Internacionales
Hombre cuenta su peor pesadilla: “Mi esposa me violó durante 10 años”
La gran mayoría de las denuncias sobre violencia doméstica proceden de mujeres. Un tercio de todas las mujeres y niñas experimentan violencia física o sexual en algún momento a lo largo de sus vidas, según estadísticas de la ONU.
Mucho menos común, y también menos comentados, son los ataques que sufren algunos esposos u otros miembros varones de una familia.
La violencia doméstica en contra de los hombres es un tema tabú en muchas sociedades y sus víctimas con frecuencia tienen que buscar la manera de salir adelante por si solos.
Un joven de Ucrania compartió su historia con la BBC, bajo condición de permanecer en situación de anonimato. Esto es lo que nos contó.
La primera vez
Yo no sé si mis amigos sospechan algo. Todo parecía maravilloso desde afuera: sonrisas, amigos, mucho dinero, alegría y confianza. Viajamos juntos por medio mundo.
Yo no tenía nada que temer mientras viajábamos: ella no me haría daño en frente de otras personas. Lo más importante era evitar estar a solas con ella.
Apenas recién me di cuenta de que mi exesposa estuvo violándome durante 10 años.
Ira fue mi primera mujer. Nos conocimos cuando teníamos veintipocos años. Ella dio el primer paso y me invitó a salir.
Mis padres me habían dicho que yo tenía que mudarme inmediatamente después de que empezara a salir con alguien.
En otras palabras, comenzar una relación significaba renunciar a la familia y a tener un techo sobre mi cabeza. En un día tenía que perderlo todo.
Daba miedo. Por ello, yo solamente podía permitirme tener una relación cuando hubiera ahorrado suficiente dinero como para vivir de forma independiente.
Bajo autoestima
Para colmo, mi madre se avergonzaba de mí y de mi apariencia. Yo tenía una autoestima muy baja.
Mis primeros intentos en tener relaciones sexuales fueron con Ira y, en aquella época, yo los quería.
Sin embargo, no eran tan normales: era doloroso y agresivo. Nuestro primer encuentro sexual duró unos cinco horas y cuando terminó yo tenía dolores por todos partes.
Ella tenía la manía de que siempre hubiera esperma al final. Yo era frotado hasta conseguirlo. En promedio, duraba entre una y dos horas.
Se supone que el sexo debe ser algo que disfrutas, pero para mí nunca fue placentero. Yo no tenía experiencias previas y creí que era de esa manera así que solía acceder a sus demandas.
Pese a todo, pronto dije “No”. Pero eso no la detuvo. Fue entonces cuando se convirtió en una violación.
Atrapado
Yo tenía que irme al extranjero en un largo viaje de negocios. Me daba miedo perder a Ira, así que le pedí que me acompañara. Incluso le ofrecí casarnos antes.
Ella no aceptó, pero de todas formas viajó conmigo. Fue entonces cuando todo empezó.
Yo tenía demasiado trabajo y quería descansar pero ella empezó a exigir que tuviéramos sexo. Yo accedí la primera vez, la segunda…
Ella decía “lo quiero, lo necesito, así que tienes que hacerlo, vamos, he esperado mucho tiempo”.
Yo le respondía “no, no quiero, necesito descansar, estoy agotado”.
Entonces, ella me pegaba y ya no había nada que yo pudiera hacer. Ella me arañaba hasta que yo sangraba, me daba puñetazos.
Ella nunca me dejaba marcas en el rostro, solamente me hacía daño en las partes del cuerpo que podía cubrir con ropa: mi pecho, mi espalda, mis manos.
Yo no me defendía porque pensaba que golpear a una mujer era agresivo y estaba mal. Así fue como me educaron mis padres.
Me sentía pequeño, débil y, simplemente, no podía escapar. Ella conseguía lo que quería y usualmente lo haría colocándose encima de mí.
Una vez intenté alquilar una habitación separada para mí en un hotel. Pero yo no hablaba el idioma del lugar, el recepcionista no entendía lo que le pedía. Terminé atrapado.
