Internacionales
Astronauta de origen salvadoreño y mujer de Nueva York hacen historia en la NASA tras ingresar al programa lunar Artemis
Nacida en Alemania, Jasmin Moghbeli se considera neoyorquina pues creció como hija de inmigrantes en Baldwin (Long Island) y su nombre acaba de ser anunciado entre la élite de 18 exploradores que se entrenarán para el programa de aterrizaje lunar Artemis de la NASA.
La lista también incluye a Francisco “Frank” Rubio, astronauta de origen salvadoreño nacido en Los Ángeles y criado en Miami. Es Teniente coronel del Ejército estadounidense, licenciado en relaciones internacionales y médico, además de piloto de helicópteros militares Blackhawk, con más de 1,100 horas de vuelo en su haber.
En enero pasado, Rubio entró a las filas de la NASA tras haber realizado un curso de entrenamiento de más de dos años para participar en futuros viajes espaciales, incluyendo misiones a la Estación Espacial Internacional (EEI), la luna y Marte.
Moghbeli, comandante de la Infantería de Marina de EE.UU., estuvo como piloto de helicóptero en Afganistán. En total ha realizado más de 150 misiones de combate y acumulado más de 2 mil horas de vuelo en más de dos docenas de aviones.
También se desempeñó como piloto de pruebas de helicópteros antes de ser seleccionada para el entrenamiento de astronautas en 2017. La semana pasada, la NASA incluyó su nombre entre los 18 exploradores del cosmos que integrarán la primera ola del Equipo Artemis, que se preparará para misiones humanas a la luna, destacó Fox News.
“Los astronautas del Equipo Artemis ayudarán a la NASA a prepararse para las próximas misiones Artemis, que comenzarán el próximo año trabajando con los socios comerciales de la agencia a medida que desarrollan sistemas de aterrizaje humano; asistiendo en el desarrollo de la capacitación; definiendo los requisitos de programación; y asesorando sobre desarrollo técnico”, detalló la NASA en un comunicado. “También involucrarán al público y la industria en el programa Artemis y los planes de exploración de la NASA”.
Moghbeli se graduó en Massachusetts Institute of Technology, Naval Postgraduate School y U.S. Naval Test Pilot School. Además de su exigente trabajo, le gusta remar, bailar, volar cometas y andar en patineta con su esposo, Sam Wald, según su biografía en el portal de la NASA.
Internacionales
Supertifón Yagi causa dos muertos y 92 heridos en Hainan
El supertifón Yagi azotó la provincia insular de Hainan, en el sur de China, con fuertes lluvias y ráfagas de viento, y causó al menos dos muertos y 92 heridos, informaron las autoridades locales.
El presidente chino, Xi Jinping, urgió a intensificar los esfuerzos de asistencia por desastre. Hasta ayer por la mañana se habían confirmado dos muertes en el distrito de Ding’an, mientras que la ciudad de Wenchang había reportado 12 heridos, y la de Haikou, la capital provincial, otros 80 lesionados, según las mismas fuentes.
A medida que los vientos y las lluvias disminuyeron, Hainan rebajó la alerta que había declarado para hacer frente al fenómeno e inició rápidas operaciones de recuperación en todo su territorio. Más de 2,200 trabajadores han sido movilizados para restablecer el suministro eléctrico a más de 1.5 millones de familias afectadas.
Para las 7 de ayer, más de una quinta parte de los hogares impactados habían sido reconectados a la red. También se están llevando a cabo reparaciones viales.
Internacionales
Miles marchan contra el Gobierno hondureño
Miles de opositores de derecha marcharon con antorchas en Honduras contra el Gobierno de la izquierdista Xiomara Castro por cancelar el tratado de extradición con Estados Unidos (EE. UU.) que permitió encarcelar a medio centenar de narcotraficantes.
La multitudinaria movilización, convocada por el llamado Ejército Ciudadano de Paz en contra de la terminación del acuerdo bilateral la semana pasada, llegó el viernes hasta la sede del Gobierno en Tegucigalpa, sin que se registraran incidentes.
Castro anunció el 28 de agosto anterior su decisión de cancelar el pacto —vigente desde 1912, pero aplicado desde 2014—, alegando que podría servir para preparar un «golpe de Estado» en el país. Jorge Zelaya, diputado del opositor Partido Nacional (PN), dijo durante la marcha que se unió a los manifestantes «por la democracia».
