Judicial
Mujer se aprovechó de la amistad de su hija con una niña para privarla de libertad y llevarla a una fiesta con pandilleros

Una mujer se aprovechó de la amistad que tenía su hija pequeña para presuntamente privar de libertad a una niña para luego llevarla a una fiesta con pandilleros en una colonia del municipio de Apopa, en San Salvador.
Margarita (nombre cambiado protección), de 36 años de edad, vive con su hijo y su hija Camila (identidad cambiada por seguridad), a quienes los había matriculado en un pequeña escuela privada de la zona. Su relación con los vecinos era buena y era socia de una organización comunal, donde gozaba de buena reputación. Sin embargo, una serie de hechos tiempo después la llevaron a que muchas personas cambiaran de opinión sobre ella.
Una de ella era Sonia (nombre cambiado por seguridad) que le tenía tanta confianza que hasta dejaba que su hija, Sabrina -de 10 de edad-, la visitara por la amistad que mantenía con Camila.
Sabrina y Camila compartían no solo las caminatas hacia la escuela sino que eran compañeras del mismo salón. En un inicio eran tímidas, pero con el paso del tiempo se hicieron amigas sin saber que Margarita utilizaría ese recurso para tratar de privar de libertad a Sabrina y entregarla a pandilleros.
Según el expediente judicial, fue la mañana del 29 de mayo de 2017 en el salón de clases cuando Sabrina comenzó a notar una actitud extraña en su amiga, estaba distante y a penas le dirigía la palabra. Sin embargo, fue hasta más tarde que Camila la invitó a su casa porque iban a realizarle una fiesta sorpresa preparada por su mamá.
Ella le respondió extrañada que no iría a la fiesta porque no había ninguna ocasión especial para celebrar y se negó a ir. Ante esto la niña le volvió a decir que su mamá necesitaba hablar con ella.
– ¿Para qué? -le preguntó.
– No sé, ella me dijo que te dijera pero que te tiene preparada una fiesta sorpresa -le contestó con cierto nerviosismo.
A pesar de la presión de su amiga, prefirió alejarse por un momento. En una de las pláticas del recreo, Camila le contó que a su casa llegaban sujetos con apariencia de pandilleros que la aterraban y que le parecía extraña su permanencia ahí, pero que ya se estaba acostumbrando.
La nota
Aunque Sabrina se negó a llegar a la fiesta, ni Camila ni su madre se dieron por vencido. En la tarde, llegaron a buscar a la niña a su casa.
Esa tarde la menor se encontraba sola en la casa porque minutos antes la persona encargada de cuidarla había salido a realizar comprar al mercado mientras ella se quedaba haciendo los quehaceres del hogar.
“Quiero que vayas a hacer una tarea a la casa. Andá a traer tu cuaderno disimuladamente”, le exigió la mujer con un semblante amenazador.
“No han dejado tareas”, le contestó Sabrina. “Andá a traer el cuaderno sino ya vas a ver”, le respondió la mujer. Con mucho miedo la niña entró a su casa a traer el cuaderno ya que debía de escribir, según las indicaciones de Margarita, una nota para su familia donde explicara que debía de irse de la casa.
La mujer le indicó que escribiera en la nota que se iba porque sus papás la maltrataban y que no la buscaran. Sin embargo, Sabrina se negaba a realizar dicha acción, ya que no era lo que sentía. Al ver que no obedecía su petición, le arrebató el cuaderno de sus manos y se lo tiró en la cara. No tuvo otra opción que obedecerla.
Cuando Sabrina escribía la nota, a Camila, que estaba a lado de su mamá, se le comenzaron llenar los ojos de lágrimas. Se le acercó y dio un abrazo fuerte mientras le decía: “Lo siento”, sin entender lo que realmente pasaría ese día.
“Estoy cerca porque estoy en la colonia y me voy con alguien que es una persona educada. No se aflijan volveré muy pronto. Los amo”, rezaba en la primera anotación.
En una segunda página les escribió: “No llamen a la policía porque estoy bien. El día que llegue a sus vidas ya seré toda una profesional”, palabras que eran dictadas por Margarita. Puso la nota sobre una mesa y salieron de la casa rumbo hacia la residencia de la mujer.
El rescate
Margarita entró a las niñas a la casa y las encerró, les dijo que “iría a traer a los bichos”. Se habían quedado solas junto con el hermano mayor de Camila.
Sabrina le reclamó por qué la había llevado ahí y que quería regresar a su vivienda, pero esta no la dejó salir. Para tranquilizarla le mostró collares y pulseras que tenía guardados. En ese momento, ella trató de decirle lo que estaba pasando, pero su hermano no la dejó hablar.
Minutos después entró Margarita con tres sujetos con apariencia de pandilleros, quienes se le quedaron observando a Sabrina. Ella se sintió intimidada y se imaginaba que algo terrible estaría a punto de pasar. Sin embargo, de pronto, alguien tocó la puerta.
Era la mamá de Sabrina, quien inmediatamente tomó a su hija y le preguntó por la persona que la había llevado hasta ese lugar señalando a Margarita. Ambas se fueron del lugar hasta la delegación a interponer la denuncia en su contra.
Dos semanas antes de los hechos, se realizaron los intramuros en el colegio, donde la niña participó como cachiporra y durante el recorrido Margarita se mostró interesada en atenderla dándole agua y tomándole fotos. La niña contó a las autoridades que en ese lapso la mujer se comunicaba con tres pandilleros, los mismo que estaban ese día en la casa.
La Policía Nacional Civil (PNC) arrestó a la mujer bajo el delito de privación de libertar y una de las líneas de investigación es que la menor iba a ser entregada a pandilleros.
Las personas de la comunidad que conocían a la detenida decidieron hacer una recolecta de firmas para sacarla en libertad y lograron darle medidas sustitutivas con la obligación de no acercase a la niña.
No obstante, la mujer enfrentará un juicio en su contra por este hecho. Será el Tribunal Quinto de sentencia de San Salvador quien determinara a partir de las pruebas la responsabilidad penal de Margarita, en la vista pública en los próximos días.
Por: Yéssica Hompanera/ El Salvador Times
Judicial
Discusión entre mujeres en transporte público llega hasta los tribunales de Ilopango