Al salir del trabajo me daba miedo volver al hotel, por lo que me iba a caminar por los centros comerciales hasta que cerraban las tiendas.
Luego me iba a deambular por la ciudad. Era otoño, frío y húmedo, y yo no había llevado ropa abrigada. Al final, terminé contrayendo infecciones urinarias, prostatitis y fiebre.
Eso, sin embargo, no detuvo a Ira: yo tenía que hacer lo que ella quería.
Los fines de semana eran lo peor: ocurría el sábado en la mañana y la noche del domingo. Yo contaba los días que faltaban para volver a Ucrania. Pensaba que eso pondría fin a nuestra relación, pero estaba equivocado.
“Intenté dejarla pero me rendí”
Regresé a la casa de mis padres y no tenía intención de seguir en contacto con Ira, mucho menos de vivir con ella. Pero mis intentos por liberarme naufragaron durante años.
Peleábamos, yo apagaba mi teléfono y la bloqueaba en todas partes. Me escondía pero ella me encontraba y tomaba el otro lado de la puerta cerrada. Me llamaba y de prometía que todo iba a estar bien.
Y yo regresaba a su lado cada vez. Tenía tanto miedo de estar solo.
Al principio hice muchos intentos de dejarla, luego menos y, al final, me rendí. Ella insistió en que nos casáramos y lo hicimos, aunque ya eso no era lo que yo quería.
Ira me celaba de todos: de mis amigos, de mi familia. Dondequiera que iba, siempre tenía que llamarla. ¿Por qué iba a esas conferencias?, ¿por qué me reunía con mis amigos? Tenía que estar con ella, a su alcance.
Ella no podía ir a ninguna parte sin mí. Yo era una especie de juguete que tenía que entretenerla todo el tiempo.
Ira no trabajaba. Yo era el que conseguía el dinero, cocinaba y limpiaba.
Alquilamos un apartamento grande con dos cuartos de baño. Yo tenía prohibido usar el baño principal, tenía que usar el de las visitas.
Cada día, yo tenía que esperar hasta que ella se levantara a las 9 o 10 de la mañana para no perturbar su sueño.
Ella decidió que teníamos que dormir en habitaciones separadas y la mía no tenía cerrojo. Yo nunca podía estar solo.
Cuando yo estaba haciendo “algo mal”, ella me gritaba y me golpeaba. Esto solía ocurrir una vez al día o cada dos días.
No importa lo que pasara, ella siempre me culpaba. Todo el tiempo me decía qué tipo de hombre ella necesitaba, qué y cómo él debería estar haciendo.
Yo me sentía indefenso y hacía todo lo que ella exigía solamente para evitar su ira, el estallido que poco después ocurría.
Recuerdo que bajaba las escaleras y me sentaba en el auto a llorar. Ella pasaba a mi lado y me veía. Luego, cuando yo volvía a casa, ella decía que lo lamentaba mucho por mí, pero que ella no era capaz de detenerse.
Entonces, todo empezaba de nuevo al día siguiente y al día después de ese. No importaba lo que yo hiciera o cuán horrible me sintiera, nada cambiaba.
Yo tampoco soy perfecto. Para evitar todo esto, solía trabajar 10, 12 o 14 horas al día, en fines de semana y días festivos. Era fácil: hay gente que bebe, otros trabajan.
¿Por qué las víctimas de violencia no abandonan a sus agresores?
•Las personas que crecieron en una familia en la que había violencia, reproducen el comportamiento de sus padres en sus familias.
•El miedo a quedarse solos y los estereotipos. “¿Qué van a pensar los vecinos”, “un niño debe crecer con sus dos padres”.
•Las primeras etapas -abuso psicológico- son difíciles de reconocer. Por tanto, la persona abusada gradualmente se acostumbra y pierde la capacidad para evaluar la situación y actuar.
•La persona que sufre los abusos no tienen adónde ir. Depende económicamente del abusador o se encuentra en una situación vulnerable (está embarazada o tiene hijos pequeños).
•Al acudir a las autoridades, estas les dicen “esos son problemas familiares” y la persona se resigna..
