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Jimmy “Barbecue” Chérizier, el líder pandillero que siembra la violencia en Haití
La historia ha demostrado en reiteradas oportunidades que en tiempos de desesperación y turbulencia social emergen figuras que se presentan como “unificadores” en medio del caos, pretendiendo abanderar causas nobles y “luchar por el bien común”.
Sin embargo, bajo el manto de la aparente benevolencia, yace una realidad mucho más oscura: estos supuestos salvadores, lejos de buscar el beneficio colectivo, están impulsados por sus intereses y la explotación de la crisis en beneficio propio.
Haití no escapa de esa realidad. El país caribeño ha alcanzado niveles críticos de violencia armada, con bandas criminales que han intensificado sus actividades hasta el punto de unirse para formar coaliciones más peligrosas y poderosas.
Este fenómeno ha cambiado drásticamente el panorama de seguridad en esta nación, llevando a una crisis humanitaria sin precedentes y a la renuncia del primer ministro Ariel Henry, quien intentó perpetuarse en el poder.
Uno de los personajes que ha ganado notoriedad y que le ha puesto rostro a este escenario de violencia y caos es Jimmy Chérizier, mejor conocido por su alias “Barbeque”, un ex oficial de la Policía Nacional haitiana que nació en Puerto Príncipe el 30 de marzo de 1977 y se convirtió en el líder de uno de los grupos armados más temidos del país y que ha sido señalado por la ONU y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como responsable de numerosas atrocidades, incluyendo masacres y ataques brutales que han exacerbado la crisis en la nación caribeña.
Originario del empobrecido barrio de Lower Delmas de Puerto Príncipe, Cherizier creció como el menor de ocho hermanos. La muerte de su padre cuando él tenía cinco años dejó a la familia en situación de vulnerabilidad, enfrentando las difíciles condiciones de vida en una de las zonas más desfavorecidas de la capital haitiana.
La incursión de Chérizier en la violencia y el crimen organizado se remonta a su tiempo como agente de la Policía Nacional de Haití, desde donde planeó y participó en el ataque mortal contra civiles en el barrio de La Saline en Puerto Príncipe en noviembre de 2018. Este asalto resultó en la muerte de al menos 71 personas y la destrucción de más de 400 viviendas, además de la violación de al menos siete mujeres por bandas armadas. Fue catalogada como la peor masacre en el país en una década.
Poco después, fue despedido del ente policial y se emitió una orden de captura en su contra, aunque logró evadir el arresto.
En noviembre de 2019, se vio involucrado en un ataque que se prolongó durante cuatro días en el barrio Bel-Air de la capital haitiana, donde junto con miembros de varias pandillas incendió viviendas y acabó con la vida de al menos 24 personas.
“Barbecue”, defendiéndose de las acusaciones, sostuvo en una entrevista para Al Jazeera que su lucha era contra un sistema corrupto y negó ser parte del crimen organizado. A pesar de esto, en 2020, impulsó la formación de G-9 y Familia, una coalición de nueve pandillas que demostró cercanía al entonces presidente Jovenel Moïse, evidenciando complejas dinámicas de poder y alianzas entre la política y grupos ilegales en el corazón de Haití.
Chérizier recibió apoyo material, logístico y financiero de altos funcionarios del gobierno de Moïse, quienes le proporcionaron dinero, armas, uniformes policiales y vehículos oficiales para llevar a cabo los ataques, según una investigación de la Clínica Internacional de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard.
Estos actos violentos resultaron ventajosos tanto para ciertos miembros del gobierno como para “Barbecue”. Por un lado, las autoridades podían ejercer un control más estricto sobre los disidentes políticos. Por otro lado, Jimmy Chérizier, fortalecía su dominio como cabecilla del grupo Delmas 6.
En mayo de 2020, el jefe pandillero lideró varios asaltos en los barrios de Pont-Rouge, Chancerelles, La Saline y Fort Dimanche, buscando extender su dominio territorial con apoyo policial. Los enfrentamientos resultaron en múltiples víctimas y la destrucción de viviendas.
Antes de la formación oficial de G-9 y Familia, “Barbecue” difundió un video en junio de 2020, presentando a la coalición como un medio para pacificar Puerto Príncipe. Sin embargo, la alianza facilitó la expansión territorial de las pandillas y proporcionó a las autoridades haitianas una herramienta para combatir a la oposición.
El asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021 marcó un punto de inflexión para “Barbecue” y el G-9, al intentar capitalizar el vacío de poder resultante, exigiendo que se siguieran sus directrices en respuesta al magnicidio.
En octubre de ese año, forzó la huida de una ceremonia del entonces primer ministro interino, Ariel Henry tras un tiroteo entre pandilleros y fuerzas de seguridad. En noviembre, lideró un bloqueo a la principal terminal petrolera del país, la Terminal Varreux, en un intento por desestabilizar al gobierno.
