Tecnología
Instagram ha comenzado a ocultar los “likes” para reducir la presión en sus usuarios

La red social Instagram, propiedad de Facebook, está probando una nueva función que busca ponerle fin a la carrera frenética por los «Me gusta». La plataforma decidió ocultar a los demás usuarios este tipo de valoración que se recibe en cada publicación con el objetivo de reducir la presión sobre sus usuarios, cuya salud mental puede verse afectada por este tipo de escrutinio.
Si bien la última actualización está en fase de prueba, la novedad en Instagram está centralizada en la visualización de los «Me gusta» en las fotos y videos para que sean privadas, es decir, el propio usuario de la cuenta será el único que podrá ver cuántas personas le han dado al corazón.
Estas pruebas se están ejecutando en Australia, Brasil, Canadá, Irlanda, Italia, Japón y Nueva Zelanda, aseguraron desde Instagram.
«Queremos que Instagram sea un lugar de expresión personal donde la gente se sienta cómoda» indicó en un comunicado la directora de Facebook Australia y Nueva Zelanda, Mia Garlick.

Las redes sociales son objeto de advertencias sobre el impacto que pueden tener sobre sus usuarios. Algunos estudios hasta sugieren que Instagram puede afectar negativamente la salud mental de sus jóvenes usuarios.
El objetivo de Instagram con esta iniciativa, según se detalla en el hilo de Twitter, es que «tus amigos se centren en las fotos y vídeos que compartes, no en la cantidad de ‘Me gusta’ que recibes».
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Google lanza Gemini CLI, una herramienta de inteligencia artificial para desarrolladores con múltiples funciones
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Científicos húngaros crean un tetraedro único que podría revolucionar el aterrizaje de naves espaciales

Investigadores de la Universidad de Tecnología y Economía de Budapest, junto con la Red de Investigación Húngara y expertos internacionales, presentaron este miércoles un objeto geométrico innovador que podría inspirar nuevas tecnologías para el aterrizaje de sondas espaciales.
Se trata de un tetraedro especialmente diseñado, denominado “Bille”, que posee una propiedad física excepcional: sin importar cómo se coloque sobre una superficie plana, siempre vuelve a reposar sobre la misma cara. Este comportamiento es similar al de un juguete tentetieso y confirma una hipótesis matemática planteada en 1984 por el matemático británico John Conway, que hasta ahora no se había logrado materializar.
El proyecto estuvo liderado por el estudiante húngaro de arquitectura Gergo Almadi y el profesor Gabor Domokos, matemático y codescubridor del “Gömböc”, un cuerpo geométrico con un único punto de equilibrio. El equipo contó además con la colaboración del profesor Robert Dawson, de la Universidad Saint Mary’s en Canadá.
El tetraedro “Bille” fue construido con tubos ultraligeros de fibra de carbono y un núcleo de carburo de tungsteno para lograr el desequilibrio de masa necesario para su funcionamiento. Durante la presentación, los investigadores demostraron en vivo la capacidad del objeto para enderezarse automáticamente tras ser colocado de cualquier forma.
Domokos destacó que este avance “es mucho más que una curiosidad matemática”, ya que sus principios podrían facilitar el diseño de sondas espaciales que recuperen de forma natural una posición vertical tras aterrizar, evitando incidentes como la volcadura de sondas lunares recientes de Japón y Estados Unidos.
“A diferencia de las pruebas teóricas, este modelo funciona en el mundo real. Y eso es lo que lo hace realmente valioso”, concluyó el científico.
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China desarrolla microdron del tamaño de un mosquito para misiones de espionaje

China ha revelado un nuevo avance en tecnología militar que podría transformar el espionaje a nivel global: un microdron con apariencia de mosquito, diseñado para infiltraciones discretas en entornos sensibles.
El prototipo fue desarrollado por la Universidad Nacional de Tecnología de la Defensa (NUDT) y presentado en un reportaje del canal militar chino CCTV-7. Uno de los estudiantes del equipo, Liang Hexiang, explicó que el dispositivo busca operar sin ser detectado, replicando el comportamiento y la forma de un insecto real.
El dron cuenta con un cuerpo delgado, tres patas diminutas y dos alas semitranslúcidas, lo que le permite camuflarse en entornos hostiles e incluso ocultarse en la palma de una mano. Su diseño apunta a labores de inteligencia donde la discreción es esencial.
Además del modelo tipo mosquito, el equipo también mostró otros microdrones, incluyendo uno con cuatro alas batientes que puede ser controlado desde un teléfono móvil, optimizado para operar en espacios reducidos.
Los ingenieros detrás del proyecto señalaron que el principal reto tecnológico radica en la miniaturización de componentes clave como sensores, sistemas de navegación, comunicaciones y especialmente las baterías, que deben ser lo suficientemente pequeñas y potentes para garantizar la operatividad del dron sin comprometer sus funciones críticas.
Este desarrollo refuerza el interés de China en la inteligencia artificial y la robótica aplicada al ámbito militar, generando expectativas —y preocupaciones— en la comunidad internacional sobre sus posibles usos.