Internacionales
INSÓLITO: «El monstruo de Denver» se inspiró en una película de Leonardo DiCaprio para planificar el asesinato de su esposa e hijas

Chris Watts no actuó por impulsos, por el contrario, el llamado «monstruo de Denver» se sintió inspirado por una película de Leonardo DiCaprio al momento de planificar los feminicidios que conmovieron a los Estados Unidos y al mundo: el de su esposa embarazada y sus dos hijas de 4 y 3 años.
El hecho se conoció en las últimas horas y fue confirmado por una de las amantes del homicida, Amanda McMahon a quien conoció por medio de la aplicación de citas Tinder. En declaraciones dadas al programa Inside Edition explicó que estuvo durante varias semanas saliendo con Watts y que en los encuentros sexuales el conocido como «el monstruo de Denver» se «transformaba» en otra persona.
Pero fue en la primera cita en la que fueron a comer tacos -tras acordar por Tinder- para conocerse un poco más en que decidieron mirar una película cuyo protagonista es Leonardo DiCaprio y director es Martin Scorsese: Shutter Island. En América Latina se la conoció como La Isla Siniestra y trata una historia que podría haber inspirado a Watts.
Cuando Watts en un principio confiesa ante las autoridades, dice que tan sólo mató a su esposa Shannan. Justifica el crimen al afirmar que ella había asfixiado a sus hijas Bella (4 años) y Celeste (3 años). ¿Estaba Watts dando los mismos argumentos que DiCaprio interpretó en el film dirigido por Scorsese ocho años atrás? Es probable.
«La maldad que vi cuando caminaba detrás de Shanann cuando estaba ahogando a Celeste. No sabía qué hacer. No sabía qué hacer. ¡Nada de esto tenía sentido!», dijo Watts en su primer interrogatorio cuando reconoció haber cometido el feminicidio. Luego confesaría el resto.
Durante la entrevista dada a Inside Edition, McMahon dijo que se sorprendió cuando tuvieron sexo por primera vez. «Me tomó del cuello fuertemente y me asusté». El efímero vínculo entre ambos terminó cuando supo que Watts estaba saliendo también con una compañera de trabajo, Nichol Kessinger.
De acuerdo con los investigadores, Watts -quien confesó la autoría de los homicidios- buscaba un «nuevo comienzo» con quien era su amante más firme y a quien le había prometido una vida en conjunto: Kessinger. Y así se lo hizo saber a la mujer que mantenía oculta. Solo pedía tiempo. Una forma de terminar su matrimonio.
«El monstruo de Denver» le dijo a Kessinger que estaba en proceso de divorcio, pese a que su esposa estaba embarazada de 15 semanas. Se conocieron en junio último, cuando todo entre ellos era pasión, sexo y promesas.
Los documentos de la fiscalía indican que era tal la cercanía entre Watts y Kessinger que ella estaba ilusionada con casarse con él. Incluso, de acuerdo con la investigación policial, la joven realizó búsquedas en Google sobre vestidos de casamiento. Soñaba caminar por el pasillo de su iglesia vestida de blanco.
Las consultas eran siempre referentes a su vínculo prohibido: «El hombre con el que estoy teniendo una aventura dice que dejará a su esposa» y «casarse con su amante» eran algunas de las frases que la mujer escribía en el megabuscador urgida por consejos anónimos.
Pero también una de las búsquedas se vinculaba con algo sobre «sexo violento» que declaró McMahon. La noche anterior a los asesinatos Kessinger pasó 45 minutos googleando»cómo prepararse para el sexo anal«, «la guía de sexo anal«, y pocos minutos después comenzó a ver videos de tríos en un sitio web pornográfico. ¿Exigencias de su amante?
Los detalles de esos minutos de horror que vivieron las víctimas fueron descriptos durante el juicio a Watts. Para estrangular y asfixiar a su esposa embarazada y a sus dos hijas, el «monstruo de Denver» debe haber demorado de dos a cuatro minutos en cada una, según dijo el fiscal Michael Rourke poco antes de que Watts fuera condenado a pasar el resto de su vida en la cárcel sin derecho a libertad condicional.
Era la primera vez que las autoridades confirmaban la forma en que Watts asesinó a su esposa de 34 años y a sus hijas Bella, de cuatro, y Celeste, de tres, y también la primera vez que explicaban cómo tuvieron pruebas de lo que hizo para sacar los cadáveres de la casa después del crimen.
«Ni siquiera voy a intentar describir el horror, el dolor o el sufrimiento que el acusado les ha causado a estas familias, a esta comunidad y a todo el que ha sido parte de esta investigación», dijo Rourke.
Watts fue sentenciado por el juez de la Corte de Distrito Marcelo Kopcow a cuatro condenas de cadena perpetua sin derecho a libertad condicional y más de medio siglo de prisión por cargos adicionales en una corte de Denver.
Internacionales
Embarazada resulta lesionada en intento de asalto en Ciudad de Guatemala