Alyona Kryvuliak, jefe de La Strada, el Departamento responsable de la Línea de Emergencia Nacional de Ucrania, y Olena Kochemyrovska,asesora del Fondo de Población de la ONU para la prevención y respuesta a la violencia de género, ofrecieron estas y otras explicaciones..
“Comencé a hablar y ya no pude detenerme”
Cuando estás en una situación como esa, no te das cuenta de lo que te ocurre. No ves la salida y no escuchas a nadie. Ni siquiera piensas que tienes la posibilidad de escapar. Es pura desesperanza.
Yo hice cosas que no quería porque estaba acostumbrado a hacerlo. Yo siempre le “debía” algo a alguien y nunca me pertenecía a mi mismo. Le pertenecía a mi abuela, a mis padres.
Yo siempre pensé que tenías que sacrificar todo por el bien de la relación. Entonces, sacrifiqué mis intereses y a mi mismo, lo que en aquella época me parecía normal. Entonces, todo se puso peor.
Muy al inicio de todo, a mí simplemente no me gustaba, pero durante los últimos tres o cuatro años de nuestra relación, el sexo me causaba constantes ataques de pánico. Ocurría en cualquier momento en el que Ira lograba atraparme y forzarme.
Cuando entraba en pánico, yo solía apartarla, esconderme y correr. Irme lejos de casa o, al menos, de la habitación.
Ira pensaba que teníamos problemas sexuales por mi culpa. Así que cada tantos años ella me llevaba a un sexólogo.
Cada vez que yo decía que había algo que no me gustaba y que yo simplemente no quería (sexo). Me decía que yo era el problema. Yo no decía nada sobre las agresiones y la violación.
Y para Ira, esas consultas comprobaban que ella tenía razón. Yo hablé (sobre la violencia) poco después del divorcio. Comencé a hablar y ya no pude parar.
“Cómo encontré ayuda y una salida”
Era otoño. Yo había estado en cama con bronquitis y una fiebre de 39-40 grados Celsius durante unas dos semanas. Nadie se había interesado en cómo estaba durante todo ese tiempo.
Entonces, me di cuenta de que mi vida no valía nada y que incluso nadie habría notado si me hubiera muerto allí mismo.
Fue un momento revelador: horror, repulsión y una increíble autoconmiseración. Quería contarle a alguien pero no sabía a quién ni cómo.
Una vez fue a casa de mis padres cuando ellos no estaban allí, solamente para estar solo.
Estaba navegando por internet y entré en un chat que se abrió en una ventana de un anuncio. Todo allí era anónimo, como si no existieras.
Fue la primera vez que dije algo sobre lo que me estaba ocurriendo. Aún no lo reconocía como abuso, pero a partir de ese momento comencé a decir “No”, con más y más frecuencia.
Al principio era con las cosas pequeñas. Para mí era importante decir “No”, en lugar de quedarme callado. Cada vez que necesitaba fuerza, recordaba aquellos días cuando estuve enfermo.
Al final, encontré un terapista de familia que me dio apoyo. Ira y yo tuvimos oportunidad de hablar durante las sesiones y ella tenía prohibido interrumpirme. Esa fue la primera vez que hablé sobre el abuso.
Ella estaba tan furiosa, me gritó y dijo que no era cierto.
Sin embargo, poco después de eso ella sugirió que nos divorciáramos. No creo que fuera lo que ella quería, pienso que era un intento de silenciarme. Yo sabía que no tendría otra oportunidad y acepté la propuesta.
Había cola en una oficina, así que fuimos a otra. Yo pensaba, tengo que hacerlo mientras aún tengo la oportunidad.
Y lo hicimos.
Cuando recogí los documentos del divorcio un mes más tarde, fue el día más feliz de mi vida.
Un día después del divorcio, le grité: “tú me estabas violando”.
“¿Yo te estaba violando?, ¿Y qué?”, respondió.
No supe qué responder y aún no lo sé. De alguna manera, ella admitió lo que había hecho, pero más que nada se burló de ello.
