ENTREGA ESPECIAL
Los estragos que enfrentan los niños a causa de la pandemia por COVID-19

El 11 de marzo del 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró como pandemia, el brote por COVID-19, debido a los niveles alarmantes de gravedad y propagación del virus.
En cada país los gobiernos tomaron medidas extremas de emergencia para impedir que la propagación del coronavirus continuara afectando el modo de vida de todas las familias a nivel mundial.
Los indicadores importantes relativos a infancia, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), señalan que: «Los niños están enfrentando a una nueva normalidad devastadora y distorsionada».
Muchos niños que vivieron esta nueva etapa, de confinamiento, han pasado hambre, ansiedad y hasta han sufrido abusos, según informa esta organización no gubernamental.
La interrupción de la educación presencial de cientos de millones de niños a nivel global, que no cuentan con sus herramientas tecnológicas necesarias para continuar sus estudios, afectó a niños de escasos recursos.
Uno de cada tres niños, en edad escolar, no tuvo acceso a la educación a falta de recursos para recibir educación a distancia; según datos oficiales.
La pandemia afectó a la salud mental infantil, llevando también a las familias a la pobreza a falta de ingresos al no poder salir a realizar sus labores de forma normal.
Las medidas de confinamiento, según la UNICEF, hacen que aumenten las probabilidades de que se produzcan millones de matrimonios infantiles.
«Las señales de que los niños sufrirán las peores consecuencias de la pandemia durante años son inconfundibles», advierte Henrietta Fore, directora de UNICEF.
168 millones de estudiantes son afectados por los cierres de los centros de estudios, tras casi un año de estar cerrados. según datos de la UNICEF dos terceras partes de los países donde las escuelas cerraron total o parcialmente, se encuentran en el América Latina y el Caribe.
Noviembre del 2020 fue una etapa dura para los refugiados y solicitantes de asilo, a quienes se les perjudicó el acceso a medidas de protección contra el COVID-19, debido al cierre de pasos fronterizos y la exclusión.
Además se interrumpieron las jornadas de vacunación de sarampión y otras enfermedades combatibles en 26 países, atrasando este proceso para más de 94 millones de personas y poniendo en riesgo su salud.
Según la ONG, uno de cada siete niños y jóvenes a nivel mundial, sufrió de ansiedad, depresión o asilamiento, debido al confinamiento obligatorio que se vieron obligados los gobiernos a realizarlos a nivel global.
«En noviembre de 2020, se estimaba que otros 6 o 7 millones de niños menores de cinco años podrían haber sufrido emaciación o malnutrición aguda en lo que iba de año: un aumento del 14% que podría traducirse en más de 10.000 muertes infantiles más al mes, sobre todo en África Subsahariana y Asia Meridional», señala un estudio de la Organización de las Naciones Unidad (ONU).
Asimismo, durante la etapa de cuarentena se vieron obligados a pausar los programas de alimentación dirigidos hacia madres e hijos, empeorando los resultados de nutrición.
En pleno 2021, hay medidas de bioseguridad que no se siguen en el mundo debido a la pobreza extrema de algunas regiones: «Alrededor de 3.000 millones de personas del mundo carecen de instalaciones básicas para lavarse las manos con agua y jabón en su hogar. En los países menos desarrollados, tres cuartas partes de las personas y más de dos terceras partes de las escuelas no cuentan con los servicios básicos de higiene necesarios para reducir la transmisión de la COVID-19», señala la ONU.
Según indicadores de riesgo dr la UNICEF, señalan que más de 700 niños menores de cinco años mueren cada día de enfermedades provocadas por la falta de agua, saneamiento e higiene.
Muchos factores como el cambio climático, la pobreza, la hambruna y los conflictos internos de los países han golpeado a la población mundial; ahora el COVID-19 ha agravado la situación de las familias. Sin embargo, aunque podamos sentirnos abrumados por esta realidad, también hay motivos para tener esperanza.
Diversos programas, por parte de los países y de cooperación, de vacunación anticoronavirus, da otra perspectiva alentadora para el combate de este virus, para volver a una nueva normalidad y adaptarnos a un nuevo ritmo de vida.
ENTREGA ESPECIAL
¿Quién es el Viejo Lin?