Una mujer embarazada de seis meses resultó herida de bala tras un intento de asalto registrado en la zona 9 de la Ciudad de Guatemala, según informó la Policía Nacional Civil (PNC).
El hecho ocurrió en la intersección de la 6ª avenida y 8ª calle, donde sujetos armados habrían interceptado a la víctima con intenciones de robo. La mujer fue identificada como Jimena Vickers, de 31 años, quien se desempeña como visitadora médica.
De acuerdo con versiones preliminares, los atacantes abrieron fuego luego de que Vickers se opusiera al asalto. En el parabrisas del vehículo, del lado del conductor, se observaron al menos tres impactos de bala.
La víctima fue auxiliada por cuerpos de socorro y trasladada a un centro asistencial. Su estado de salud, así como el del bebé que espera, no ha sido detallado por las autoridades.
La PNC inició un operativo en el sector para dar con los responsables, aunque hasta el momento no se reportan capturas.
Internacionales
Crisis humanitaria en Gaza deja a niños y madres gravemente afectados por la desnutrición en medio del conflicto

La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) alertó este viernes que uno de cada cuatro niños entre seis meses y cinco años, así como mujeres embarazadas y lactantes atendidos en sus clínicas en Gaza, presenta signos de desnutrición, en lo que califican como una emergencia sanitaria y humanitaria de alto nivel.
En un comunicado, MSF acusó a las autoridades israelíes de usar deliberadamente el hambre como un arma de guerra. “Los propios pacientes y profesionales de la salud sufren de hambre”, señaló la ONG, que mantiene presencia médica en Ciudad de Gaza.
Caroline Willemen, coordinadora del proyecto de MSF en esa ciudad, aseguró que están recibiendo alrededor de 25 nuevos casos de desnutrición diariamente. Desde el 18 de mayo, los registros se han cuadruplicado y la desnutrición severa en menores de cinco años se ha triplicado.
MSF afirma que esta situación se debe a una “hambruna deliberada”, consecuencia directa del bloqueo impuesto por Israel sobre el enclave palestino. Aunque a finales de mayo se flexibilizó el cerco, las carencias de alimentos, medicinas y productos básicos persisten.
Israel, por su parte, responsabiliza a Hamas de manipular la ayuda humanitaria, acusándolo de apropiarse de suministros para revenderlos a precios desorbitados o de atacar a las personas que esperan recibir alimentos.
La ONG también denunció ataques en los centros de distribución de alimentos gestionados por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), respaldada por Israel y Estados Unidos. “Estas distribuciones no son ayuda humanitaria, son crímenes de guerra cometidos a plena luz del día bajo el disfraz de compasión”, afirmó Mohammed Abu Mughaisib, coordinador médico adjunto de MSF en Gaza.
La ONU ha documentado más de 1.000 muertes desde finales de mayo en puntos de ayuda humanitaria, la mayoría cerca de los centros operados por la GHF.
Internacionales
Ecuador cierra el semestre más violento desde 2011 con más de 4,500 homicidios

Ecuador cerró el primer semestre de 2025 como el más violento de los últimos 14 años, al registrar 4,557 homicidios, lo que representa un aumento del 45 % respecto al mismo periodo de 2024 y un 22 % más en comparación con los primeros seis meses de 2023, según datos del Ministerio del Interior recopilados por el medio «Primicias».
Del total de muertes violentas, el 89 % (4,069 casos) fue cometido con armas de fuego, incluyendo pistolas, escopetas, ametralladoras y fusiles, lo que evidencia el creciente poder de fuego de los grupos criminales.
Mayo se posicionó como el mes más sangriento desde que se tiene registro, con 915 homicidios, superando incluso los 831 asesinatos ocurridos en octubre de 2023. En promedio, al menos 30 personas fueron asesinadas cada día durante el primer semestre del año. En junio, aunque hubo una leve reducción, se contabilizaron 548 crímenes.
Entre enero y mayo, 70 cantones del país registraron un aumento en muertes violentas respecto al mismo periodo del año anterior. En estos territorios se concentró el 90 % de los homicidios registrados, es decir, un total de 3,578.
Frente a esta escalada de violencia, el gobierno de Daniel Noboa ha decretado estados de excepción en varias provincias —Guayas, Los Ríos, Manabí, Orellana, Santa Elena, El Oro y Sucumbíos—, en dos cantones de Quito y en el sistema penitenciario nacional. Sin embargo, estas medidas han sido insuficientes para frenar la criminalidad.
El más reciente estado de excepción, declarado el 12 de abril mediante el Decreto 599, fue parcialmente aprobado ayer por la Corte Constitucional, que consideró inconstitucional aplicar la medida en todos los centros penitenciarios y en el cantón Camilo Ponce Enríquez (Azuay), al no evidenciarse hechos que justifiquen su inclusión.
Además, la Corte rechazó la suspensión del derecho a reunión, las inspecciones y requisas sin orden judicial, así como la intervención directa de las Fuerzas Armadas, al señalar que estas acciones pueden ejecutarse dentro del marco legal ordinario.
Pese a ello, se mantuvieron restricciones como la suspensión del derecho a la libertad de tránsito, la inviolabilidad del domicilio y el derecho a la correspondencia, permitiendo a la fuerza pública realizar allanamientos y revisar mensajes dirigidos a privados de libertad.
El alto índice de homicidios refleja la profunda crisis de seguridad que atraviesa Ecuador, donde el crimen organizado y las bandas armadas continúan desafiando la capacidad del Estado para contener la violencia.