Me mudé de vuelta con mis padres, renuncié a mi trabajo y me quedé en casa por algunas semanas. Tenía miedo de que ella estuviera en algún lugar afuera, buscándome.
Un día, ella vino y comenzó a tocar la puerta, pateándola, gritando. Mi mamá dijo que estaba asustada. Yo pensé: “Mamá, ni te lo puedes imaginar…”
Es importante entender: esto te mata
Yo no recolecté evidencias ni le conté a nadie.
Probablemente pude habérselo contado a mis padres, pero desde niño sabía que ellos no eran capaces de guardar un secreto.
Tampoco hablé con mis amigos sobre lo que me estaba ocurriendo.
Estuve buscando grupos de apoyo, pero en Ucrania solamente existen para mujeres. Al final, hallé una comunidad virtual de apoyo para hombres en San Francisco.
El primer psicoterapeuta al que visité en Ucrania se burló de mí: “Eso no ocurre así. Ella es una chica y tú, un chico”. Así que fui cambiando de especialista hasta seis veces y ahora finalmente conseguí ayuda.
Transcurrieron ocho meses antes de que yo permitiera que alguien me tomara de las manos.
¿Cómo consiguen ayuda psicológica los hombres?
En la comunidad del Club de Padres en Ucrania se crearon grupos de apoyo psicológico pero, según explica el activista Max Levin, la iniciativa no duró
Según él, los hombres no estaban listos para ir a un psicólogo.
Alyona Kryvuliak de La Strada-Ucrania dice que los hombres empezaron a llamar para pedir ayuda solamente cuando la línea de emergencia comenzó a funcionar las 24 horas. Los hombres no podían llamar durante las horas de oficina tradicionales.
Pero incluso ahora, los hombres están principalmente preocupados por permanecer anónimos y no están preparados para defender sus derechos ante instituciones públicas como la Policía o los tribunales.
La psicoterapeuta y sexóloga Yulia Klymenko explica que para las víctimas masculinas, la salida psicológica del abuso puede ser un proceso largo. Después de todo, la sociedad no ayuda mucho con frases como “los chicos no lloran” o “los hombres son físicamente más fuertes”.
Una persona que ha sufrido un trauma por un abuso sexual psicológico o físico puede parecer algo inusual.
Según Klymenko, los pacientes con traumas complejos que implican distintos tipos de abusos necesitan ser “resucitados” durante un largo periodo, independientemente de su género o edad.
Yo evalué denunciarla ante los tribunales. Los abogados dijeron que había la posibilidad de obtener una orden de alejamiento. Pero ahora no la necesito.
Durante un largo periodo, solamente quise admitiera lo que había hecho y se disculpara.
Yo aún no salgo a trabajar y me resulta muy difícil levantarme de la cama cada mañana. No tengo nada por lo que vivir. Ni siquiera sé qué he estado haciendo todo el año.
Yo sé que nunca tendré una relación y que nunca tendré hijos. Me di por vencido.
Pero, maldición, estuve callado durante tanto tiempo y eso llevó a tremendo desastre. Quizás hay un hombre en una situación parecida en este momento y él leerá mi historia.
Es importante que él entienda: eso no va a terminar, nada se va a arreglar, es un verdadero desastre, nunca va a desaparecer y te va a matar. Si tú entiendes esto, entonces, al menos, tienes una oportunidad.
Si estás viviendo una situación de violencia de género, en esta nota encontrarás datos sobre líneas de ayuda existentes en varios países de habla hispana.
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Internacionales
Cadáver hallado es de mujer desaparecida hace 11 años
Restos óseos humanos encontrados en Troy (NY) fueron identificados como pertenecientes a Amanda King, una mujer que desapareció hace 11 años.
Los restos fueron hallado el mes pasado cerca de un estanque y ahora mediante pruebas de ADN la víctima fue identificada como una residente de Bethlehem que desapareció en Glenville en octubre de 2013 a la edad de 27 años. King hubiera cumplido 38 años esta semana, acotó Daily News.
El esqueleto de King fue encontrado enterrado en la reserva de Burden Pond el 20 de octubre, dijeron las autoridades. Aún no se ha revelado la causa de la muerte.
