Nacionales
Verdugo de la agente Carla Ayala, alias “Samuria”, sigue prófugo de la justicia tras un año de haber cometido el crimen

Hace un año, la agente de la Policía Nacional Civil (PNC), Carla Mayarí Ayala, murió a manos de su colega del extinto Grupo de Reacción Policial (GRP), Juan Josué Castillo Arévalo. Ambos fueron vistos por última vez a la salida de una fiesta de Navidad realizada en el interior de la base donde se alojaba esa unidad que terminó siendo desintegrada a consecuencia de este hecho.
A eso de las 10:18 de la noche del 28 de diciembre de 2017, Ayala, quien estaba destacada en la Unidad Disciplinaria de Apopa, notificó a sus familiares que sus compañeros irían a dejarla a su vivienda. Sitio a donde no volvió a regresar jamás.
Las horas continuaron marcándose en el reloj y la agente seguía sin poner pie en su casa, por lo que su compañero de vida, Lucio Guevara -también agente policial-, le escribió a su celular pero este no recibió respuesta. El mensaje quedó en visto.
La agente que prestó servicio policial durante 19 años salió a bordo de una patrulla junto a Castillo Arévalo y otros dos exagentes del GRP: Wilfredo Deras Hernández y Ovidio Pacheco, quienes tenían la orden de ir a dejar a la víctima hasta el sector de Apopa.
Cuando transitaban sobre sobre el bulevar Constitución, a la altura de la residencial La Gloria, en Mejicanos, Castillo Arévalo, conocido como “Samurái”, disparó en contra de la agente madre de dos hijos (uno de 18 y 15 años).
Los escapes del «Samurai»
Los agentes regresaron de nuevo a la base del GRP para informar el hecho y mientras que Deras Hernández y Pacheco reportaban el caso Castillo tomó la patrulla policial y huyó con Carla, quien se encontraba lesionada adentro del automotor.
Castillo Arévalo logró llegar sin ser detenido hasta el municipio de San Francisco Javier, de Usulután, situado a unos 77 kilómetros de San Salvador, sitio en donde reside y donde hizo desaparecer el cuerpo de la mujer.
Nuevamente, Castillo Arévalo tomó el carro policial pero esta vez con el fin de devolverlo, por lo que a las 4:45 a.m. retornó a la base del extinto GRP. Afuera lo esperaba un vehículo particular, en el que huyó sin ser detenido pese a que sus compañeros sabían lo que había hecho en contra de Carla. El hombre se fue acompañado de un hermano y el cuñado.
Como reacción retardada, los compañeros de “Samurái” comenzaron un tiroteo para detener el vehículo en las inmediaciones del Árbol de la Paz. Pese a eso, el hombre escapó de nuevo y hasta la fecha, a un año de haber asesinado a Ayala, el sujeto no ha sido localizado y mucho menos detenido.
Castillo Arévalo se les fue de las manos a sus compañeros de la unidad élite que fue desmantelada días después de los hechos, en medio de una serie de señalamientos por abusos de autoridad.
Los dos parientes de Castillo fueron detenidos, pero este vuelve a escapar. Desde entonces el exagente del GRP está prófugo.
¿Quién era la agente Ayala?
La agente Ayala era parte de la promoción 49 del nivel básico e inició sus labores en la Policía el 25 de marzo de 1998, luego de que se graduara de la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP).
El último sitio en donde laboró como parte policial fue en la Unidad de Investigación Disciplinaria Central de la PNC, pero se desarrolló en otros cuatro sitios, en Ciudad Futura, en Cuscatancingo, en San Marcos y en Morazán.
El proceso judicial y las fallas de la PNC
El 4 de junio de este 2018, la Fiscalía General de la República (FGR) giró órdenes de captura en contra del exjefe del GRP, Julio César Flores Castro, por incumplimiento de deberes; además, se señaló Castillo por feminicidio agravado, y otras nueve personas por distintos delitos como encubrimiento.
