brasil, en un operativo en el que participaron la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA; por sus siglas en inglés) y la policía de ese país.
espués de más de dos décadas de carrera delictiva fue detenido y notificado de que tenía sobre su cabeza una orden de captura con fines de extradición. Su mano derecha, Laureano Rentería, quien murió envenenado en la cárcel, habría dado las pistas que llevaron a su detención.
Esta semana fue presentado como uno de los testigos estelares en el juicio contra Guzmán Loera con quien hizo negocios en la década de los noventa de quien dijo, tenía la capacidad de mandar a Estados Unidos 4 toneladas de cocaína en una semana, lo que a otros capos les tomaba un mes.
«Chupeta» lleva más de una década preso en Estados Unidos.
Internacionales
Capturan en Guatemala a salvadoreña que exigía la extorsión a comerciantes
La Policía Nacional Civil de Guatemala informa sobre la captura de una salvadoreña, acusada de exigir la extorsión a cambio de respetar la vida de un comerciante.
En las últimas horas, en la zona 3 de San José Pinula, la unidad de investigación policial dio con el paradero de Judith Cristina Cáceres de Rivera, de 37 años, originaria de Ahuachapán, El Salvador.Latinos y latinoamericanos
“Desde hace varios días, bajo amenazas de muerte, exigía Q.3 mil de inicio y Q.7 mil semanales de extorsión a un comerciante, quien denunció el hecho ante la PNC; y hoy la mujer pretendía recoger Q.2 mil, pero fue capturada en flagrancia”, detalla la PNC de Guatemala.
De acuerdo a las investigaciones, esta extorsionista pertenece a un grupo criminal de Imitadores de maras.
Internacionales
Fiel hasta el último momento: perrito no abandona a su dueño fallecido en accidente
Una escena de fidelidad ha cautivado en las redes sociales, luego que un perrito permaneciera a lado de su dueño fallecido.
Según información que circula en redes sociales, el hecho se registró cuando el hombre, de quien se desconoce su identidad, perdió la vida al ser atropellado en una calle de Colombia.
Además, se informó que el hombre se dedicaba a vender toallas y siempre se hacía acompañar de su perrito.
La imagen ha causado diversas reacciones en redes, destacando el amor sincero que los perritos le tienen a sus amos.
Internacionales
Mujer descubre que su esposo le fue infiel 520 veces
Japón fue escenario de una historia íntima que cruzó la frontera de lo privado y se transformó en un fenómeno en redes sociales y en el mercado editorial.
La historia envuelve a Nemu Kusano, una mujer ama de casa que convirtió las infidelidades sistemáticas de su esposo en una tira cómica que hoy inspira a miles de mujeres.
“No me arrepiento”, afirmó tras ver cómo sus historietas se volvieron virales en las rede sociales.
La vida de Kusano ya enfrentaba un reto enorme: el cuidado de su hijo, quien padece una enfermedad extremadamente rara, con menos de 30 casos documentados en el mundo. En medio de esa realidad, su matrimonio entró en crisis por la conducta reiterada de su esposo.
En lugar de quedarse en el dolor, Kusano canalizó la experiencia a través del arte y encontró en la narrativa visual una forma de sanación y empoderamiento.
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Historia
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Referencia geográfica
Latinos y latinoamericanos
Kusano conoció a su esposo por medio de amigos y confió plenamente en él desde el inicio de la relación. Lo describía como una persona “seria y tímida”.
Tras el matrimonio y el nacimiento de su hijo, la rutina familiar cambió de forma drástica por las necesidades especiales del menor.
El esposo pasaba largas horas fuera de casa o trabajaba hasta tarde, por lo que Kusano asumió sola el cuidado diario.
La confianza se rompió cuando un hallazgo fortuito reveló una doble vida. Kusano encontró condones y afrodisíacos ocultos en el bolso de su esposo. Luego aparecieron notificaciones sospechosas en su teléfono, vinculadas a una aplicación de citas.
Al confrontarlo, él reaccionó a la defensiva y justificó sus relaciones extramatrimoniales como una forma de manejar el estrés laboral.
Lejos de calmar la situación, esa respuesta intensificó la investigación de Kusano. Revisó registros de llamadas y mensajes y descubrió que su esposo mantuvo 520 relaciones extramatrimoniales, con mujeres de distintos perfiles, incluidas trabajadoras sexuales y actrices de cine para adultos.