King desapareció poco después de salir de Conifer Park, un lugar de tratamiento de adicciones en Glenville. Un tribunal le había ordenado que recibiera tratamiento por adicción a la heroína. El centro le dijo a su padre, Arthur King, que al joven se había ido en contra de sus recomendaciones y con otra persona. Los investigadores aún no saben con quién salió de la instalación.
Se informaron múltiples avistamientos no confirmados en noviembre de 2013 antes de que se perdiera el rastro alrededor del Día de Acción de Gracias de ese año.
El subjefe de policía de Troy, Steven Barker, dijo que las autoridades de Troy y Albany, junto con la policía del estado de Nueva York (NYSP), “ahora están investigando activamente las circunstancias que rodearon la desaparición de Amanda, su muerte y la ubicación de sus restos en el área donde fueron descubiertos”, informó Times-Union.
En general es común el hallazgo de cadáveres completos o en partes en sitios públicos en Nueva York y áreas cercanas, y a veces toma tiempo identificar a las víctimas.
La semana pasada un hombre mayor fue encontrado muerto boca abajo en la orilla rocosa del canal Gowanus en Brooklyn (NYC).
También este mes un corredor encontró a una mujer a muerta a balazos en un parque en Millville, Nueva Jersey. A principios de noviembre unos restos humanos fueron hallados en Brentwood, Long Island (NY).
Días antes el cuerpo de una mujer de 60 años fue hallado en el East River, cerca de College Point, Queens (NYC). También una bebé recién nacida fue encontrada muerta en el patio de un edificio en El Bronx (NYC).
A mediados de octubre un hispano de 62 años fue encontrado muerto dentro de un vehículo en la autopista Long Island Expressway (LIE). Previamente un cuerpo masculino fue hallado con cortes y colgando en una sección boscosa de Pelham Bay Park en El Bronx.
La madrugada del 30 de septiembre un hombre fue hallado muerto con una bolsa de plástico transparente sobre la cabeza y las manos atadas flotando en el río Hudson cerca de la W. 79th St. Boat Basin en Manhattan. Horas después un bebé recién nacido fue encontrado sin vida en un restaurante latino en el Distrito Financiero.
Previamente un hallazgo de posibles huesos humanos fue reportado cerca del carrusel infantil en Brooklyn Bridge Park, informó la policía de Nueva York. Fue al menos el 3er descubrimiento similar en dos meses en esa zona.
En agosto un cadáver masculino fue encontrado flotando en las aguas cerca de Pier 12 en Brooklyn. Días antes un hombre había sido hallado muerto en un parque en Hoboken ubicado frente al Hudson River que separa a Nueva Jersey de Manhattan (NYC).
También ese mes dos cadáveres fueron descubiertos en zonas boscosas en las afueras de la ciudad de Nueva York: uno en un parque en Yonkers y otro en Long Island. Además una mujer fue encontrada muerta con la cabeza baleada dentro de un saco de dormir abandonado en Midtown East, Manhattan (NYC) y luego su roommate fue detenido como sospechoso.
En mayo una cabeza humana fue hallada flotando en Jamaica Bay (Queens) Previamente ese mes un hombre fue encontrado muerto flotando en aguas cercanas al terminal de ferry de Staten Island en el Bajo Manhattan.
También en mayo unos restos humanos encontrados sumergidos en un arroyo en Nueva Jersey fueron identificados como pertenecientes a Charles Murphy, un hombre desaparecido desde 1982. En abril también se cerró en Nueva Jersey un caso que estuvo casi 39 años abierto: la recién nacida hallada muerta en una bolsa en un parque en la víspera de la Navidad de 1984.
En enero de 2021 fueron hallados unos restos humanos en un parque en Staten Island junto a un calendario del año 2005. Meses después se determinó que los huesos eran de un hombre bajo de estatura (entre 4’11 “y 5’5”), posiblemente asiático o hispano, y que había sido asesinado en una fecha no especificada. Pero hasta ahora la víctima no ha sido identificada ni ha habido arrestos.
