Las inquietudes intelectuales y culturales de Bernardo no se cerraban únicamente al cine. Nacido en Parma, en 1940, hijo del gran poeta Attilio Bertolucci, amigo de Pasolini, el italiano fue un amante de la literatura, de la poesía, y llegó a ganar el Premio Viareggio de literatura con sólo 20 años.
Una visión literaria que ha hecho que sus películas tengan un gran contenido visual y un peso poético constante.
Bertolucci entró en el mundo del celuloide con veinte años de la mano de Pier Paolo Pasolini, a quien asistió durante el rodaje de Accattone (1961).
Su primera producción cinematográfica fue La cosecha estéril (1962), poniendo así el punto de partida a una fulgurante carrera como cineasta que le ha situado entre los más importantes de la historia italiana, siembre en búsqueda del intimismo y en continuo análisis de la juventud.
Tras esta cinta dirigió Antes de la revolución (1964) o El conformista (1970), obras con las que se consagró como un director que trabajaba en la introspección de sus personajes.
Su carrera internacional llegó con El último tango en París que le supuso dos nominaciones al Premio Óscar como Mejor Director y Mejor Actor en 1973 y, en ese mismo año, también recibió otras dos nominaciones en los Globos de Oro, a la Mejor Película y al Mejor director.
No consiguió ninguno de estos galardones, pero Bertolucci ya se había situado en la primera plana del cine internacional.
Continuó su éxito internacional con Novecento (1974-1976), dividida en dos actos, que retrata la vida campesina de la Italia de la Gran Guerra y del fascismo.
En 1987 estrenó la película que le granjeó un mayor reconocimiento El último emperador, que acabó reconocida por cuatro Globos de Oro y nueve premios Óscar, y que recupera la figura de Puyi, el emperador de China derrocado por la revolución de 1911.
Seis años después, en 1993, estrenó otra recordada producción, El pequeño Buda, la historia de un niño estadounidense en quien unos monjes budistas creen ver la reencarnación de uno de sus lamas.
En 2003 dirigió Soñadores, tras la que se vio obligado a quedar postrado en silla de ruedas por un grave problema en la espalda.
Su última película es de 2012, Tú y yo, en el que volvió a tratar el tema de los jóvenes.