El Real Madrid cumplió con la lógica y ganó al Valladolid. El equipo blanco aprovechó el empate del Atlético de Madrid para consolidar su liderato.

Ahora mismo, los blancos le sacan cuatro puntos a los rojiblancos y 10 al Barcelona, que juega mañana ante el Valencia.

Y es que el Real Madrid salió al césped del José Zorrilla como si el partido, el liderato no fuese con ellos. Con la novedad de Asencio en el lateral derecho, el juego de los de Ancelotti era excesivamente lento y, por lo tanto, previsible.

Eso lo aprovechó el Valladolid para poner a prueba en un par de ocasiones a Courtois, que parecía el único atento de todo el Real Madrid. Al conjunto local ya le iba bien el escenario del partido, que era aburrido y sin ritmo, pero bueno para el Valladolid porque un punto ante el Real Madrid era poco menos que oro.

El equipo blanco decidió comenzar a jugar un poco a partir del minuto 25, cuando Rüdiger realizó el primer disparo entre los tres palos del Real Madrid. Fue el aviso de lo que llegaría poco después. Primero fue Rodrygo el que tuvo el gol, pero falló su disparo. El que acertó fue Mbappé que en el minuto 30 marcó el 0-1. El Real Madrid decidió mover rápido el balón y ahí desarmó a toda la zaga del conjunto castellano. En concreto, Bellingham, con un pared a Mbappé que el francés convirtió en el 0-1. Fue el segundo disparo del Real Madrid entre los tres palos y marcó. Cosas de este equipo.

A partir de ahí, el Real Madrid ya se hizo dueño total del encuentro. El Valladolid ya no llegaba al área de Courtois, pero tampoco es que los blancos fuesen un vendaval de juego. Casi por inercia, los de Ancelotti mandaban, pero seguían sin mover rápido el balón y así, las ocasiones de gol eran poco menos que un milagro. Así, se llegó al descanso de un partido en el que el Real Madrid iba ganando con lo mínimo.

La segunda mitad comenzó con el Valladolid volviendo a ver de cerca a Courtois, pero tampoco como pensar que estaba en el camino de poder remontar. El Real Madrid, por su parte, seguía a lo suyo, a hacer lo mínimo posible, confiando en que con la calidad de los de arriba, iba a marcar cuando quisiese. Y efectivamente, es lo que sucedió.

En una de las pocas contras que pudo ejecutar el conjunto blanco, Mbappé marcó el 0-2 en el minuto 57. Rodrygo fue el que le dio el pase al francés para que anotase el doblete. Si el partido poco menos que estaba decidido antes de ese tanto, con el 0-2, sólo el Real Madrid podía perder el encuentro.

Cocca, el técnico local, realizó cambios para buscar lo imposible, mientras Ancelotti decidió también mover el banquillo, pero para dar descanso a algunos de sus jugadores. Salvo Valverde, que parecía que estaba con molestias, pero acabó como lateral tras irse Asencio y que entrara Alaba.

Villarreal encontró la apertura en el Metropolitano poniendo patas para arriba los planes del Aleti, que terminó empatándolo gracias a Samu Lino.

Atlético necesitaba ganar para subirse a lo más alto de La Liga e intentó hacer el gasto, tomando el partido por las astas.

Al equipo del Cholo le faltó profundidad, y una desinteligencia defensiva le terminó costando caro, con la infracción de Reinildo sobre Gerard Moreno pitada como penal.

El propio Moreno, máximo artillero histórico del Villarreal, cobró la boleta y rubricó el 1-0 con el que el Submarino Amarillo se fue al descanso.

Complemento para Atlético
Simeone movió el banco y Atlético salió con todo a buscar el empate, encontrándolo en el tramo inicial de complemento.

Julián Álvarez recibió en el área y sacó el centro bajo que Ángel Correa no pudo meter de taco, pero sí Samu Lino, enganchando a gol.

El rápido 1-1 dejó al Aleti con el partido su merced, ante un Villarreal desactivado en ofensiva, pero el segundo gol nunca llegó, pese a que el equipo local lo buscó con empuje y decisión.

Fue parda en uno, y puño apretado para Real Madrid.

Con un doblete decisivo de su capitán Raphinha, el Barcelona protagonizó una victoria épica este martes en Lisboa ante el Benfica (5-4) en la 7ª fecha de la Champions, a pesar del triplete inicial del delantero griego Vangelis Pavlidis, y el conjunto culé acaricia su presencia en octavos de Champions.

Con 18 puntos en su casillero, el Barça se mantiene en segunda posición de la liga de grupo único, cuyos ocho primeros clasificados acceden directamente a octavos de la máxima competición europea, donde se medirán con los supervivientes de un play-off a disputar entre los equipos entre los puestos 9 y 24.

Bajo la lluvia en el estadio Da Luz, de infausto recuerdo para el Barça desde el 8-2 recibido en Champions ante el Bayern de Múnich (de Hansi Flick) en 2020, el conjunto local se adelantó tras un centro raso lateral del español Álvaro Carreras que remató de primeras con la zurda Pavlidis ganado la partida a Pau Cubarsí y colando el balón justo por debajo del larguero (2).

Robert Lewandowski convirtió un penal cometido por el defensor portugués Tomás Araújo sobre Alejandro Balde (13) renaciendo las esperanzas del equipo de Flick.

Pero no era el día del arquero polaco Wojciech Szczęsny, que en una salida del área para despejar un balón chocó con Balde, posibilitando el segundo gol a puerta vacía del delantero heleno (22).

Pavlidis, que sólo había marcado un gol en las seis fechas precedentes, selló su noche mágica al marcar un penal cometido por Szczęsny (30) para delirio efímero del público lisboeta.

Un gol fortuito del brasileño Raphinha (64), en cuya cabeza rebotó un balón que trataba de jugar en largo el arquero local Anatolii Trubin parecía dotar de emoción a la última media hora.

Y vaya si la hubo; aún hubo tiempo de ver un gol en propia del central uruguayo Ronald Araujo (68), un nuevo penal de Lewandowski (78), el gol del empate de Eric García de Cabeza (86) y el de la victoria de Raphinha culminando una contra (90+6).