Los movimientos políticos de derecha acusan al oficialista Libertad y Refundación (LIBRE), coordinado por el esposo de Castro, de querer instalar un gobierno al estilo de Venezuela o Nicaragua.
Internacionales
Trump y Harris debaten por primera y quizás última vez
Lo harán en Pensilvania (este), uno de los siete estados bisagra, aquellos que se inclinan por uno u otro partido dependiendo de los comicios. Concretamente en Filadelfia.
La vicepresidenta y el expresidente republicano nunca se han visto en persona. Pelean a distancia desde que la demócrata irrumpió con fuerza en la carrera electoral, tras la retirada del presidente Joe Biden el 21 de julio.
Ella lleva atrincherada desde el jueves en un hotel de Pittsburgh (Pensilvania) para preparar el debate y él, por el contrario, ha incrementado sus apariciones públicas en los últimos días.
El duelo de 90 minutos, que será retransmitido por el canal ABC a partir de las 21 horas locales (01H00 GMT del miércoles), podría ser el único.
No hay ningún otro previsto antes de los comicios del 5 de noviembre.
Harris y Trump «no tienen motivos para correr grandes riesgos», pronostica el comentarista Joshua Zive, con sondeos «tan ajustados» a dos meses de unas elecciones que podrían disputarse, como en 2016 y 2020, por unos miles de votos en algunos estados.
«Hay más en juego para Harris que para Trump porque él ya es muy conocido, mientras que ella todavía tiene que explicar quién es a la mayoría de la gente», dice Mark Feldstein, analista de medios de la Universidad de Maryland.
«Superpoder»
«Su superpoder es ocupar e invadir el espacio, pero nosotros, los estadounidenses, tendemos a querer presidentes que son dominantes», describe Rebecca Gill, profesora de ciencias políticas en la Universidad de Nevada.
Flavio Hickel, politólogo del Washington College, cree que «la fuerza (del republicano) proviene de sus digresiones inconexas que desestabilizan a sus oponentes».
«Si yo fuera Harris, no perdería el tiempo desmontando cada afirmación falsa de Trump», aconseja Andrew Koneschusky, exportavoz del senador demócrata Chuck Schumer.
La vicepresidenta, primera mujer y primera persona negra y de origen asiático en este cargo, tendrá que luchar contra la percepción sexista «según la cual una mujer que se afirma es estridente», señala Gill.
La politóloga destaca que podrá aprovechar su experiencia como exfiscal, frente al primer expresidente estadounidense condenado penalmente. Es decir, hacer como en un tribunal, donde hay que «parecer fuerte pero no vengativo, ser capaz de distanciarse del plan preestablecido para reaccionar a lo que dicen los testigos».
Trump tiene experiencia. Participó en seis debates presidenciales, incluido uno memorable contra Biden en junio pasado en el que el presidente estadounidense perdió el hilo de lo que decía y se trabó al hablar varias veces, dejando algunas frases sin terminar.
Harris tuvo su momento de gloria al atacar a Biden durante un debate en las primarias demócratas en 2019.
Micrófonos
En Filadelfia, el tiempo de uso de la palabra se cronometrará estrictamente. No habrá notas ni público.
Sólo estará abierto el micrófono del candidato que hable.
El equipo de la vicepresidenta quería que los micrófonos permanecieran encendidos durante todo el debate porque daba por sentado que perjudicaría a Trump, propenso a las declaraciones intempestivas.
Pero los republicanos prefirieron mantener el sistema adoptado el pasado mes de junio por iniciativa de Biden.
Que el equipo de Trump se aferre así a una regla deseada por el octogenario presidente demuestra cuánto ha cambiado la campaña con la entrada en la carrera de Harris.
Estados Unidos fue testigo en los últimos meses de un intento de asesinato de Trump, de una convención republicana triunfante y de una toma de posesión demócrata eufórica.
¿Será el debate del martes otro punto de inflexión?
John Mark Hansen, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Chicago, no lo cree: la historia de las elecciones estadounidenses muestra, según él, que «los debates no importan tanto» porque «la gente que los sigue ya tiene preferencias muy fuertes».
Erin Christie, profesora de comunicación en la Universidad Rutgers, discrepa: «Este será un debate muy esclarecedor y quizás decisivo para las elecciones. ¡Enciendan las televisiones!».