Debido al caso, el ministerio público allanó la sede que alojaba al GRP, en donde incautó unos teléfonos celulares y, a la vez, reveló que existe una serie de incongruencias en las declaraciones de los agentes entrevistados en torno a lo ocurrido aquella madrugada del 29 de diciembre de 2017.
La FGR señaló que la Policía encubrió el delito cometido en contra de una agente de la corporación.
En febrero de este año, la Policía y la Fiscalía obtuvieron una autorización para exhumar los restos de una tumba del cementerio de San Francisco Javier, pues se sospechaba que ahí se encontraba el cuerpo de Ayala.
El director de la Policía, Howard Cotto, indicó en ese momento que se tenía información preliminar de que ahí habían simulado el entierro de una anciana, pero que en realidad fue a Carla Ayala a la que habrían sepultado. Al final de todo el proceso las autoridades indicaron que no hallaron nada.
Por otro lado, en el mes de marzo y por orden del Juzgado Sexto de Instrucción se reconstruyó el hecho. A raíz de ello, surgieron varios detalles del caso, como que Samurái recibió una llamada y este dijo: “esto quería esta perra”, refiriéndose a Ayala.
El hallazgo del cadáver
La madrugada del 7 de septiembre de este 2018, Cotto reveló que encontraron una osamenta en San Francisco Javier, Usulután, de la cual tienen muchos indicios podría ser de la desaparecida agente Ayala.
Horas más tarde, voceros de la corporación confirmaron la versión brindada por el jefe policial quien explicó que el cuerpo fue localizado en un terreno ubicado en el caserío Los Ríos, del cantón Los Hornos de la referida jurisdicción.
Las pruebas de ADN revelaron que la osamenta encontrada correspondía a Ayala, según confirmó la Fiscalía. Esas pruebas fueron realizadas por el Instituto de Medicina Legal (IML) y cotejadas con 28 muestras que fueron recopiladas en la escena y en el vehículo en el que desaparecieron la mujer.
De acuerdo a las investigaciones realizadas, la jefa fiscal de la Unidad Antipandillas y Delitos de Homicidio, Guadalupe Echeverría, explicó que el cadáver de Ayala fue trasladado del lugar donde fue enterrado inicialmente.
La madre de Ayala confirmó que las prendas ubicadas al lado de las osamentas eran de la agente. Durante el reconocimiento se localizó una cadena de metal amarillo, un anillo de metal plateado, ropa interior de uso femenino y en la parte media del cúbito derecho la agente tenía una platina sujetada con cinco tornillos tras sufrir una fractura.
La causa preliminar de la muerte, según determinaron los forenses, se debió a un trauma craneoencefálico. El cuerpo de Ayala fue sepultado en el cementerio Jardines del Recuerdo, luego de estar desaparecida durante casi nueve meses.
A la ceremonia asistieron altas autoridades de Seguridad Pública, como el ministerio de Justicia y Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, y el director de policial.
Mientras, la policía ofrece $5,000 por encontrar al agente Castillo Arévalo, un joven campesino que en 2007 decidió ingresar a la PNC. La mayor parte de ese tiempo había estado en el grupo élite de la corporación.
Además, compañeros del señalado aseguran que este es violento y que incluso ha trabajado para estructuras criminales en México, algo que no ha sido confirmado de manera oficial.
Sobre el paradero de Castillo, voces ligadas al caso han brindado diferentes hipótesis que van desde su muerte hasta la huida a países como Nicaragua y el propio México, donde habría residido con anterioridad.
De momento, la impunidad del caso sigue siendo referente para aquellos que reclaman por la corrupción dentro de la PNC y la violencia que sufren muchas mujeres en el país ya que el de Ayala fue el primero de los casos de feminicidio que impactaron durante el año que está por finalizar.
Nacionales
Tres lesionados tras fuerte accidente de tránsito en Usulután

La Policía Nacional Civil (PNC) reportó este martes 26 de agosto un accidente de tránsito en la carretera a Santiago de María, departamento de Usulután, que dejó como saldo tres personas lesionadas.
