Vida
Los seis hábitos disfrazados como “saludables” que están acortando tu vida, según los expertos

Este año el tema más candente sigue siendo la salud. Con base en ello es bien sabido que existen hábitos nocivos enfocados en el estilo de vida, como el excesivo consumo de alcohol, la falta de actividad física, el tabaquismo y los altos niveles de estrés, que son evidentes detonadores de un estado de salud óptimo. Sin embargo ¿Sabías que existen hábitos que comúnmente se promocionan como buenos y en realidad pueden causar graves estragos?
La buena noticia es que hoy en día contamos con la valiosa percepción de médicos especialistas y nutricionistas, quienes aportan conocimiento muy relevante que es de gran ayuda para quienes tienen interés en crear hábitos más saludables. Con base en ello recopilamos una selección de 6 conductas cotidianas que en realidad pueden reducir la esperanza de vida .
1. Seguir una dieta baja en grasas
Durante muchos años fue muy cuestionado el consumo de grasas. Sin embargo lo primero que debemos de saber es que no todas las grasas son iguales, es decir no es comparable el aporte nutricional de un alimento frito, a un aguacate. Se cuenta con un estudio en el cual se avala, que la grasa es un componente clave para el equilibrio hormonal de nuestro cuerpo, específicamente la hormona leptina, que promueve esa sensación de plenitud después de las comidas. Además, los alimentos con alto contenido de grasas que son particularmente ricos en grasas omega-3 (aceite de oliva, semillas y aceite de lino, mantequilla de almendras, frutos secos, aguacate y pescados grasos); resultan esenciales para la salud del cerebro y el corazón. También las fuentes de grasas saludables, se asocian con grandes cualidades para disminuir la inflamación.

2. Beber jugos todo el tiempo
En los últimos años el consumo sistemático de jugos ha sido una fuerte tendencia de nutrición y salud. Es cierto que algunas variantes de jugos verdes pueden ser un gran aliado para depurar el organismo, aumentar la ingesta de nutrientes esenciales y para potenciar la hidratación. Sin embargo recurrir al consumo cotidiano de jugos enfocados en limpiezas, puede causar más daño que bien.Aunque los jugos son una excelente manera de obtener vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, existe poco sustento científico que avale sus beneficios para la salud. De hecho, de cuenta con referencias en las que se avala que los jugos contribuyen a la ingesta excesiva de azúcar, que se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca, obesidad y diabetes. A la vez los especialistas han comprobado que los jugos pueden contribuir a unaingesta muy alta de oxalatos, lo cual puede causar cálculos renales y enfermedad del riñón.Apuesta por consumirlos únicamente dos veces a la semana y en porciones de ocho onzas, también recuerda que siempre será mejor comer la fruta entera aporta mucho más fibra.

3. Hacer dietas únicamente para bajar de peso
En los últimos años han salido a la luz todo tipo de tendencias para bajar de peso y mantenerlo, si bien existen todo tipo de alternativas, es importante no obsesionarse ni volverse dependientes de este tipo de pautas alimenticias. Los especialistas coinciden en que la mejor medida que se puede tomar es crear hábitos que nos inviten a mantener un estilo de vida más saludable, sostenible y a largo plazo. De cierta manera las personas suelen pensar que “estar siempre a dieta” es un hábito de lo más saludable, pero que en realidad aumenta la mortalidad.
Loos estudios han demostrado que la forma en que hacemos dieta para bajar de peso, viviendo con restricciones severas, en realidad contribuye al desarrollo no solo de trastornos alimentarios, sino también a condiciones de salud crónicas en general. Una de las principales razones es que la dieta provoca ciclos de peso: pérdida rápida y aumento de peso, que es un factor de riesgo de morbilidad, mortalidad cardiometabólicas y diabetes tipo 2.

4. Uso excesivo de aceite
Claro que existen alternativas de aceites que son mucho más saludables y que de hecho se asocian con propiedades terapéuticas. Sin embargo ese mal hábito de “empapar” a los platillos y alimentos en aceite, es bastante malo. Como lo mencionamos en el inicio de este artículo, el consumo de grasas es fundamental en la buena salud, sin embargo no es bueno excedernos. Recordemos que los aceites son calóricos y en muchos casos, existen variantes como los aceites denominados con el nombre genérico «aceite vegetal» suelen ser una mezcla de aceite de canola, maíz, soja, cártamo, palma y girasol. Son refinados y procesados, algo que les resta sabor y nutrientes. No son la mejor opción a nivel de salud, aunque dado su procesado, suelen ser más económicos.

5. Depender de la carne roja para obtener proteínas
Es bien sabido que las proteínas son un macro-nutriente esencial en la pérdida de peso y el óptimo funcionamiento del organismo, sin embargo llevamos muchos años asociando al consumo de carne roja como la fuente principal de proteínas y es un gran error. Si bien la carne roja es una buena fuente de proteína completa, la dependencia a la carne roja como la principal fuente de proteína puede conducir a un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer. De hecho se cuenta con un estudio en el cual se encontró que las carnes rojas y procesadas aumentan el riesgo de cáncer colorrectal en un 20-30%. Apuesta por el consumo de proteínas vegetales como las legumbres, frutos secos y semillas, también es una buena idea comer más pescado.