“Sus acciones han contribuido directamente a la parálisis económica y humanitaria en Haití”, señaló el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Tras los continuos ataques a puntos neurálgicos del gobierno y la decisión de tomar el Palacio Nacional de Haití por la fuerza, la violencia de las pandillas lideradas por Chérizier llevaron a Ariel Henry al colapso.
El ahora ex jefe de gobierno, quien asumió el liderazgo nacional después del homicidio del presidente Jovenel Moise en 2021, enfrentó presiones tanto a nivel nacional como internacional, para propiciar un cambio de poder que contribuyera a mitigar la severa crisis y la desbordante violencia que azota la nación.
Las amenazas de “Barbecue” con una guerra civil y la inminente llegada a la nación caribeña de una misión multinacional liderada por Kenia disparó la ola de violencia en la región.
Un reciente acuerdo bilateral entre Kenia y Haití allanó el camino para el despliegue de un contingente de 1.000 oficiales de policía de Kenia, una medida respaldada por la ONU desde octubre del año pasado.
La urgencia de esta intervención se ha intensificado a raíz de todos estos episodios violentos liderados por “Barbecue” y otros líderes pandilleros, incluyendo el asesinato de cuatro policías y el asalto de varias comisarías, lo que ha sumido al país en un estado de miedo y caos.
El asalto a entidades fundamentales y los choques en áreas estratégicas de Puerto Príncipe, que se extienden desde Champ de Mars hasta Nazon, evidencian la profunda erosión de la seguridad interna.
Asediados por estos actos de violencia, los haitianos suman una nueva perturbación en su ya empobrecida vida cotidiana, resultando en la suspensión de actividades comerciales y educativas.
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Desaparece el sitio web en español de la Casa Blanca
Ya no hay Casa Blanca, solo White House. El sitio web en español de la residencia presidencial desapareció minutos después de que Donald Trump jurara el cargo para convertirse en el 47º presidente de Estados Unidos. Quienes han intentado acceder a la página desde la investidura de este lunes se han encontrado con un mensaje de error: “Página no encontrada”, reza el aviso, en inglés, por supuesto. De igual forma han desaparecido las redes sociales de la Casa Blanca en español: “Esta cuenta no existe”, avisa X sobre el perfil @LaCasaBlanca.
La desactivación de la página web en castellano forma parte de una renovación más amplia del portal oficial en línea de la Casa Blanca. El sitio web luce un nuevo diseño al más estilo Trump: los visitantes de la página ahora son recibidos con un vídeo publicitario de 30 segundos. En el montaje aparece Trump bajándose de un helicóptero de Marine One durante su primer mandato. Se le ve saludando a sus seguidores y a miembros del Ejército, dando siempre su característico pulgar hacia arriba. Hay imágenes de sus mítines, de los bolígrafos que usa para firmar leyes y de hasta una águila calva, el ave nacional de Estados Unidos.
Tras la grabación, que parece más un vídeo de campaña que uno presidencial, los usuarios son dirigidos a la pantalla de inicio del sitio web, que incluye una imagen de Trump señalando, con grandes letras blancas debajo en las que se lee —en inglés— “Estados Unidos está de vuelta”. “Cada día lucharé por ustedes con cada aliento de mi cuerpo. No descansaré hasta que hayamos conseguido el Estados Unidos fuerte, seguro y próspero que nuestros hijos merecen y que ustedes se merecen. Esta será verdaderamente la edad de oro de Estados Unidos”, añade el mensaje firmado por el republicano.
La página de aterrizaje para las comunicaciones en español de la Casa Blanca —whitehouse.gov/es/— también se oscureció en 2017, pero había sido restaurada en 2021 durante el mandato del presidente Joe Biden. Al menos desde la presidencia de Bill Clinton existe un sitio web de la Casa Blanca en español. Esta vez, la Administración republicana también ha borrado otros componentes del sitio web, como un formulario de contacto que preguntaba a los usuarios por sus pronombres. Ahora, el sitio presenta tres páginas principales: noticias, administración y asuntos.
Mientras que la página en español solo muestra una opción: “Ir a la página de inicio”. Según reportes y capturas de las primeras horas del cambio en el sitio web, este aviso antes rezaba: “Go home”, o “váyase a casa”. Los críticos de la nueva Administración lo interpretaron como un mensaje dirigido a la comunidad migrante, ya que el republicano ha prometido que deportará a millones de inmigrantes que se encuentran en el país, la gran mayoría de ellos hispanohablantes. Aunque ese botón ya se ha cambiado.
