Un adolescente de 16 años fue acusado en Wisconsin de matar a su hija recién nacida de un disparo en la cabeza a solo horas de haber visto la luz.

Logan Kruckenberg-Anderson admitió que ni la madre de la pequeña, también adolescente, ni él querían hacerse cargo de la bebé luego de que la joven dio a luz el martes de la semana pasada en una bañera.

La denuncia criminal que cita The New York Post indica que el sospechoso cubrió a la víctima con nieve antes de dispararle en la cabeza.

Inicialmente, el muchacho le dijo a investigadores que había entregado a la niña a un hombre que conoció en Snapchat que le dijo que lo ayudaría a darla en adopción.

Pero, posteriormente, el presunto asesino admitió que metió a su hija en una mochila poco después de nacer, la llevó a una zona boscosa y nevada del pueblo de Albany donde la enterró sin ropa en una zona pequeña dentro de un árbol caído y la cubrió de nieve.

Los documentos judiciales indican además que el joven comenzó a llorar y sufrió un crisis emocional mientras se alejaba de la escena.

El propio Kruckenberg-Anderson dirigió el domingo a los investigadores a la escena del crimen luego de su arresto, precisa el reporte.

Los oficiales que examinaron el cuerpecito identificaron una herida de bala en la frente de la víctima, además de hallar una carcasa gastada.

La pareja no quería tener el bebé “en sus vidas” y por eso el joven habría recurrido a la atroz decisión.

No está claro si la madre enfrentará procesamiento criminal en relación con los hechos.

Kruckenberg-Anderson, que será juzgado como adulto, fue acusado de homicidio intencional en primer grado y ocultamiento de cadáver.

El acusado permanece detenido bajo una fianza de $1 millón de dólares y deberá acudir a una audiencia preliminar el próximo 20 de enero.

De resultar convicto en el caso, podría ser condenado a cadena perpetua.