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ENTÉRATE: Cuál es el peculiar ritual gastronómico para el Día de los Difuntos en Ecuador
Los ecuatorianos, al igual que en otros países, recuerdan a sus difuntos este 2 de noviembre, cuando conmemoran, aunque algunos celebran, el Día de Muertos.
En Ecuador, esta fecha se caracteriza por incluir a la gastronomía, que es catalogada como ceremonial. Similar al consumo de la fanesca (plato que simboliza la conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo) en Semana Santa, para el Día de Muertos se prepara la tradicional colada morada y la ‘guagua’ de pan.
La colada es una bebida dulce que tiene como base «la harina de maíz negro (o morado), se hace con maicena y con frutas, como la mora y el mortiño (arándano silvestre del páramo andino)», que le dan esa coloración morada característica, dice Pablo Ramírez, gerente de la panadería y cafetería tradicional Meneses e Hijos, que se encuentra en el Centro Histórico de Quito.

Esa bebida también lleva otros frutos —dice— como el babaco y la naranjilla (especies nativas del norte de Suramérica), así como piña, naranja y fresa. Además, se le incluyen especias, «que le dan a la colada un sabor muy especial», como clavo de olor, pimienta dulce, canela, hierba luisa e ishpingo (especie endémica del Ecuador). El azúcar es al gusto.
Su preparación varía según el cocinero. Ramírez señala que en Meneses e Hijos, antes de preparar la colada, «se deja macerar a las frutas con azúcar durante dos días», mientras que a la harina «se le hace una fermentación, se deja reposando en agua», durante el mismo lapso de tiempo.
La guagua de pan
La colada morada se acompaña del pan de difuntos. En la actualidad la variante más conocida es la ‘guagua’, cuya palabra en lengua kichwa significa niños, y debe su nombre a que tiene forma de humano, especialmente de infantes.
Aunque, otros, como Karina Villarreal, en su tesis de maestría en Ecoturismo y Manejo de Áreas Naturales, dice que es una «figura de muñeca».
Las guaguas de pan generalmente van rellenas. En el restaurante que dirige Ramírez le introducen «chocolate, crema pastelera y mermelada de guayaba o mora», pero también se pueden encontrar de dulce de leche y otras frutas.
¿De dónde viene la tradición?
«La Colada morada, representa la sangre del difunto. La Guagua de pan, el cuerpo», dice Villarreal en su trabajo de grado.
El origen del consumo de la colada morada y la guaga de pan, aunque coincide con la fecha católica de la conmemoración de los difuntos, va más allá del catolicismo. Hay una versión bastante generalizada entre la población, y es que la bebida es «una tradición incaica», dice Ramírez, previa a la colonización española.
El arqueólogo ecuatoriano, ya fallecido, Lenin Ortiz Arciniegas, en su libro ‘Cochasqui, el agua del frente de la mitad’, dice que esta tradición es anterior a la llegada de los incas. «La preparación y significado de la colada morada y cómo brindan a sus muertos en el día de los difuntos, lo observamos en la región del País Caranqui o Quitu Cara», que vivió en las faldas del Pichincha, gran parte de lo que actualmente es la provincia de Pichincha, que alberga a Quito, entre 500 a 1500 después de Cristo (d.C), relata.

Mario Vásconez, en un relato sobre el origen de esta tradición, señala, particularmente, que la guagua de pan es un sustituto de las momias de los muertos. Con la llegada de la Iglesia, en la colonización, se prohibió la tradición milenaria de los pobladores locales de sacar a sus muertos de las tumbas para hacer sus actos ceremoniales. «De ahí pues, nace el pan de finados, que es una figura humana que no tiene brazos ni piernas, sino solo un largo cuerpo oblongo con cabeza y unos ornamentos cruzados, que recuerdan las cuerdas que liaban el cuerpo del difunto», explica.
En lo que concuerdan los ecuatorianos es que ambos productos eran, y siguen siendo en algunas poblaciones, parte de un ritual que hacían los indígenas para honrar a sus difuntos en el propio cementerio. «Visitaban sus tumbas y llevaban algo de comer», dice, por su parte, Marco Bedoya García, gerente del restaurante Hasta la vuelta Señor, también ubicado en el Centro Histórico de Quito.
En su texto, Ortiz señala que las personas «cuando llegan a la tumba del difunto enterrado, invocan a su alma y cuerpo, cortan la cabeza de la muñeca de pan y la entierran en la tumba, con la creencia de que el difunto tiene que comer con ellos».
Ruta gastronómica del Día de Muertos
Desde hace siete años, la Alcaldía de Quito y la Universidad de las Américas (UDLA) reconocen a los locales que ofrecen las mejores coladas moradas y guaguas de pan; negocios que son incluidos en el catálogo de la ruta gastronómica de Quito Turismo para la fecha.
Verónica Sevilla, gerente de Quito Turismo, considera que esta iniciativa de premiación genera «el desarrollo gastronómico a través del rescate de ese orgullo maravilloso de lo que somos, a través de los productores, a través de toda la cadena de valor».