De acuerdo con el informe preliminar, el percance ocurrió al mediodía, cuando el conductor de un vehículo perdió el control por distracción e impactó contra un árbol a un costado de la vía.
El automovilista y dos acompañantes resultaron heridos, siendo atendidos inicialmente en el lugar y luego trasladados a un centro asistencial para recibir atención médica.
Principal
Latidos de Esperanza realiza 8º torneo de boliche «Bowling for Heart» a beneficio de niños con problemas en el corazón

La Fundación Latidos de Esperanza anuncia la realización del 8º Torneo de Boliche denominado Bowling for Heart, un evento solidario que busca recaudar fondos para brindar esperanza a niños, niñas y adolescentes con problemas en el corazón.
La actividad se llevará a cabo el sábado 30 de agosto, de 11:00 a.m. a 2:00 p.m., en Galaxy Bowling, donde los participantes podrán disfrutar de una jornada llena de alegría, convivencia, premios y sorpresas.
Los fondos recaudados en este torneo serán destinados a la compra de insumos médicos indispensables para cirugías de corazón abierto, procedimientos que permiten salvar vidas y mejorar la calidad de vida de cientos de pacientes cada año.
Este evento es posible gracias al respaldo de empresas comprometidas como Teleperformance, Cygnus, Infrasal, RSM, Siemens, Blackhawk, ST Medic, Printcraft, Attenza, Consortium Legal y Salud, así como a las empresas que generosamente han donado premios para los ganadores: Cardedeu, Los Naranjos Town Houses, Hotel Entre Pinos, KIP, BC Properties Rental, Gourmandises, Squisito. También reconocemos el valioso acompañamiento de aliados estratégicos como Galaxy Bowling, BDJ Soluciones Creativas y Global Havas, cuyo apoyo ha sido fundamental para hacer de este evento una realidad.
“El Bowling for Heart nos recuerda que cuando trabajamos juntos, podemos cambiar el futuro de muchos niños y sus familias. Cada empresa, cada participante y cada donación son parte esencial de que más corazones sigan latiendo con fuerza”, expresó Ivonne López, directora ejecutiva de Latidos de Esperanza.
Economia
Remesas a El Salvador crecen 18.6 % en lo que va de 2025

Las remesas familiares enviadas a El Salvador alcanzaron los $5,710.2 millones entre enero y julio de 2025, consolidándose como uno de los principales motores de la economía del país, según datos del Banco Central de Reserva (BCR). El flujo mensual se ha mantenido en los últimos cinco meses por encima de los $800 millones, destacando julio con $872.5 millones, solo superado por mayo con $899.1 millones.
Durante el periodo se contabilizaron 15.6 millones de operaciones, un aumento interanual del 4.7 %. Estados Unidos sigue siendo el principal origen de estos recursos, con envíos por $5,281.9 millones, un incremento del 19.6 % respecto al año anterior. Otros países emisores incluyen Canadá ($49 millones), España ($37.6 millones), Italia ($33.2 millones) y México ($7.5 millones).
Por distribución territorial, la zona central concentró el 35.8 % de las remesas, mientras que la oriental recibió el 30 %. Chalatenango, Cabañas y Morazán registraron los montos promedio más altos, con $462, $448.7 y $412.5, respectivamente. Los principales distritos receptores fueron San Salvador ($508.4 millones), San Miguel ($336.4 millones), Santa Ana ($189.8 millones), Usulután ($120.9 millones) y Soyapango ($112.3 millones).
En términos de canales de envío, el 62.8 % de las remesas se realizó por ventanilla y el 32.6 % mediante abonos a cuentas. Por monto, el 73.1 % correspondió a envíos de hasta $499.99, el 9.9 % entre $500 y $999.99 y el 8.2 % entre $1,000 y $4,999.
El perfil de los participantes refleja que la mayoría de los remitentes son hombres (58.2 %), mientras que las receptoras son principalmente mujeres (54.8 %), evidenciando el papel central de las mujeres en la gestión de estos recursos en los hogares salvadoreños.