Carlos Ernesto Mojica Lechuga, alias “El Viejo Lin”, nació en El Salvador y pasó gran parte de su juventud en Estados Unidos, hasta ser deportado en la década de los 90.
A su regreso, se convirtió en figura clave de la pandilla Barrio 18, importando desde Los Ángeles las estrategias y la cultura marera.
A inicios del siglo XXI, se posicionó como uno de los líderes más temidos, con un historial marcado por crímenes atroces, como torturas y desmembramientos, incluyendo el asesinato de una joven de 16 años, que evidenció su control brutal sobre la estructura criminal.
Desde prisión, ascendió a palabrero de los Sureños, una de las facciones más poderosas de Barrio 18, y mantuvo el mando coordinando finanzas, homicidios y extorsiones.
Incluso llegó a compartir escenario con líderes de la MS-13 al anunciar una reducción de homicidios durante la tregua entre pandillas
En ese periodo, su discurso dejó entrever una ambición inusual: el deseo de incursionar en la política.
Se presentó ante medios y mediadores como un actor dispuesto a “redimirse”, expresando su sueño de convertirse en político y representar un cambio, aunque esa aspiración nunca se concretó.
ENTREGA ESPECIAL
Ella es Rute Cardoso, la esposa del futbolista Diogo Jota y madre de sus tres hijos: así fue su historia de amor

Rute Cardoso, esposa del futbolista portugués Diogo Jota y madre de sus tres hijos, ha sido una figura clave en la vida del jugador del Liverpool, con quien compartió más de una década de relación. La pareja comenzó su historia de amor en 2013, cuando ambos eran estudiantes en Portugal, y desde entonces construyeron una sólida relación basada en el apoyo mutuo.
En 2017, Rute se trasladó con Jota a Inglaterra tras su fichaje por el Wolverhampton Wanderers, acompañándolo en su carrera profesional. Tras nueve años de relación, el futbolista le propuso matrimonio en 2022 y, finalmente, se casaron en junio de 2025, apenas unas semanas antes de la tragedia que acabó con su vida.
La pareja ya había formado una familia: su primer hijo nació en 2021, el segundo en 2023 y una hija en noviembre de 2024. A pesar de sus compromisos deportivos, Diogo Jota se destacó por su dedicación como padre y esposo. En una de sus últimas publicaciones, compartió un video con imágenes de su boda, acompañado por el mensaje: “Un día que nunca olvidaremos”.
El futbolista falleció este jueves 3 de julio, a los 28 años, en un accidente de tránsito ocurrido en la provincia de Zamora, España, donde también perdió la vida su hermano menor, André Silva. La noticia ha conmocionado al mundo del deporte y ha dejado un vacío profundo en su familia y seguidores.
ENTREGA ESPECIAL
FOTOS | Se cumplen 17 años de la tragedia de la Málaga que cobró la vida de 32 personas de la iglesia Elim

Este 3 de julio se conmemoran 17 años de una de las tragedias más dolorosas provocadas por la naturaleza en la historia reciente de El Salvador: el arrastre de un autobús por la repunta del río Arenal de Monserrat, en las cercanías de la colonia La Málaga, que dejó 32 víctimas mortales.
El suceso ocurrió la noche del jueves 3 de julio de 2008, cuando un autobús con 33 miembros de la Iglesia Misión Cristiana Elim retornaba a sus hogares tras una actividad religiosa. Cerca de las 8:00 p. m., la repentina crecida del río alcanzó al vehículo, provocando que el motor se apagara y quedara a merced de la corriente.
En el bus viajaban niños, mujeres y adultos mayores. En medio del caos, dos jóvenes intentaron escapar trepando al techo del autobús, pero solo uno de ellos, Fabricio Montoya, logró sobrevivir gracias a un lazo que un vecino le lanzó desde un punto seguro.
El resto de los ocupantes fueron arrastrados por la fuerte corriente. El primer día solo se recuperaron la mitad de los cuerpos, mientras que las demás víctimas fueron encontradas en los días siguientes, en distintos puntos a lo largo del cauce del río y sus afluentes.
La tragedia de La Málaga se convirtió en un símbolo del riesgo que representan las lluvias intensas para comunidades asentadas cerca de ríos y quebradas. Años después, sigue siendo un recordatorio de la importancia de la prevención y la respuesta rápida ante emergencias de origen natural.