En el otoño de 2020 dos gemelos recién nacidos fueron abandonados muertos en una zona residencial de alto tráfico en El Bronx (NYC) y cuatro años después nadie ha sido detenido por el caso.
Quien posea información sobre alguno de estos casos debe llamar a 1-800-577-TIPS (8477) y en español 1-888-57-PISTA (74782). También a través de la página crimestoppers.nypdonline.org o por mensaje de texto a 274637 (CRIMES), seguido por TIP577. Todas las comunicaciones son estrictamente confidenciales.
Internacionales
Dos mujeres mueren arrolladas en pocas horas
Dos mujeres murieron arrolladas en las últimas horas en la misma zona de Queens (NYC) por conductores que huyeron, y una de las víctimas había saltado de un auto Uber en movimiento.
El primer siniestro sucedió esta madrugada alrededor de la 1:40 a.m. cuando una pasajera de 35 años saltó de un vehículo Uber que se desplazaba por la autopista Long Island Expressway (LIE) y fue atropellada por un vehículo que siguió de largo, dijo la policía de Nueva York.
El Volkswagen gris del conductor del Uber se dirigía en sentido este hacia el paso elevado Kissena Blvd. en Kew Gardens cuando la pasajera, que estaba sentada en el asiento trasero, abrió la puerta y saltó sorpresivamente. Aterrizó en el asfalto y luego fue atropellada por un vehículo que huyó de la escena, relató Daily News.
La mujer murió en la escena. Su nombre no fue revelado de inmediato, pendiente de notificación familiar. El conductor del Uber de 45 años se detuvo y permaneció en el lugar. No se presentaron cargos criminales de inmediato. La policía bloqueó al menos un carril en dirección este de la LIE mientras realizaban su investigación.
Horas después, no lejos de allí, otro conductor se dio a la fuga tras atropellar fatalmente a una mujer de 47 años.
La víctima cruzaba la calle 150 en North Conduit Ave., a unos pasos del parque Baisley Pond Park en Kew Gardens Hills, aproximadamente a las 6 a. m. de hoy cuando un conductor la embistió. La mujer estaba en el paso de peatones cuando fue atropellada por el automovilista, que nunca se detuvo.
Los servicios médicos de urgencia la llevaron al Hospital Jamaica, donde murió. Su nombre no fue revelado de inmediato. Los policías acordonaron la esquina y estaban rastreando el área en busca de imágenes de vigilancia que pudieran ayudarlos a identificar el vehículo involucrado en la colisión.
No se han realizado arrestos ni identificado sospechosos en estos casos. Quien posea información debe llamar a 1-800-577-TIPS (8477) y en español 1-888-57-PISTA (74782). También a través de la página crimestoppers.nypdonline.org o por mensaje de texto a 274637 (CRIMES), seguido por TIP577. Todas las comunicaciones son estrictamente confidenciales.
En promedio, la violencia vial ha cobrado la vida de un neoyorquino cada 34 horas este año. Hasta el 22 de octubre los accidentes viales mataron a 207 personas en NYC y lesionaron gravemente a más de 2,300. Se trata de más fatalidades que en ocho de los últimos 10 años, y esta crisis de salud pública ha costado más de $5,000 millones de dólares en lo que va de año, según Transportation Alternatives, grupo de defensa de peatones y ciclistas,
Las autoridades recuerdan que hay cero tolerancia con conductores que manejen a exceso de velocidad y/o bajo efectos de alcohol y drogas. También los ciclistas y motorizados son frecuentes protagonistas de accidentes viales, como víctimas y victimarios, al circular en las aceras, irrespetar el semáforo y hasta el sentido de las calles.
Los accidentes de tránsito son un gran reto en y alrededor de la ciudad de Nueva York y en muchos casos los conductores huyen. Ello a pesar de “Vision Zero” (Visión Cero), plan de seguridad vial creado en 2014 por el entonces nuevo alcalde Bill de Blasio, quien prometió hacer que la urbe fuese más segura para peatones, pedalistas y automovilistas con una meta de cero muertes para este año 2024. Pero la realidad muestra todo lo contrario.