Este año se inscribieron en el concurso 60 establecimientos, incluyendo a hoteles, restaurantes, panaderías y cafeterías; de los cuales fueron premiados 23, informó Sevilla.
Entre los premiados están los restaurantes Meneses e Hijos, que dirige Ramírez; y Hasta la vuelta Señor, que obtiene el galardón «por séptimo año consecutivo», según cuenta Bedoya, gracias a que han mantenido «intacta la receta ancestral, la receta patrimonial».
El reconocimiento, dice, los obliga «a mantener el gusto, la sabrosura de estos productos, que no se pierda en el tiempo, exactamente como nos hacían las abuelas»; además de considerar la importancia de «recordar a los fieles difuntos».
Además de premiar lo tradicional, también fueron galardonados los innovadores, dice Felipe Romero, decano de la Escuela de Gastronomía de la UDLA. Señala que «ahora tienes un poco de oferta que también respeta a otro tipo de consumo» y por ello se decidió reconocer a quienes apostaron, sin perder la tradición, por hacer coladas moradas y guaguas de pan «libres de gluten, libres o bajos en azúcar, endulzados naturalmente y hasta en distintas presentaciones».
«Hace 10 a 15 años las coladas moradas las comíamos en la casa de mamá, en la casa de la abuela y probablemente en algún restaurante de comida típica. Hoy la colada morada y el pan de finados están a la mano de todos», como en los establecimientos premiados, resaltó Sevilla.
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Más de 300 alumnos y docentes raptados en último secuestro en Nigeria
Nigeria registró este viernes un nuevo secuestro masivo en la escuela mixta St. Mary’s, en el estado de Níger, donde hombres armados se llevaron a 303 estudiantes y 12 profesores, según la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN). El hecho ocurre días después del secuestro de 25 alumnas en el estado vecino de Kebbi, convirtiéndose en el segundo ataque de este tipo en una semana.
La cifra representa casi la mitad de los 629 alumnos inscritos en el centro. El reverendo Bulus Dauwa Yohanna, obispo de la diócesis de Kontagora, revisó el dato tras visitar la escuela y confirmar que otros 88 estudiantes habían sido capturados cuando intentaban huir.
El gobierno nigeriano no confirmó oficialmente el número de secuestrados y señaló que el recuento continúa. Estos ataques, sumados a un atentado reciente contra una iglesia, llevaron a las autoridades de los estados de Níger, Katsina y Plateau a ordenar el cierre de todas las escuelas. El Ministerio de Educación dispuso también el cierre de 47 internados de secundaria.
El presidente Bola Tinubu canceló sus compromisos internacionales para atender la crisis. En Estados Unidos, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, instó al gobierno nigeriano a tomar medidas urgentes para frenar la violencia contra los cristianos.
Los secuestros se producen en un contexto de violencia ejercida por yihadistas y por bandas criminales conocidas como «bandidos», que desde hace años operan en regiones con débil presencia estatal, realizando ataques y secuestros para obtener rescates. La creciente cercanía entre estos grupos preocupa a las autoridades del país.
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Al menos diez muertos por accidente de autobús en México
Al menos 10 personas murieron y otras 20 resultaron heridas este sábado por un accidente de autobús en el occidental estado mexicano de Michoacán, informaron autoridades locales.
El siniestro ocurrió en la carretera que une Morelia, capital de Michoacán, con el poblado de Pátzcuaro, informó la policía de Morelia en un comunicado.
«Se informa que hay alrededor de 10 personas sin vida y cerca de 20 personas lesionadas, por lo que se realizan labores de extracción atención médica en el lugar», dijo la corporación.
Añadió que la circulación en la vía permanece cerrada mientras trabajan cuerpos de rescate.
Hasta el momento, las autoridades no han especificado la causa del accidente.
En México se suelen registrar accidentes en las carreteras, ya sea por exces de velocidad o falta de mantenimiento en los vehículos, principalmente autobuses o camiones de carga.
En septiembre, un camión cargado con casi 50.000 litros de gas estalló en un cruce de Ciudad de México, lo que provocó 32 muertes.
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Al menos 7 muertos en Gaza en ataques israelíes
La Defensa Civil de Gaza anunció la muerte de al menos siete personas en ataques israelíes en el el territorio palestino, donde Israel y Hamás se acusan mutuamente de violar la frágil tregua.
El portavoz de esta organización de primeros auxilios que opera bajo la autoridad de Hamás, Mahmud Basal, informó de tres personas muertas en Ciudad de Gaza (norte), tres en Deir al Balah (centro) y un muerto en la región de Nuseirat (centro).
El ejército israelí publicó casi simultáneamente un comunicado en el que afirmaba haber matado el sábado a un «terrorista armado» en el sur del territorio palestino, que, según dijo, había disparado contra sus soldados y cruzado una línea que marcaba sus posiciones.
Por otra parte el ejército israelí dijo haber llevado a cabo el sábado nuevos ataques contra Hezbolá en el sur del Líbano, a pesar de un alto el fuego acordado con el movimiento proiraní, al que acusa de intentar rearmarse.
«Hace poco, el ejército israelí atacó varios lanzadores de Hezbolá que habían sido identificados recientemente y que estaban instalados en sitios militares en el sur de Líbano», indica el comunicado militar israelí, que precisa que otros ataques tuvieron lugar en el Valle de Becá.