Imagen de referencia
El Juzgado de Paz de Ilopango realizó este martes la audiencia inicial contra Mirna Elizabeth P., acusada del delito de amenazas en perjuicio de Dalila Abigail S., tras un altercado ocurrido en una unidad de transporte público.
Según el expediente fiscal, los hechos ocurrieron a bordo de un autobús de la ruta 29-C, cuando la imputada, aparentemente sin causa justificada, comenzó a insultar y amenazar de muerte a la víctima.
Tras el incidente, la víctima interpuso la denuncia ante agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), quienes realizaron un rastreo en la zona y lograron detener a la sospechosa.
Durante la audiencia, la jueza del caso avaló una conciliación entre ambas partes e impuso medidas que deberán cumplirse durante un periodo de seis meses.
Entre las condiciones figuran la prohibición de acercamiento o comunicación con la víctima y el pago de una compensación económica en concepto de responsabilidad civil.
Judicial
Sigfrido Reyes y su red enfrentan audiencia por acusaciones de corrupción

En el Juzgado Segundo de Instrucción de San Salvador inició la audiencia preliminar contra el expresidente de la Asamblea Legislativa, Sigfrido Reyes, y otras 13 personas acusadas de lavar $5.6 millones.
A la diligencia han comparecido la mayoría de los acusados, entre ellos Byron Enrique Larrazábal Arévalo, su esposa e hijo, Sonia Inés Morales Rivas y Kevin Mauricio Larrazábal Morales.
Otros procesados son René Antonio Díaz Argueta, Delmy Beatriz Vela Jiménez y Jeny Elizabeth Guadalupe Medina de Ramírez, exgerente y exempleadas del Instituto de Previsión Social de la Fuerza Armada (IPSFA).
También están acusados exempleados de la Corte de Cuentas de la República: Noemí Candelaria Rodríguez de Carrillo, Atilio Castro Guevara y Rosa Yanira Ruiz Hernández. Asimismo, Manuel Antonio Bercián Castro, hermano del pandillero Moris Alexander Bercián Machón, alias «Barney», y Karla Beatriz Recinos Ramírez, exasistente de Sigfrido Reyes.
La causa penal incluye los delitos de peculado, estafa agravada, incumplimiento de deberes y casos especiales de lavado de dinero. La Fiscalía General de la República ha solicitado que, para algunos acusados, la estafa agravada se modifique al delito de peculado; sin embargo, la defensa se opone, argumentando que no todos los procesados eran funcionarios ni tenían vínculos con entidades estatales.
El ministerio público pretende que se admitan al menos 115 testigos y diversas pericias, previamente autorizadas por el Juzgado Sexto de Instrucción de San Salvador.
Algunos peritajes están relacionados con la valoración de inmuebles a nombre de los procesados y con la extracción de información de aparatos electrónicos decomisados.
Judicial
«El Torta», extraditado de EE. UU., enfrentará juicio en El Salvador por dos homicidios y agrupaciones ilícitas

José Daniel Matamoros Andrade, alias «El Torta», fue enviado a juicio por delitos de agrupaciones ilícitas y homicidio agravado, tras su extradición de Estados Unidos en febrero de 2024.
El Tribunal Primero Contra el Crimen Organizado de San Salvador resolvió en audiencia preliminar que el proceso contra Matamoros Andrade continúe en vista pública, como solicitó la Fiscalía General de la República.
Según las investigaciones, en 2016 el imputado participó en el asesinato de una mujer que fue vapuleada y asfixiada por pandilleros, cuyo cuerpo abandonaron en la entrada de Nejapa Power. También se le atribuye el homicidio de otra persona, acusada por los pandilleros de colaborar con la Policía Nacional Civil (PNC), a quien mataron tras golpearla y causarle traumatismos con una piedra.
Matamoros Andrade, miembro de la facción revolucionaria de la pandilla 18, huyó a Estados Unidos y residía en Alexandria, Virginia, donde fue capturado y posteriormente extraditado a El Salvador a petición de las autoridades.
De ser hallado culpable, podría enfrentar una pena de hasta 90 años de prisión. El juicio lo enfrentará junto a Loida Berenice Barraza, procesada por agrupaciones ilícitas y robo agravado, señalada como colaboradora de la misma estructura criminal.