6. Beber licuados todos los días
Este punto es bastante similar a lo que sucede con los jugos. Recientemente todas las tendencias de nutrición promueven el consumo de batidos o licuados para bajar de peso, sin embargo hacerlo cotidianamente no es necesariamente un apoyo para la salud y la longevidad. Si bien los tazones de açai y los batidos verdes se promocionan como un hábito diario saludable, se ha demostrado que producen una menor saciedad y pueden hacer que comamos más calorías más tarde en el día. Esto se debe a que la fibra se extrae de la fruta cuando se hace jugo y los batidos a menudo son densos en energía en comparación con la pieza de fruta natural.
Un estudio bastante interesante que se basó en comparar la saciedad que aporta las manzanas enteras, el puré de manzana y jugo de manzana encontró que las manzanas eran considerablemente más saciantes que el puré de manzana y el jugo de manzana. Por lo tanto, comer una manzana con el almuerzo redujo la ingesta de calorías en un 15% en comparación con beber jugo de manzana. De tal modo que comer la fruta al natural y en productos mínimamente procesados, es la mejor manera de aprovechar la fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes.

Nacionales
Especialista recomienda estimular la actividad física desde el gateo para un desarrollo integral en la primera infancia

Francisco Salvador Erazo, médico especialista en primera infancia del Ministerio de Salud (Minsal), destacó la importancia de iniciar rutinas para fortalecer el desarrollo psicomotor de los bebés desde que comienzan a gatear, es decir, antes de cumplir un año.
Para los menores de un año, Erazo recomendó colocar a los bebés en posición prona (boca abajo) al menos 30 minutos diarios, distribuidos en diferentes momentos, para fortalecer músculos del cuello y la espalda y así promover el gateo. Además, aconsejó evitar que los pequeños pasen más de una hora inmovilizados en hamacas o columpios.
En niños de uno a tres años, el especialista indicó que deben realizar actividades físicas durante tres horas diarias distribuidas a lo largo del día, enfatizando ejercicios que estimulen la marcha, como caminar con ayuda de los padres o arrastrar objetos. A partir de los dos años, se pueden incorporar juegos que impliquen tirar pelotas, atravesar obstáculos, correr, bailar y brincar, con el objetivo de mejorar la coordinación óculo-motora y la lateralidad.
El especialista explicó que la coordinación óculo-motora permite que el niño pueda realizar actividades combinando la vista y el movimiento, como lanzar una pelota sin necesidad de observarla directamente, lo que contribuye al desarrollo psicomotor integral.
Erazo destacó que a partir de los tres años, se recomienda que los niños realicen al menos tres horas de actividad física al día, incluyendo 30 minutos de ejercicio intenso, lo cual favorecerá su salud, autoestima y prevenirá el sobrepeso.
Ante la preocupación de falta de espacios para jugar, el especialista aclaró que no es un impedimento para estimular la actividad física en casa, dando como ejemplo a Ivania de Lagos, madre primeriza que ha convertido la sala de su vivienda en un área de juegos para su hijo Miguel, de dos años.
Ivania relató que cada mañana dedica tiempo para que Miguel realice actividades como jugar con burbujas, escalar en una estructura y bailar, promoviendo un estilo de vida saludable desde temprana edad. Además, resaltó la importancia de la lactancia materna, y agradeció la implementación de salas de lactancia materna en lugares públicos como el Aeropuerto Internacional de El Salvador.
Finalmente, la madre valoró las leyes Nacer con Cariño y Crecer Juntos, impulsadas por la primera dama Gabriela de Bukele, que promueven el bienestar integral de la niñez y las familias salvadoreñas. «Deseo que estas iniciativas lleguen a todas las familias para que más niños crezcan saludables y con amor», afirmó.
Principal
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Internacionales
Estados Unidos aprueba nuevo tratamiento inyectable para prevenir el VIH

La farmacéutica Gilead anunció este miércoles la aprobación en Estados Unidos de Yeztugo, un innovador tratamiento para la prevención del VIH que consiste en dos inyecciones al año. Este avance podría transformar la lucha contra el Virus de Inmunodeficiencia Humana y el sida, al ofrecer una alternativa a los medicamentos orales que requieren toma diaria.
Yeztugo está dirigido a adultos y adolescentes con un peso mínimo de 35 kg y se basa en la molécula lenacapavir, la misma que Gilead emplea en su tratamiento antirretroviral Sunlenca, lanzado en 2022.
Daniel O’Day, presidente y CEO de Gilead, calificó la aprobación como “un día histórico” para la prevención del VIH, destacando la eficacia sin precedentes que este medicamento promete.
No obstante, el costo del tratamiento podría limitar su acceso, ya que aunque Gilead no ha revelado precios oficiales, analistas estiman que el costo anual en Estados Unidos podría rondar los 25,000 dólares. Por ello, expertos y organizaciones internacionales han pedido al laboratorio facilitar la producción de versiones genéricas para ampliar el acceso en países de bajos recursos.