Durante la campaña electoral de 2016, Trump dijo en un debate que los inmigrantes que quieran estar en Estados Unidos “tienen que hablar inglés” porque este es un país donde se habla “inglés, no español”. Más recientemente, durante la campaña antes de las elecciones del pasado 5 de noviembre, el entonces candidato advirtió de que los inmigrantes están introduciendo en el país lenguas “de las que nadie en este país ha oído hablar”. “Es muy horrible”, aseguró.
Según los datos de la Oficina del Censo, el número de personas en Estados Unidos que hablaban un idioma distinto del inglés en casa se ha triplicado desde 1980. En 2022, casi 68 millones de personas hablaban un idioma distinto del inglés en sus hogares. Se trata de una cifra que solo ha debido de aumentar desde entonces con la llegada de nuevos inmigrantes.
Los datos muestran además que la población hispana es el grupo minoritario más grande dentro de los Estados Unidos, lo que también hace que el español sea el idioma no inglés más común que se habla en los hogares. Este idioma representó el 61,6% de los idiomas distintos del inglés hablados en los hogares estadounidenses hasta 2022. El siguiente más cercano fue el chino, con un 5,1%.
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Donald Trump lanza el proyecto de IA ‘Stargate’ y autoriza redadas contra inmigrantes en colegios, iglesias y hospitales
El nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes una inversión de hasta 500.000 millones de dólares en el sector privado para construir una infraestructura de inteligencia artificial (IA) en el país. Las compañías de IA OpenAI, SoftBank y Oracle planean crear un proyecto conjunto llamado «Stargate», que comenzará con una inversión en centro de datos en Texas y más tarde se expandirá a otros estados.
«Apúntense ese nombre, Stargate, porque van a escucharlo mucho», afirmó Trump en declaraciones a la prensa en la Casa Blanca.
El mandatario aseguró que esta inversión permitirá crear cientos de miles de empleos en EEUU y recalcó la importancia de potenciar la inversión en IA en el país para hacer frente a la competencia con China.
Por otro lado, ha dado vía libre a las redadas de migración en lugares previamente considerados ‘protegidos’, como escuelas, iglesias y hospitales.
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Nueva era de Trump comienza con cambios migratorios y despidos
El presidente estadounidense, Donald Trump, comenzó ayer su segundo día de mandato con el propósito de aplicar la salva de medidas anunciadas por decreto para enterrar el legado de Joe Biden y combatir la migración ilegal.
Los migrantes «criminales ya no podrán esconderse en los colegios y las iglesias» de Estados Unidos para «evitar ser detenidos», declaró ayer un portavoz del Departamento de Seguridad Interior (DHS).
El Gobierno de Trump «no atará las manos de nuestras valientes fuerzas del orden; en su lugar confía en que utilicen el sentido común», añade en un comunicado sin dar su nombre. Horas después de jurar el cargo, el republicano firmó el lunes una batería de medidas contra la inmigración ilegal para poner fin a lo que considera una «invasión».
Una de ellas elimina el programa humanitario (Parole) que otorga permiso temporal a migrantes para permanecer en Estados Unidos. La administración demócrata «abusó del programa» de autorización condicional humanitaria «para permitir indiscriminadamente la entrada en nuestro país a 1.5 millones de migrantes», se quejó el portavoz del DHS.
Modificación. A primera hora de ayer, Trump comenzó con los cambios de funcionarios.
A partir de ahora el programa volverá «a su propósito original de examinar a los migrantes caso por caso», añade. Otra de las acciones del presidente fue la reintegración de Cuba a la lista de patrocinadores del terrorismo, mientras que en la madrugada despidió a cuatro altos funcionarios designados por su antecesor y advirtió que «más de 1,000 adicionales» serán destituidos. «Mi Oficina de Personal Presidencial está activamente en el proceso de identificar y remover a más de 1,000 cargos presidenciales de la administración anterior que no se ajustan a nuestra visión de hacer a Estados Unidos grande de nuevo», publicó Trump en la red Truth Social.
Identificó a los cuatro funcionarios como el chef de origen español José Andrés, del Consejo Presidencial de Deportes, Salud y Nutrición; Mark Milley, del Consejo Asesor de Infraestructura Nacional; Brian Hook, del Centro Internacional para los Académicos Woodrow Wilson, y Keisha Lance Bottoms, del Consejo Presidencial para las Exportaciones.
«Que esto sirva como aviso oficial de despido para estos cuatro individuos, con muchos más que vendrán», indicó el mensaje. Su racha continuó con la destitución de la jefa de la Guardia Costera, la almirante Linda Fagan.
Pete Hegseth, el designado por el mandatario republicano para dirigir el Departamento de Defensa, avanzó la semana pasada que los cargos de los oficiales superiores de las Fuerzas Armadas «serán revisados con base en la meritocracia, los estándares, la letalidad y el compromiso con las órdenes legales».