En octubre varias calles de Nueva York comenzaron a tener límites de velocidad reducidos por la entrada en vigencia de la llamada Sammy’s Law, aprobada en mayo, en honor a un niño de 12 años que murió atropellado por un conductor cerca de su casa en Brooklyn (NYC).
La semana pasada un conductor hispano fue arrestado como sospechoso de arrollar fatalmente a Edwin Rivera (62) en El Bronx y huir de la escena. Irónicamente la víctima había sobrevivido a otros dos encuentros con conductores que se dieron a la fuga, hasta ser fatalmente arrollado el 31 de diciembre de 2022.
El sábado 16 Dimas Cuadrado fue arrestado como sospechoso del choque de cinco autos que causó la muerte de Dorilys Ramos, joven de 27 años, en El Bronx (NYC). El domingo Shumi Izjaguev (65) murió dramáticamente cuando estaba cargando un camión en Brooklyn (NYC), perdió el equilibrio y tropezó con un vehículo con remolque que pasaba.
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El adulterio ya no es un “crimen” en Nueva York
Nueva York derogó una particular ley que se usaba poco y que convertía en delito engañar a un cónyuge, lo que en el pasado podía llevar a los adúlteros a prisión durante tres meses.
La gobernadora Kathy Hochul firmó ayer un proyecto de ley que deroga la norma que data del año 1907 y que durante mucho tiempo se ha considerado anticuada y difícil de aplicar.
“Aunque he tenido la suerte de compartir una vida matrimonial amorosa con mi marido durante 40 años -lo que hace que resulte un tanto irónico que yo firme un proyecto de ley que despenalice el adulterio-, sé que la gente suele tener relaciones complejas”, dijo Hochul, citada por Associated Press. “Estos asuntos deberían ser manejados claramente por estas personas y no por nuestro sistema de justicia penal. Saquemos de los libros esta ley tonta y obsoleta, de una vez por todas”.
Las prohibiciones del adulterio son en realidad leyes en varios estados y se promulgaron para dificultar el divorcio en una época en la que demostrar que un cónyuge había sido infiel era la única forma de conseguir una separación legal. Los cargos han sido poco frecuentes y las condenas aún más raras. Otros estados en el país también han tomado medidas para derogar sus leyes sobre adulterio en los últimos años.
Nueva York definió el adulterio como cuando una persona “tiene relaciones sexuales con otra persona en un momento en que tiene un cónyuge vivo, o la otra persona tiene un cónyuge vivo”. La ley del estado se utilizó por primera vez unas semanas después de que entró en vigor en 1907, según un artículo ahora histórico de The New York Times, para arrestar a un hombre casado y a una mujer de 25 años.
El asambleísta estatal Charles Lavine, patrocinador de la derogación, dijo que alrededor de una docena de personas han sido acusadas bajo la ley desde la década de 1970, y sólo cinco de esos casos resultaron en condenas.
Al parecer, la última vez que se aplicó la ley estatal fue en 2010, contra una mujer que fue sorprendida manteniendo un acto sexual en un parque, pero el cargo de adulterio fue retirado más tarde como parte de un acuerdo de culpabilidad.
Nueva York estuvo a punto de derogar la ley en los años 60, después de que una comisión estatal encargada de evaluar el código penal dijera que era casi imposible aplicarla. Pero los legisladores finalmente decidieron mantenerla después de que un político argumentara que derogarla haría parecer que el estado estaba respaldando oficialmente la infidelidad, según otro artículo de The New York Times de 1965.
En julio de 2021, el entonces gobernador Andrew Cuomo firmó una ley que elevó a 18 años la edad mínima para casarse, prohibiendo efectivamente el matrimonio infantil en Nueva York. Esa ley también multa a quien emita una licencia de matrimonio a una persona no elegible, lo que se considera un delito menor.
En diciembre de 2022 un decreto de Hochul determinó en Nueva York que cualquier persona mayor de 18 años puede oficializar una unión si solicita una autorización estatal de un día para casar a una pareja.